Si algo marcó la primera vuelta electoral en Colombia es el rechazo a la política tradicional que ha gobernado el país. Los dos candidatos que pasaron al balotaje el domingo “son los que representan más claramente el cambio, aunque lo representan de formas muy distintas”, dice el politólogo Juan Carlos Rodríguez Raga, docente del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes. Señala que tanto el líder del Pacto Histórico, el izquierdista Gustavo Petro, como el de la Liga de Gobernantes contra la Corrupción, el derechista Rodolfo Hernández, representan “expresiones de descontento con la política”.

Consultado sobre si ese descontento será el eje de la campaña para la segunda vuelta del domingo 19, Rodríguez señaló que ahora “lo que tienen que hacer los candidatos es distinguirse entre ellos, darle un poco de contenido a ese cambio y mostrar que el cambio que cada uno propone es distinto y mejor que otro”.

Hasta la primera vuelta, hubo “grandes diferencias en las formas de comunicar de las dos campañas”, señaló. “Hernández claramente se ha enfocado en mensajes cortos, muy sencillos y repetitivos que tienen resultados. El mensaje fundamental es acabar con la corrupción, acabar con lo que llama ‘la ladronera’, es decir, que todos los políticos son corruptos. Él dice: no todos, pero sí la mayoría de los políticos son corruptos y yo voy a terminar con eso. Básicamente ese ha sido su mensaje”, dijo Rodríguez.

“Por otro lado, la campaña de Petro se ha empeñado en explicar propuestas económicas, propuestas de reforma pensional, de reforma al sistema de salud, etcétera. Entonces son mensajes más complejos, más difíciles de transmitir. No digo que no hayan funcionado, porque la izquierda el domingo pasado tuvo una votación histórica. Nunca había tenido tantos votos, nunca había ganado una vuelta presidencial, entonces el triunfador es Petro. Pero tal vez esté más cerca de su techo que Hernández, porque Hernández puede recoger todos los votos de la derecha que apoyaron a Federico Gutiérrez”, el tercero en votos.

La abstención y la segunda vuelta

Consultado sobre el impacto que puede tener el apoyo de los candidatos que no pasaron a segunda vuelta a los que siguen en carrera, Rodríguez señaló que si bien los votos no son transferibles tan linealmente, el respaldo sí puede expresar el sentir de los votantes. “Cuando apenas empezaba la noche del domingo, Gutiérrez anunció su apoyo a Hernández sin haber una negociación de por medio. Fue un voto más espontáneo, ideológico, antipetrista, que yo creo que sí expresa las preferencias de muchos de sus votantes. Habría que ver cuántos de los votantes de Gutiérrez se transfieren a Hernández no porque Gutiérrez lo haya dicho, sino porque tienen un sentimiento antipetrista muy fuerte”, señaló.

Otra cantera de votos se encuentra entre quienes se abstuvieron el domingo, cuando las elecciones tuvieron una participación de 55%. Sin embargo, Rodríguez señaló que esa participación fue de las más altas en Colombia en los últimos años. “Subir a partir de ahí me parece difícil. Yo me imagino que los candidatos están tratando de movilizar sectores afines que no votaron. Pero también es posible que votantes de candidatos que no pasaron a la segunda vuelta se abstengan o voten en blanco”, dijo el politólogo.

Al consultarle si una mayor participación beneficiaría a uno de los dos candidatos, Rodríguez respondió que eso es difícil de prever. “Por ejemplo, en la costa del Caribe, que parece favorable a Petro, la votación fue baja en comparación con el promedio nacional y en comparación con su participación histórica. Entonces yo diría que Petro podría tratar de movilizar a la gente de la costa del Caribe. Pero, por otro lado, cuantos más votantes de Gutiérrez se abstengan de votar en segunda vuelta más va a favorecer a Petro, porque esos votantes seguramente van a votar por Hernández. No se puede decir de una manera unívoca que más participación favorece a uno de los candidatos”, concluyó.

