ALGUNAS IDEAS PARA COMBATIR LA CARESTIA Autorizar venta de hojillas sueltas Fumarse un tabaquito se está volviendo algo suntuoso. Es caro y, encima, cuando uno ni siquiera terminó de armárselo ya se aparece un plancha de entre las tinieblas con su “no tené’ un tabaco amío”, y así en cada cuadra. No hay presupuesto que aguante. Si se tiene plata para tabaco no alcanza para las hojillas y viceversa. La venta de hojillas sueltas puede ser una buena solución. A peso cada una, o diez pesos la docena de Job. Y por unos vintenes más, el almacenero te los entrega armados y lambidos por él mismo. Estimular el reciclaje de preservativos usados Con el precio que tiene la cajita de Prime no hay quien pueda echarse un polvete, y si bien con los fríos que están haciendo difícilmente alguien ande con ganas de sacarse toda la ropa, nunca falta el libidinoso, la libidinosa o le libidinose al que se le alboroten las hormonas y quiera hacer pelear los bichos o sacudir el felpudo. Por eso se está estudiando la posibilidad de recurrir al preservativo retornable, que luego de una buena lavada vuelve al mercado a un precio sensiblemente menor. Y cambien esa cara de asco, que peor es no usar nada y terminar gastando una fortuna en pañales, jueguitos del Parque Rodó, meriendas compartidas, regalitos de cumpleaños para amiguitos de la escuela y Ritalina. Creación del boleto de 15 minutos Subirse a un 103 ida y vuelta todos los días es algo que solamente Juan Sartori y pocos uruguayos más pueden hacer. Y no todos contamos con bicicleta, porque muchos la vendimos hace dos semanas para comprar menudos de pollo para el gatito, al que no tuvimos más remedio que comernos hace una semana. Sensibilizadas por el tema, las autoridades departamentales estarían viendo con buenos ojos la implementación del boleto de 15 minutos, que serviría para acercarnos un poco a nuestro destino por un costo mucho menor que el boleto común, y además dándonos la posibilidad de hacer ejercicio y combatir el frío mediante la calentura por tener que caminar. Regresa la yerba de ayer secada al sol Este recurso, muy utilizado durante las crisis del siglo pasado, quedó inmortalizado en las letras de tango. Ahora, con la llegada de una nueva crisis, las autoridades quieren reflotarlo. La idea es recolectar la yerba que se tira en Pocitos y Punta Carretas para que pueda ser secada y vendida suelta en los almacenes donde compra el pobrerío. Si se administra bien, por ejemplo, dándole una chupadita al mate de mañana y otra de tarde, y evitando convidar a nadie con la excusa del aumento de casos de covid, una bolsita de 100 gramos de yerba reciclada duraría hasta una semana. Distribución de marihuana estatal que no da bajón de hambre Es una de las mayores causas de la proliferación de ollas populares en nuestro país; la gente fuma porro y cuando le viene el bajón resulta que no le alcanza el presupuesto para comer un alfajor Marley ni nada bajonero, así que termina en la cola de una olla, táper en mano. Esta es otra de las críticas que hizo el presidente Lacalle Pou a la ley que regula la marihuana en su entrevista con la BBC de Londres. Por eso el Estado va a distribuir una marihuana que pega pero no te deja con ganas de comerte una vaca. Porque se sabe que las vacas están muy caras. Al asado le sacan el IVA, pero la nalga, los chinchulines, los riñones, las morcillas y todas las cosas que aparecen adentro de la vaca cuando la abren, siguen siendo carísimas. Gustavo Fripp.