Luego de extender durante un día las negociaciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26, los 197 países reunidos en la ciudad escocesa de Glasgow presentaron el sábado un documento final que, según señaló el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, refleja los intereses, las contradicciones y el estado de la voluntad política en el mundo actual.

“Es un paso importante, pero no es suficiente. Debemos acelerar la acción climática para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados”, dijo Guterres en una declaración publicada al término del evento, que se extendió por dos semanas. El titular de la ONU agregó que es hora de pasar al “modo de emergencia”, poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares para financiar medidas tendientes a mitigar el impacto del cambio climático. 

El documento final de la COP26 pide a 197 países que informen sobre sus avances en pos de que haya una mayor ambición climática el año que viene en la COP27, que se celebrará en Egipto. 

Una enmienda de última hora introducida por China e India –dos de los principales países contaminantes del mundo– suavizó el lenguaje que había circulado anteriormente en un borrador del texto sobre “la eliminación de la energía de carbono no estabilizado y de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles”. En el documento final no se habla de eliminación sino de “reducción progresiva” del uso del carbón, algo que fue visto inequívocamente como un factor negativo.

Según se informó en el sitio oficial de la ONU, en cuanto a la cuestión de la financiación de los países desarrollados para apoyar a los países en desarrollo en la adaptación y la mitigación del impacto del cambio climático, el texto subraya la necesidad de movilizar la financiación climática “de todas las fuentes para alcanzar el nivel necesario para lograr los objetivos del Acuerdo de París, incluido el aumento significativo del apoyo a los países en desarrollo, más allá de 100.000 millones de dólares al año”, aunque en el documento no se expresan plazos ni detalles concretos para esta financiación.

Durante la última sesión plenaria de balance, muchos países lamentaron que el paquete de decisiones acordado no fuera suficiente. “Es un paso adelante, pero no está en línea con el progreso necesario. Será demasiado tarde para las Maldivas. Este acuerdo no trae esperanza a nuestros corazones”, dijo el principal negociador de Maldivas, pequeño Estado insular ubicado en el océano Índico que está padeciendo el aumento de los niveles del mar. Por su parte, el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, dijo que el texto “es una declaración poderosa” y aseguró que su país participará de forma constructiva en un diálogo sobre pérdidas y daños y adaptación, dos de las cuestiones en las que es más difícil llegar a acuerdos.

Descontento general

Las organizaciones ecologistas manifestaron estar “insatisfechas” con los resultados de la COP26, que calificaron de faltos de “ambición” y “sumisos”, lo que generó que haya tras el evento una sensación de “descontento general”.

Según consignó el portal Europa Press, para una de estas entidades, Amigos de la Tierra, la falta de ambición y de justicia climática en el documento de Glasgow se aleja del objetivo de limitar el incremento de la temperatura global a 1,5 ºC para el final del siglo y condena “aún más” a los países del Sur global. Además, acusa a los países más contaminantes de presionar para impedir avanzar en la eliminación de los combustibles fósiles y de continuar abriendo la puerta a las falsas soluciones.

Asimismo, Amigos de la Tierra considera que la falta de acuerdos en materia de financiación permite a los más contaminantes seguir evadiendo su responsabilidad histórica y olvidar la justicia climática, y que el acuerdo sobre los mercados de carbono provocará mayores emisiones y supone una amenaza para los países que ya sufren los peores impactos.

“Posiblemente la cumbre más excluyente de la historia, tras un inicio marcado por las grandes declaraciones al margen de las negociaciones y consideradas por muchos como promesas vacías y los continuos bloqueos de los países más contaminantes durante las dos semanas de negociaciones, que han provocado que la COP26 suponga un retroceso para la lucha climática”, dijo la responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, la española Cristina Alonso.

Por su parte, Ecologistas en Acción lamentó que el encuentro de Glasgow haya ignorado a millones de personas afectadas por el cambio climático y afirmó que el documento final de la COP26 “prorroga lo improrrogable” y pospone “todas” las medidas necesarias.