Aliados políticos

Quien resulte ganador de estas elecciones va a llegar a la presidencia sin mayoría parlamentaria. Al respecto, en el caso de Hernández, Rodríguez dijo que si bien puede contar con la afinidad ideológica con los partidos de centroderecha, “esos partidos no se movilizan o no apoyan a un gobierno sólo por afinidad ideológica, sino por negociaciones: a cambio de apoyo requieren algo. Y esa negociación puede ser difícil porque el mensaje fundamental de campaña de Hernández es ‘no negocio con clanes políticos’. Esa incoherencia puede ser costosa si tiene que negociar con los partidos y los políticos en el Congreso”, señaló.

“Para ninguno de los dos la gobernabilidad y el apoyo legislativo es fácil”, agregó el politólogo. “Petro tiene una bancada que es históricamente alta para un movimiento de izquierda pero que no le alcanza para tener mayorías. Yo creo que el tipo de coaliciones que se van a dar alrededor del que gane van a ser muy distintas dependiendo de quién resulte presidente. En el caso de Petro, me lo imagino más buscando alianzas con sectores afines ideológicamente. Tiene una bancada importante y eso puede ayudar. En el caso de Hernández es más una incógnita cómo sería esa negociación”.

Consultado acerca de cuáles son esos sectores que podrían aliarse con Petro, mencionó el Partido Verde, y señaló que si bien las relaciones entre ambos “son difíciles, ya una parte del Partido Verde parece estar con él”. A esos legisladores se agregarían “algunos sectores del Partido Liberal” y “las cinco bancas que tiene el partido Comunes de la exguerrilla de las FARC”.

“Por el lado de Hernández yo me imagino al Centro Democrático [el partido de Álvaro Uribe] como posible aliado, pero no creo que lo haga de manera gratuita”, señaló. Agregó que además del discurso antipolítica, a Hernández le puede jugar en contra de esos acercamientos que “ya ha hecho declaraciones de intimidación al Congreso, ha dicho cosas como ‘atrévanse a no apoyarme y yo los expongo ante la opinión pública y el pueblo, porque lo importante es el pueblo y no el Congreso’”. Rodríguez señaló que se trata de un discurso “claramente populista, peligroso”. Consultado acerca de los peligros que implica, mencionó “la desinstitucionalización, la falta de respeto por la separación de poderes”, y agregó: “Yo me imagino una relación muy tensa con el Congreso, con las cortes, incluso con el Banco de la República”. Señaló que “además de ser un outsider y antipolítico, [Hernández] también es muy amateur en política y eso puede ser muy complicado”. En el caso de Petro, la relación más difícil que tiene por delante en caso de ganar es la relación con “el sector militar, que en Colombia es muy ideologizado, muy antiizquierda”, señaló el politólogo.

En cuanto a Petro, Rodríguez dijo que “lo paradójico de esta segunda vuelta es que en la primera Petro era tildado de proponer cambios irresponsables y de ser el extremista, y ahora parecería estar abocado a mostrar una imagen mucho más moderada, mucho más volcada a lo establecido, ante un antipolítico como Hernández”. Consideró que “de alguna manera Petro tiene que cambiar ese discurso del antiuribismo, con el cual ha venido trabajando y expresándose en los últimos años para mostrarse como el más serio de los dos candidatos”.

Primeras encuestas

Se conocieron esta semana las primeras encuestas para la segunda vuelta electoral, que presentan un escenario con ventaja para el empresario de derecha Rodolfo Hernández. El estudio Tracking Presidencial, que mide la aceptación de los candidatos y tendencias de los votantes, concluye que la intención de voto de Hernández es de 52,5% frente a 44,8% de Gustavo Petro. A su vez, la encuesta del Centro Nacional de Consultoría para el Noticiero CM&, atribuyó una intención de voto de 41% a Hernández y de 39% a Petro, con un margen de error de 2,8%.