Numerosas repercusiones tuvo el anuncio realizado el viernes por el presidente argentino, Alberto Fernández, sobre el acuerdo al que se llegó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la gigantesca deuda que el Estado tiene con el organismo de crédito.

Si bien aún se desconocen los detalles, desde el oficialismo y otras tiendas se valoró el acuerdo, mientras que desde otras se lo rechazó. En tanto, por el momento la vicepresidenta, Cristina Fernández, no se pronunció sobre el tema, algo que genera ciertos ruidos en la interna del oficialismo.

En diálogo con Página 12, el presidente Fernández dijo que “no celebro lo que firmamos. Esa no es la expresión correcta. Pero si el viernes no firmábamos, hoy no estaría hablando con usted sino analizando si decretábamos feriado cambiario el lunes”.

Por otra parte, y en la antesala de su viaje oficial a Rusia y China, el mandatario se mostró molesto con aquellos que sugieren que Argentina podría no haber arreglado con el FMI y sí, en cambio, apoyarse en estas dos potencias. “China y Rusia no son excepción. Se equivocan los que creen que podemos arreglar con ellos a espaldas del resto del mundo; no entregan nada si no se está en regla con los organismos internacionales de crédito”, enfatizó Fernández. Además, y apuntando a la oposición, Fernández dijo: “No provocamos la tragedia, la estamos reparando”.

También habló con Página 12 el ministro de Economía, Martín Guzmán, que dijo que no haber acordado con el FMI hubiera sido “dar un paso hacia lo totalmente desconocido”.

El jefe de la conducción económica del gobierno de Alberto Fernández también expresó que “no refinanciar las deudas y no pagar también hubiese significado un faltante de dólares en el país, y eso hubiese alterado las posibilidades de continuar el crecimiento, de generar empleo”. Sobre este punto, Guzmán dijo que como consecuencia del acuerdo no habrá un ajuste, porque el Estado no quitará recursos de la economía; lo que habrá será una reasignación de recursos del Estado.

Además, Guzmán, al igual que el presidente, dijo que no fue el actual gobierno el que acudió al FMI, sino que el que tomó el préstamo de 45.000 millones de dólares, el más grande otorgado en toda la historia de esa entidad crediticia, fue el que lideraba Mauricio Macri.

En medio de especulaciones, la vicepresidenta Fernández no se pronunció sobre el tema. Tal como recordó eldiario.ar, en una carta pública publicada en noviembre, la exmandataria había advertido que la negociación con el FMI dependía del presidente y que la decisión que se tomara podría implicar “un cepo al desarrollo” del país. El silencio de la líder no implica que el kirchnerismo no vaya a votar a favor del acuerdo, que será puesto a consideración del Congreso en marzo. De hecho, varios referentes de este sector del peronismo, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, y Alicia Kirchner, gobernador de Santa Cruz, apoyaron la medida tomada por el mandatario.

Desde el sector sindical, la Confederación General del Trabajo manifestó su satisfacción con los términos en los que se alcanzó el acuerdo. En un comunicado consignado por Infobae, la entidad sindical expresó que “nuestro gobierno mantuvo con firmeza el compromiso de defender las políticas sociales, laborales y de seguridad social de nuestro país, y por ello expresamos nuestro apoyo al acuerdo”.

Por su parte, la principal coalición de la oposición, Juntos por el Cambio, en un escueto comunicado valoró positivamente el acuerdo, aunque al mismo tiempo manifestó que espera conocer los detalles de la negociación con el FMI para determinar si la apoyará o no cuando se vote en el Congreso.

Desde los polos del arco político, tanto desde la izquierda como desde la derecha, se manifestó, aunque por razones diametralmente opuestas, el rechazo al acuerdo.

La diputada del Frente de Izquierda por la provincia de Buenos Aires Romina Del Plá dijo que ningún representante de su sector votará a favor del acuerdo. Según la dirigente izquierdista, la contraída por el Estado argentino con el FMI “es una deuda ilegítima y usuraria que pretenden pagar con el hambre del pueblo”. En una entrevista con la radio Rivadavia, la legisladora agregó que “esta deuda ya se viene pagando, y lo están haciendo trabajadores y jubilados”. “Lo que viene por delante no es una mejoría, sino padecer este ajuste”, aseveró.

Por su parte, desde La Libertad Avanza, el sector ultraliberal que encabeza Javier Milei, se expresó mediante un comunicado: “No vamos a acompañar esta porquería de acuerdo con el FMI porque representa el modelo del fracaso argentino en que la casta política nunca ajusta y siempre termina destruyendo al sector privado”.