Cuando, en 2015, una de las más importantes editoriales de Estados Unidos decidió rescatar del olvido a Lucia Berlin, muerta hacía más de diez años, y publicar varios de sus cuentos en un solo volumen titulado A Manual for Cleaning Ladies, el éxito de ventas fue abrumador. Al año siguiente el Manual para mujeres de la limpieza era publicado por Alfaguara y conquistaba también a los lectores de habla hispana. La bellísima y brillante Berlin, madre de cuatro hijos, sobreviviente a tres matrimonios, a varios años de alcoholismo y a distintas clínicas de rehabilitación, llegaba a las vitrinas literarias para meterse a todo el mundo en el bolsillo con su prosa casual y divertida, con sus personajes descarados y trágicos, con sus escenarios siempre marginales y sus experiencias al mismo tiempo extravagantes y ordinarias.

Ahora llega Una noche en el paraíso (Alfaguara-Penguin Random House, $ 590), una nueva tanda de relatos, otra vez ambientados en geografías tan distintas como las de los barrios pobres de El Paso, la costa mexicana o los pasillos del Louvre en París, y una vez más Lucia Berlin deslumbra con una escritura que fluye con estremecedora naturalidad entre niños moquientos, madres agobiadas, jóvenes en vestido de noche y viudas que agradecen el día en que Dios, por fin, recordó a sus maridos y puso fin a sus sufrimientos.

Este volumen, publicado cuando el “fenómeno Lucia Berlin” ya fue metabolizado y su nombre definitivamente integra el canon de las letras estadounidenses, ofrece, además de los relatos que alcanzarían para justificarlo, un prólogo a cargo de su hijo mayor, Mark, un breve texto de presentación de la autora que hace las veces de epílogo y que firma Stephen Emerson (escritor y amigo de Lucia, editor de Manual para mujeres de la limpieza) y una lista de agradecimientos elaborada por Jeff, el segundo de sus hijos.