Sólo hay papel higiénico de oro

Catar es uno de los países con el ingreso per cápita más alto del mundo y eso se nota hasta en los más mínimos detalles. Desde hace cinco años el papel higiénico no se fabrica con papel propiamente dicho, sino con oro laminado. Este cambio trajo gigantescos problemas para la salud pública, entre ellos una pandemia de irritación anal jamás antes vista por la civilización humana. El sheikh Tamim bin Hamad Al Thani no permitió que se reinstaurara el uso de papel de verdad, aunque tácitamente se acepta que la gente se limpie el trasero con billetes de 100 dólares.

Está prohibido burlarse de los camellos

Uno de los primeros reflejos de los turistas occidentales cuando llegan a Catar es burlarse de las jorobas de los camellos. Esto ofende profundamente a los habitantes del emirato, quienes consideran que no está bien burlarse de estos camélidos simplemente por su condición de discapacitados. La pena por burlarse de un camello es de diez años de “trabajo comunitario”, que en Qatar no es otra cosa que trabajo forzado.

Las mujeres son discriminadas

A diferencia de lo que ocurre en nuestros países, las mujeres cataríes ganan menos dinero que los hombres, cargan sobre sus hombros el peso del cuidado de los niños, adultos mayores y discapacitados, no pueden vestirse como se les da la gana y están expuestas a la violencia machista. En los últimos años algunas mujeres han comenzado a reclamar por la igualdad de derechos, pero la sociedad catarí, haciendo gala de un primitivismo impensable en el mundo occidental, les aplicó el mote despectivo de “feminazis”. “Si yo viviera en un país como Uruguay no me estarían pasando estas cosas”, se lamentan las mujeres cataríes.

La gente muere por las naftas extranjeras

Así como a veces el prestigio de un producto aumenta cuando es caro, suele ocurrir que algo barato sea despreciado por los consumidores. Es lo que ocurre en Catar con la nafta local, que es una de las más baratas del mundo. Los habitantes del país están convencidos de que las naftas extranjeras son muchísimo mejores que las locales. Y entre las naftas preferidas por el público catarí, la uruguaya ocupa un sitial de privilegio. “Es muy cara, pero vale cada riyal. Cuando uno tiene ganas de darse un gusto, la nafta uruguaya es una excelente opción”, escribió la versión local de la revista Galería.

Tiene el primer estadio descartable de su historia

Catar tiene muy poca tradición futbolística, pero gracias a gigantescas inversiones pudo desarrollar la infraestructura necesaria para un Mundial. De todas maneras las autoridades del emirato saben que tener ocho estadios mundialistas es demasiado para su país, por lo que uno de los que construyeron para el torneo es totalmente descartable. Una vez terminado el Mundial, este estadio será transformado en una pelota de cartón de tres kilómetros de diámetro que se arrojará al golfo Pérsico. Las autoridades enfatizan que es muy importante que tras el último partido en este escenario deportivo la gente abandone las tribunas cuanto antes.

En carnaval se arroja petróleo a los transeúntes

A pesar de ser un país muy tradicionalista, la globalización ha permeado algunos aspectos de la vida cotidiana en Catar. El carnaval comenzó a celebrarse a comienzos de siglo, aunque con algunas adaptaciones locales. Una de ellas es que los tradicionales pomos de agua son rellenados con petróleo. Esta costumbre suele desconcertar a los turistas que visitan el emirato por esas fechas, y desde las embajadas extranjeras recomiendan llevar solamente ropa usada y a la que no se le tenga mucho cariño.