Frente a una Plaza de Mayo colmada de gente, el presidente argentino, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, celebraron el viernes el Día de la Democracia, a 28 años del final de la dictadura. En el acto estuvieron presentes, sentados junto ellos, Luiz Inácio Lula da Silva y José Mujica.

“Recuerden la fecha”, dijo Mujica, “cuiden lo que tienen, la democracia no es perfecta y no puede serlo, porque los humanos no somos perfectos, pero hasta ahora no hemos encontrado un sistema mejor”.

A su vez, Lula agradeció el apoyo que le dieron dirigentes políticos argentinos cuando estaba en prisión en Curitiba. En particular agradeció a Alberto Fernández, que “tuvo el coraje” de visitarlo en la cárcel “cuando era candidato”, y recordó que dijo públicamente que “estaba preso injustamente”.

Al respecto también habló Cristina Fernández, quien dijo que la politización de la Justicia es una modalidad de persecución utilizada hoy contra los dirigentes políticos del “campo popular”. “Esta vez no vinieron con botas, vinieron con jueces y medios hegemónicos. Se condena en los medios y se le pone el sello en la Justicia”, afirmó. Pero “el pueblo siempre vuelve, encuentra caminos para hacerlo”, agregó, y manifestó su esperanza de que también Lula vuelva a gobernar.

La vicepresidenta hizo hincapié en los logros del actual gobierno y de los que encabezaron Néstor Kirchner y ella. “Bajamos la deuda en dólares, le pagamos al Fondo Monetario Internacional [FMI], tenemos el salario mínimo vital móvil en dólares más alto de Latinoamérica [...]. En diez años, de 2002 a 2012, duplicamos la clase media en Argentina. Los peronistas generamos más clase media en Argentina que nadie. Y después se hizo la noche otra vez para la Argentina”, afirmó, en alusión a los años de gobierno de Mauricio Macri.

La vicepresidenta recordó que al asumir el actual presidente, el 10 de diciembre de 2019, se encontró “con el regalito de 44.000 millones de dólares” de deuda con el FMI. Asimismo, afirmó que “es desconfiada”, porque el FMI afectó a Argentina en diversos momentos. “Recuerdo cuando el presidente [Raúl] Alfonsín asumió la presidencia, un 10 de diciembre. Recibió un país que había quintuplicado su deuda externa, sin reservas en el Banco Central, con asonadas militares cada tanto, con 30.000 desaparecidos. Y en 1989 el FMI le soltó la mano al presidente Alfonsín y no pudo terminar su mandato”.

“Notifíquense, libertarios que nos van a venir a controlar las cuentas, cuánto ponemos y cuánto sacamos”, dijo Fernández, y afirmó que “a la Argentina no le faltan dólares, los dólares los llevaron afuera”. Por eso pidió que el regreso de los fondos en paraísos fiscales sea un punto de negociación con el FMI.

Fernández también le pidió al presidente que “convoque a todos los partidos con representación parlamentaria, para que todos le digan al FMI que no se va a aprobar ningún plan que no sea el que permita esta recuperación económica” que comienza a transitar Argentina.

El presidente le respondió durante su discurso: “Tranquila, Cristina, no vamos a negociar nada que signifique poner en riesgo el desarrollo en Argentina”, y agregó: “No tengas miedo, Cristina. Si el FMI me suelta la mano, voy a estar agarrado de la mano de cada uno de ustedes”.

El presidente afirmó, además, que todos los días se oyen voces en la prensa que piden que se acelere el acuerdo con el FMI, pero que va a tomarse el tiempo que haga falta para garantizar que el acuerdo le sirva a Argentina, “que el crecimiento que tuvimos este año no se detenga”.

A dos años de iniciado su mandato, Fernández recordó que a los 100 días de asumir el gobierno llegó el coronavirus a Argentina y alteró los planes de su administración. “No dejamos de cumplir las promesas, tuvimos que postergar algunos de los planes”, dijo. Además, reiteró que sigue en el mismo camino que dos años antes y llamó a que “los argentinos se sumen en esa marcha”.

“A Argentina la arreglamos entre todos o no la arregla nadie”, dijo Fernández, y pidió que “este mensaje no les llegue sólo a los miles y miles que están en esta plaza, sino también a los argentinos que están en su casa”.