Los países más vulnerables al cambio climático exigieron en la COP27 que las negociaciones para un acuerdo incluyan las pérdidas y daños, es decir, compensaciones para los países en desarrollo que sin ser responsables de las emisiones sufren sus efectos. El viernes la cumbre del clima en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij llegó a su último día oficial sin un acuerdo sobre la resolución final, por lo cual los negociadores seguirán dialogando este fin de semana.

El jueves se conocieron los primeros documentos oficiales propuestos como resolución de la cumbre, que no tenían referencias a las pérdidas y daños pese a que este asunto fue centro de buena parte de las discusiones.

El G77, grupo formado por los países en desarrollo, reclamó que la COP27 manifieste la “decisión política” de crear un fondo internacional para atender la situación que sufren estos países. Así lo pidió la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, como representante del G77.

En torno al tema se discute si se debería crear un fondo o abordarse esa situación desde otros ámbitos ya existentes. Según Muhamad, el G77, que reúne a 130 países, está “unido en este proceso” y “deliberando conjuntamente” en torno a ese objetivo, citó la agencia de noticias Efe. “Se quiere que haya una decisión política sobre la necesidad de establecer este fondo de pérdidas y daños, y que tenga unos recursos predecibles y concretos. Y, por lo tanto, no enmarañar el texto con un montón de posiciones técnicas y desarrollos, sino que sea un texto simple, con una posición política clara y una decisión proactiva de crear este fondo de pérdidas y daños”, dijo.

De acuerdo con la agencia, así respondió Muhamad a una propuesta de la Unión Europea que condiciona el fondo a que se enmarque en una serie de medidas que incluyan reformas en los bancos multilaterales de desarrollo y a que los aportes provengan “de una base amplia de donantes”. La Unión Europea no está dispuesta a aceptar un fondo que atienda a los países en desarrollo según la clasificación establecida en 1992 en el Anexo I de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, porque allí se incluye entre los menos desarrollados a países como China, Qatar o Singapur.

Según informó la agencia AFP, los ministros facilitadores de esta negociación propusieron tres opciones. Una consiste en crear el fondo y complementarlo con apoyo financiero externo a la COP27, incluyendo la posibilidad de que los recursos provengan, por ejemplo, del Fondo Monetario Internacional, que brinda préstamos y no ayudas directas. Otra es que sea la COP28, prevista para el año que viene en Dubái, la que se encargue de crear un fondo para pérdidas y daños, y una tercera consiste en que en 2023 se acuerden sólo vías de financiación nuevas para ayudar a estos países.

Por otra parte, Muhamad dijo que Colombia también promueve que la declaración final de la cumbre mencione planes para que se cancele la deuda externa de países en desarrollo a cambio de acción climática. “Hoy Colombia paga 20% de su presupuesto anual en deuda externa. Si tuviéramos un alivio de deuda por acción climática, ese dinero podría entrar directamente a implementar su acción en adaptación, mitigación y pérdidas”, argumentó.

Otro colombiano, Francisco Javier Canal, representante del grupo de países que integran la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Paraguay, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá, Perú y Chile), dijo que el fondo para pérdidas y daños “debe establecerse en la COP27 y debe ser dotado de recursos financieros nuevos, adecuados, predecibles. [...] Tiene que ser financiación basada en donaciones y todos los países en desarrollo tienen que poder acceder a estos recursos”.

Por su parte, la ministra para el Cambio Climático de Pakistán, Sherry Rehman, dijo en representación del G77 y China que “no se busca arrinconar” a los países desarrollados, sino que se trata de que vean que “lo que hay que hacer es cerrar el abismo entre las promesas y las acciones”.

En cuanto a la mitigación del cambio climático, en los borradores que se negocian se propone llegar a 45% de las emisiones de 2010 en 2030 y al cero neto en 2050. Acerca de la reducción de combustibles fósiles, no se recogió la iniciativa de India de reducir la producción. También la Unión Europea manifestó que busca que la declaración final incluya la extinción progresiva de todos los combustibles fósiles que no cuenten con medidas de mitigación.