Se filtró un documento interno del Ministerio del Interior en el que se desarrollan los principales conceptos en los que se basa el plan del ministro Luis Alberto Heber para frenar el deterioro de la seguridad pública. A continuación, presentamos un resumen del texto.

1. ¿Qué entendemos por persona muerta?

El gobierno pretende redefinir los criterios que se usan para establecer si una persona está efectivamente muerta y si puede, por lo tanto, ser incluida en las estadísticas de homicidios. “Hay gente que no muere, porque se queda en el corazón de las personas, como dijo Alejandro Dumas. Entonces, si no están muertos, no podemos contarlos como homicidios”.

2. La guerra es un abuso. El hambre es un abuso.

Hasta ahora, el discurso de Heber y su antecesor Jorge Larrañaga sobre las denuncias de abuso policial aseguraba que son intentos de dañar la imagen de la Policía, pero ante el aumento de casos documentados desde el Ministerio del Interior se denunciará la “exageración” en la que se cae cuando se denuncia un abuso policial. “¿Abuso? La guerra es un abuso. El hambre es un abuso. Pegarle un par de garrotazos a alguien es una reacción humana”, se responderá a las acusaciones.

3. Habilitar la caza nocturna fue un error.

Si bien el objetivo no es responsabilizar directamente a las balas perdidas de los cazadores por algunas muertes, la idea será puesta arriba de la mesa cada tanto. “No sé si esta persona murió por una bala de un cazador de ciervos. No lo puedo afirmar, pero tampoco lo puedo negar. Nosotros siempre estuvimos en contra de la caza nocturna. Se están perdiendo vidas humanas. Paremos con esta locura, por favor”.

4. La mejor política carcelaria es la que no existe.

Desde muchos ámbitos se denuncia que las cárceles son “tierra de nadie” y que la falta de presencia policial en los módulos favorece la violencia. Pero este gobierno, como se recuerda, apuesta a la libertad como principio supremo, por lo que el plan de Heber descarta de plano cualquier “intervención orwelliana” en las prisiones. “Los presos se equivocaron, pero eso no es motivo para que papá Estado se meta en lo que hacen dentro de sus celdas”.

5. Todas las vidas importan.

“Desde la oposición nos reclaman políticas para evitar los homicidios, pero ¿qué pasa con las muertes por accidentes de tránsito? ¿Y los infartos? ¿Y los suicidios? ¿Esos no son importantes? Todas las vidas importan. Dejen de intentar dividir a los uruguayos”, se responderá cuando no haya argumentos para defender la gestión policial.

6. El hombre es el lobo del hombre.

Luis Lacalle Pou dijo: “Yo no creo que el hombre sea el lobo del hombre, es al revés”. Esto quiere decir que el hombre es el lobo del hombre. Dañarse está en su naturaleza. Hasta que no logremos que el hombre deje de ser el lobo del hombre y pase a ser el lobo del hombre, pero en una buena, los homicidios van a seguir ocurriendo.

7. La lógica es un espejismo.

Desde el gobierno se afirma que el número de homicidios durante las administraciones frenteamplistas evidenciaba que la gestión en seguridad pública era un fracaso, en tanto que la cantidad de muertos en el presente período indica que la gestión es un éxito. Quienes señalen que hay una contradicción en este razonamiento recibirán como respuesta que la lógica no está en la naturaleza, sino que es un invento humano, por lo que está cargada de subjetividad.

8. Los narcos uruguayos no hacían estas cosas.

Apelar a la excepcionalidad uruguaya suele dar resultados ante la opinión pública, y si además se apuesta a un pasado en el que las cosas eran mejores no hay manera de fallar. “Los narcos uruguayos eran criminales, pero no llegaban a estos niveles de salvajismo. Esto es diferente. Si queremos seguir dejando entrar a venezolanos y dominicanos, está perfecto, pero tenemos que ser conscientes de que va a haber consecuencias”.