El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció que visitará “en los próximos días” dos instalaciones nucleares en Ucrania para verificar si tiene sustento la acusación de Rusia acerca de que el gobierno ucraniano prepara una bomba sucia. El director general del OIEA, Rafael Grossi, dijo que se buscará “detectar cualquier desvío de material nuclear, cualquier producción o procesamiento no declarado de material nuclear en los dos lugares y garantizar que no haya materiales ni actividades nucleares no declarados”.
El jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió que la visita se lleve a cabo pronto, porque “Kiev hace todo lo posible para borrar los rastros”. Según las agencias Ukrinform y Efe, los expertos del OIEA visitarán el Instituto de Investigaciones Nucleares de Kiev y una planta procesadora de minería de la región de Dnipropetrovsk.
Rusia realizó el miércoles ejercicios militares en los que ensayó un “lanzamiento nuclear masivo por parte de las fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”. Esos ejercicios fueron supervisados directamente por Putin. Las maniobras involucraron movimientos por aire, mar y tierra.
“Los objetivos previstos durante los ejercicios de las fuerzas estratégicas de contención han sido cumplidos en su totalidad. Todos los misiles alcanzaron sus objetivos”, comunicó el Kremlin. Las fuerzas rusas lanzaron misiles balísticos y de crucero desde el submarino atómico Tula, sistemas de misiles intercontinentales y dos bombarderos. Fueron los primeros ejercicios de este tipo desde que se lanzó la invasión a Ucrania.
Las maniobras se llevaron adelante, justamente, después de que Rusia acusara a Ucrania de tener intenciones de utilizar una bomba sucia –una bomba no nuclear pero capaz de dispersar material radiactivo– en su propio territorio para responsabilizar luego a Moscú. “Tenemos información que prueba que existe la amenaza del uso de una bomba sucia por Ucrania. Tenemos información que dice que Ucrania se prepara para ese sabotaje terrorista”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. También Putin se refirió a las acusaciones y dijo que Occidente sigue brindando armas a Ucrania y “hace caso omiso a las declaraciones de Kiev sobre la intención de hacerse con un arma nuclear”.
Según Ucrania y la OTAN, la acusación, que fue llevada por Rusia ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no sólo es falsa sino que puede anticipar el uso de una bomba de ese tipo por parte de Moscú en territorio ucraniano. En respuesta, Ucrania pidió la visita del OIEA para descartar esas denuncias. Grossi se reunió el jueves con el Consejo de Seguridad de la ONU y dijo luego a periodistas que las denuncias planteadas ante el OIEA fueron tomadas en serio porque provenían de “un alto oficial ruso”.
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo que había hablado con su par estadounidense, Antony Blinken, y que coincidieron en que “la campaña de desinformación de Rusia sobre la bomba sucia podría tener como objetivo crear un pretexto para una operación de falsa bandera”, es decir, una operación secreta diseñada para responsabilizar a otro país.
A su vez, el presidente estadounidense, Joe Biden, se refirió a este asunto y dijo que “Rusia estaría cometiendo un error increíblemente grave si usara un arma nuclear táctica”, según citaron las agencias Bloomberg y Europa Press.
También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se refirió a este asunto: “Rusia ahora afirma falsamente que Ucrania se está preparando para usar una bomba sucia radiológica en su propio territorio. Los aliados de la OTAN rechazan esta acusación transparentemente falsa”. Dijo que “Rusia a menudo acusa a los demás de lo que pretenden hacer ellos mismos” y agregó que se trata un “patrón” de comportamiento que ya se observó “de Siria a Ucrania”. Agregó que Moscú “no debe usar falsos pretextos para una mayor escalada”. Por su parte, Putin dijo que para su país no tiene sentido “político ni militar” utilizar armas nucleares en Ucrania.
La capacidad destructiva de una bomba sucia es menor que la de un arma nuclear, pero de todos modos significa una amenaza grave por la contaminación radiactiva que puede causar. Moscú ya había acusado a Ucrania de querer convertir la planta nuclear de Zaporiyia en una bomba nuclear sucia al bombardear sus instalaciones, algo de los que ambas partes se responsabilizan mutuamente.
Con respecto a la planta de Zaporiyia, controlada por Rusia, el director del OIEA manifestó su preocupación por la posibilidad de que ocurra una “confusión” en la cadena de mando que “podría afectar negativamente a la seguridad nuclear”. Señaló en un comunicado que “el personal ucraniano sigue operando la planta, pero ahora hay más personal técnico ruso trabajando en el sitio”.
“Por ejemplo, el personal operativo ucraniano de alto nivel había planeado volver a poner en marcha la unidad 5 del reactor, pero actualmente sigue en modo de parada en caliente ya que los funcionarios rusos no han accedido a ponerla en marcha de nuevo”, afirmó.