La cumbre del clima de Naciones Unidas llegó a su último día oficial con dificultades para acordar una declaración firmada por los 197 países participantes, y se dispuso una prórroga hasta este sábado para seguir dialogando. Afuera, en las calles de Glasgow, varios cientos de manifestantes acusaban a los gobiernos de “inoperancia climática” y afirmaban que se dio una “débil respuesta” a una crisis grave.

El borrador para un acuerdo publicado el viernes generó polémica, en particular por el cambio que se hizo en un párrafo sobre hidrocarburos. Un borrador anterior, divulgado el miércoles, llamaba a los países a “acelerar el fin del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles”, mientras que el nuevo sólo pide “acelerar la eliminación del carbón sin sistemas de captura de carbono”. Del mismo modo, en lugar de llamar a eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, habla de terminar con “los subsidios ineficientes”, según citaron el diario The Guardian y la agencia Efe. Esos pequeños cambios pueden habilitar a algunos países a mantener subsidios para la población o directamente aplicar una política de mantenerlos en general.

El viernes el enviado especial de Estados Unidos para la crisis climática, John Kerry, se refirió a este punto y manifestó: “Cada año nos cuesta encontrar dinero [para otros fines], pero 2,5 billones en los últimos cinco o seis años fueron a subsidios para combustible fósil. Esa es la definición de locura”.

Representantes de las organizaciones Greenpeace, Oxfam y Amigos de la Tierra Internacional cuestionaron las limitaciones que a su entender impusieron países productores de petróleo y los dependientes de este tipo de energía. La directora de Greenpeace, Jennifer Morgan, dijo que el punto sobre los hidrocarburos “se ha debilitado de manera crítica”, aunque destacó que al menos seguía allí. La mención explícita a los combustibles fósiles no estuvo presente en otras cumbres de la ONU en borradores de resolución.

Por otra parte, Morgan consideró que este borrador les da un mayor reconocimiento a las necesidades financieras de los países en desarrollo para adaptarse a la reducción de emisiones. Ese era uno de los asuntos en discusión el viernes, el del aporte económico de los países más ricos a los más pobres para una transformación energética. También estaba sobre la mesa la posibilidad de compensaciones a los países en desarrollo por el impacto que ya tiene en su territorio un calentamiento global al que contribuyeron en una medida mucho menor que otros estados.

En el texto se manifiesta “una gran decepción” por la falta de cumplimiento por parte de los países ricos de su compromiso” de “llegar a un aporte total de 100.000 millones de dólares anuales para apoyar a los países más pobres, y se los llama a alcanzar esa cifra antes de 2025”. Según el documento elaborado por Reino Unido, anfitrión de la cumbre, se “insta” a los países más ricos a cumplir “con urgencia y por completo” con ese compromiso. En el Acuerdo de París, de 2015 se acordó que para 2020 se contaría con 100.000 millones anuales para apoyar a los países más pobres en cuanto a las transformaciones necesarias para mitigar el cambio climático, pero no sucedió. “Agradezco los avances en financiación” a los que se llegó en esta cumbre, “pero el texto todavía no está completo a pesar de las extensas discusiones”, dijo el viernes el presidente de la COP26, el ministro británico de Medio Ambiente, Alok Sharma.

En otro de sus puntos, el documento pide que los gobiernos “revisen y refuercen” sus objetivos de mitigación de emisiones para 2030, de cara a la próxima cumbre, la COP27, en 2022. En cuanto a aquellos que todavía no hayan presentado metas, llama a establecerlas, y reafirma el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. El documento no fija metas en acciones ni en fechas, y si bien dice que la ONU revisará el cumplimiento de los objetivos que se establezcan, no cuenta con mecanismos para exigirlo. Por eso los activistas por el medioambiente señalan que buena parte de lo que resulte de este acuerdo dependerá de la voluntad de los países ricos.

El jueves la red de organizaciones ecologistas CAN pidió que se termine con el tabú sobre “la erradicación del combustible fósil”, que todavía se mantiene en las negociaciones como la que está en marcha en Glasgow y en las declaraciones como la que debería surgir de la cumbre.