Seguridad social

El plebiscito que busca derogar la reforma de la seguridad no es impulsado por todo el Frente Amplio, sino únicamente por los sectores en donde hablar de inflación o déficit fiscal está mal visto. Estos grupos enfrentaron críticas no sólo del ala tecnócrata, sino también de grupos más radicales, pertenecientes al extrarradio de la racionalidad y que pretendían un mayor alcance final del plebiscito. Concretamente, sugerían que, además de eliminar las AFAP, había que aprovechar la ocasión para resetear por vía legislativa el sistema capitalista hasta el siglo XV, un poco antes de la Revolución Industrial, para hacer la revolución proletaria desde cero.

Usura

Como se sabe, la plataforma de Cabildo Abierto tiene puntos sospechosamente parecidos a los que llevaron al poder en Alemania a cierto movimiento político de los años 30 del siglo pasado. Algunos de estos puntos son la lucha contra el internacionalismo comunista, la degeneración moral en la cultura y los usureros. Al no poder reformar la Constitución para prohibir las dos primeras cuestiones, los liderados por Guido Manini Ríos decidieron concentrarse en la tercera. Por cuestiones de estrategia geopolítica, el líder cabildante eliminó el prefijo “judíos” del término usureros y les pidió encarecidamente a sus dirigentes y militantes que no lo usen por si hay alguien grabando.

Allanamientos nocturnos

Una de las particularidades de este plebiscito es que implica elegir entre tres papeletas en lugar de dos. El voto por no continúa la prohibición de ingresar a los hogares por la noche, el voto por habilita esta práctica y la opción dale gas deja a criterio de los policías si es necesario cagar bien a palos a todos los miembros del hogar mientras duermen. Gustavo Zubía considera que la tercera opción es la que cumple mejor con el objetivo de dejar atrás “medio siglo de populismo derechohumanista, esa enfermedad que empezamos a sufrir cuando Juan María Bordaberry dejó la presidencia”.

Ingreso a intendencias

Tal vez el que propone transparentar los ingresos laborales a las intendencias sea el plebiscito más complejo de los que se votará en octubre. Ocurre que varios dirigentes consideran que lo que está en juego es un cambio muy radical que afecta a la autonomía departamental, por lo que correspondería resolverlo de forma independiente en cada localidad. “Estamos hablando de dejar atrás el feudalismo y eso va a afectar mucho la vida de nuestra ciudadanía. No podemos permitir que desde el centralismo montevideano se imponga un cambio de ese tipo a cada compatriota”. Así, es posible que haya 19 plebiscitos simultáneos, y que luego los sistemas políticos del país se bifurquen en distintas líneas temporales.