“El presidente uruguayo dio un discurso que giró mayoritariamente en torno a la libertad. Esta palabra, de hecho, la pronunció 147 veces, rompiendo el récord que ostentaba el mandatario serbio Slobodan Milosevic, quien en su discurso ante la ONU de 1999 rogó 143 veces que no se lo llevaran preso porque amaba mucho su libertad”. The New York Times, Estados Unidos.

“Que un presidente hable sobre libros en un discurso ante la ONU es una sorpresa más que bienvenida. Con su crítica a la obra de Thomas Hobbes el presidente uruguayo elevó el nivel del debate a niveles pocas veces vistos en ese ámbito. Pero, por otro lado, recomendó un best seller sueco que es el típico libro que se vende en las librerías de los aeropuertos. Desde un punto de vista cultural, podemos decir que el discurso de Lacalle Pou fue un empate con sabor a derrota”. Social Sciences Journal, Universidad de Cambridge, Reino Unido.

“Tras 15 años de intervenciones vergonzosas en cuanto foro internacional hay, Uruguay logró por fin lavar su imagen ante el mundo. Pero el discurso del presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou, no sólo marcó una diferencia con sus limitados antecesores izquierdistas: también les sacó varios cuerpos de ventaja a los de otros mandatarios, como Joe Biden, Emmanuel Macron y Angela Merkel. Y no es que las intervenciones de estos líderes mundiales hayan tenido algo malo. Ocurre, simplemente, que en el mundo de hoy no hay presidente alguno que pueda igualar la claridad, contundencia argumental y entereza moral de Lacalle Pou”. La Nación, Costa Rica, con los servicios de El País, Uruguay.

“¡Escándalo! El presidente uruguayo dio su discurso ante la ONU subido a un banquito”. Granma, Cuba.

“Era evidente para cualquiera que debajo de su traje formal, Lacalle Pou escondía unos bíceps muy bien desarrollados, abdominales marcados y pectorales perfectos. El presidente le demostró al mundo que sabe combinar con sabiduría una exigente rutina en el gimnasio, la inclusión de proteína de soja y maltodextrina a su dieta y, por supuesto, la práctica regular del surf. ¡La próxima vez nos gustaría verlo sin camisa!”. Men's Health, edición en español, España.

“Los uruguayos suelen quejarse de que los confunden con los argentinos. ¡Cómo nos gustaría en estos momentos a los argentinos que nos confundieran con los uruguayos! Ir por el mundo con el estigma de pertenecer al mismo país que Alberto Fernández es una experiencia penosa y humillante. Poder presentarse ante las personas de otros países como alguien originario del mismo país que Lacalle Pou, en cambio, es algo que llenaría de orgullo a cualquier habitante del planeta. No sólo por sus ideas, sino también por su apariencia. Es claro que tomar todas las mañanas el dióxido de cloro que le recomendó Viviana Canosa fue una decisión muy sensata, propia de un estadista de primer nivel”. Clarín, Argentina.

“Durante los pocos segundos que pasaron entre la crítica del presidente Lacalle Pou a los países que violan los derechos humanos y la aclaración de que se refería a los que además empobrecen a su pueblo, la estrategia comercial de China para el Mercosur pareció derrumbarse. Desde el punto de vista narrativo, el presidente uruguayo mostró una gran solvencia para manejar el suspenso y las vueltas de tuerca”. Dongguan Times, China.

“De las playas y la marihuana a las playas y la libertad responsable. ¿Cómo hizo Uruguay para transformarse en un destino aburrido?”. Trip Advisor.