El gobierno de Austria aplicará 20 días de confinamiento ante un aumento de los casos de covid-19 en el país, después de que otras restricciones no fueran suficientes para frenar los contagios. Primero prohibió a quienes no estuvieran vacunados ir a locales de ocio y gastronómicos, después dispuso un confinamiento sólo para esas personas, y finalmente decidió aplicarlo a toda la población. La medida implica salir sólo para comprar lo necesario, hacer deporte o ir al médico, y el cierre de los comercios no esenciales.

El canciller austríaco, Alexander Schallenberg, anunció también la vacunación obligatoria a partir de febrero. “A pesar de meses de persuasión, a pesar de todas las campañas en los medios de comunicación, no hemos logrado convencer lo suficiente a la gente para que se vacune”, manifestó.

Explicó que los CTI enfrentan una situación crítica, y que el único camino para solucionarla a largo plazo es extender la vacunación, que sólo alcanzó a 66% de la población hasta ahora. Para su gobierno, ese porcentaje es una “vergüenza”.

Schallenberg consideró que “hay demasiadas personas que se han mostrado poco solidarias” y lamentó que haya partidos, como el ultraderechista FPÖ, que se oponen a la vacunación, una actitud que calificó como “un atentado contra el sistema sanitario”, según citó la agencia Efe. El jueves, este país de menos de nueve millones de habitantes registró 15.000 contagios nuevos.

Sin llegar a medidas de cierre como las austríacas, varios países europeos aumentaron sus políticas vinculadas con la pandemia debido al aumento de casos de covid-19. Uno de ellos es Alemania, cuyo Parlamento aprobó el jueves una iniciativa que incluye la obligación de presentar en el trabajo y el transporte público el certificado de vacunación o un test negativo, y que promueve el teletrabajo en los ámbitos en los que se pueda aplicar.

“La situación es más grave que hace una semana. Estamos en una emergencia nacional”, dijo el viernes el ministro de Salud alemán, Jens Spahn. El jueves en Alemania se registró un pico de 340,7 contagios por cada 100.000 habitantes, y los últimos siete días han sido los de mayor número de casos diarios. A su vez, la tasa de vacunación es poco más alta que la de Austria, con 67,9% de personas con la cantidad de dosis prevista.

También en Francia se requiere certificado sanitario, en este caso para ir a espectáculos, restaurantes y bares. Según el presidente francés, Emmanuel Macron, gracias a esa política hoy no se necesitan medidas de confinamiento. Además, en su país esta restricción disparó las tasas de vacunación desde que se comenzó a aplicar, en julio, y hoy 76,6% de la población está vacunada.

Como en otros países de Europa, los contagios en Francia aumentaron en las últimas semanas, en este caso a 119 por cada 100.000 habitantes, pero son muchas menos las personas internadas que las que hubo tiempo atrás: el jueves había 1.333 personas en CTI, frente a los 6.000 a los que se llegó en abril.

Según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, la situación epidemiológica es especialmente crítica en Croacia, República Checa, Grecia, Hungría, Polonia y Eslovenia, y siguen otros 17 países que generan una preocupación “alta”, entre ellos Austria, Bélgica, Alemania y Países Bajos. La preocupación es “moderada” para Francia, Portugal y Suecia, y “baja” para Italia y España. Sin embargo, el número de casos aumenta también en estos países. En España, donde 79% de la población está vacunada, el número de contagios subió el viernes más de siete puntos y llegó a 112 por cada 100.000 habitantes.

El gobierno italiano es otro de los que tienen a consideración nuevas medidas, entre estas extender la vacunación obligatoria a nuevos sectores. El subsecretario de Salud, Andrea Costa, manifestó: “Fuimos los primeros en introducir la vacunación obligatoria para el sector salud. Debemos reflexionar si hacerlo con otras categorías, la de quienes están en contacto con el público, como las fuerzas de seguridad o quien trabaja en la gran distribución”. Hasta ahora, 73,8% de la población está vacunada.

A su vez, en Portugal, donde la vacunación llega a 86%, el gobierno liderado por António Costa convocó el viernes por primera vez desde setiembre a epidemiólogos y otros expertos para analizar la situación ante un aumento del número de casos.