Con la firma de la “Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección” terminó el viernes la IX Cumbre de las Américas. 20 países, entre ellos Uruguay, se comprometieron a ampliar las oportunidades de migrar legalmente, entre otros puntos.

“Ninguna nación debe asumir sola esa responsabilidad”, dijo el anfitrión de la cumbre, el presidente estadounidense, Joe Biden. Destacó que la migración irregular no sólo se dirige a la frontera de Estados Unidos con México sino que a Colombia han llegado “millones” de venezolanos, y que los inmigrantes representan “10% de la población de Costa Rica”.

Uno de los países de origen de los migrantes, Haití, estuvo representado por el primer ministro, Ariel Henry, quien llamó a atender las causas de la migración. Señaló que su país necesita “inversiones masivas” para crear empleos estables, y al respecto afirmó: “Creo que el acento debe ponerse en particular en la busca de soluciones duraderas a estos problemas, que son la miseria, el desempleo, la falta de oportunidades, la desigualdad, la inseguridad y la inestabilidad política”.

Estados Unidos prometió ampliar hasta 20.000 su cuota de refugiados provenientes de países de América para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití.

Otros países de origen de los migrantes, como Venezuela, no estuvieron presentes en esta cumbre. La decisión de Washington de excluir a ese país, así como a Cuba y Nicaragua, fue un constante motivo de críticas a lo largo de la cumbre.

“O nos salvamos juntos, o nos vamos a hundir por separado [...] No podemos conformarnos con ser clubes excluyentes”, dijo el viernes el presidente de Chile, Gabriel Boric, que llamó a “dejar atrás la polarización de nuestro continente”. Durante su discurso en la segunda sesión plenaria del encuentro, señaló: “Debiéramos estar todos y no estamos todos”.

“Sería distinto sostener en un foro como este, con todos los países presentes, la urgente necesidad de la liberación de los presos políticos de Nicaragua o la importancia moral de terminar de una vez por todas con el injusto bloqueo de Estados Unidos a Cuba”, agregó.

La exclusión de los tres países motivó, a su vez, la decisión de no asistir a la cumbre de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, Bolivia, Luis Arce, y Honduras, Xiomara Castro. También fue motivo de críticas de varios participantes, como el presidente argentino, Alberto Fernández. “Quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente”, dijo Fernández el jueves.