Cursos de formación distribuidos por los mayores promotores del homeschooling (educación domiciliaria) en Brasil alientan a padres y madres a pegarles a sus hijos “con calma y paciencia” como herramienta de enseñanza, revela una investigación de Agência Pública y openDemocracy.
Libros, sitios web y videos examinados por nuestras periodistas dan consejos sobre cómo azotar a niños y niñas y eludir la ley, evitando lesiones graves, marcas visibles y humillación pública. También afirman que quienes no castigan a su descendencia con “la vara” no aman ni a Dios ni a sus hijos.
Se prevé que el Congreso de Brasil apruebe este año un proyecto de ley para legalizar el homeschooling, una promesa del presidente Jair Bolsonaro en su campaña electoral de 2018, que causa la consternación de Unicef. Es algo largamente impulsado por altos cargos de su gobierno y grupos conservadores pese al tamaño insignificante del sector, que se estima cubre apenas 0,03% de la población en edad escolar.
El castigo físico en la educación fue ilegalizado en Brasil en 2014.
“Es en la escuela donde se descubre el abuso y la violencia”, dijo la diputada federal y educadora Sâmia Bonfim, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). “Sin acceso a la escuela, los niños que sufren violencia son todavía más vulnerables”. 81% de los abusos físicos a la infancia se cometen en el hogar, agregó.
Hay 46,7 millones de estudiantes concurriendo a escuelas primarias y secundarias de Brasil, según la oficina oficial de estadísticas Inep, mientras que 1,4 millones abandonaron las aulas.
Pero sólo 15.000 niñas y niños son educados en sus casas, según asegura la Asociación Nacional para la Educación Domiciliaria (ANED), el grupo más activo en la promoción del homeschooling y en la presión por su legalización en el Congreso federal y en órganos legislativos estatales y municipales.
“Con tantos problemas acuciantes en la educación, solamente un lobby poderoso explica que se apruebe un proyecto destinado a apenas 15.000 personas”, agregó Bonfim.
Azotar “con calma y paciencia”
Un curso en línea, escrito por el ex secretario nacional de derechos humanos de Bolsonaro, Alexandre Magno Moreira, les dice a padres y madres: “El castigo físico siempre debe tener una finalidad... es algo que debe hacerse con calma, paciencia, y dentro de situaciones específicas”.
El castigo físico “no puede poner en riesgo la vida o la salud del niño o del adolescente... no puede provocar vergüenza, humillación, o cualquier otro tipo de vejación para el niño”, agrega.
Moreira, que fue secretario de derechos humanos en 2019 y 2020 y director legal de la ANED entre 2010 y 2018, sigue siendo asesor legal de este grupo.
Está además vinculado a la organización ultraconservadora estadounidense Home School Legal Defense Association (HSLDA) e integró durante ocho años la junta directiva del Global Home Education Exchange, una plataforma para las actividades internacionales de la HSLDA.
El curso “Direito das famílias” (Derecho de las familias) está disponible en la plataforma de streaming Brasil Paralelo, apodada el “Netflix de la derecha”.
En el grupo de Moreira en Telegram, “La familia y sus derechos” (que cuenta con más de 10.800 suscriptores), se corrió el año pasado una encuesta sobre castigo físico; 51% de las 664 personas que la contestaron marcaron la opción “Sí, yo uso el castigo corporal (bofetadas, por ejemplo)”.
Una de esas personas escribió: “La vara de la disciplina mantiene a raya la necedad del corazón. Ellos [niñas y niños] deben entender que los pecados tienen consecuencias, y que la vara purifica el corazón”. Otra dijo: “Yo uso solamente la vara, nunca mi mano, chancleta o cinturón, la Biblia no nos enseña a usar esas cosas, pero sí la vara!!!”.
La Biblia como justificación
Fundada en 2010 y con sede en Brasilia, la ANED cabildea en forma directa ante el Congreso y coordina una red de representantes locales en varios estados brasileños.
La ANED no avala de forma explícita la violencia contra la infancia en sus comunicaciones oficiales, pero sí distribuye materiales de apoyo que lo hacen, vía el Clube ANED, un programa de descuentos para sus miembros que trabaja con 25 empresas asociadas. Al menos cuatro de esas empresas suministran literatura o materiales educativos que promueven o normalizan el castigo físico.
Una de esas empresas es dirigida por Flávia Saraiva, representante de la ANED en el nordestino estado de Bahía. Família que Educa ofrece libros y folletos sobre materias como matemáticas, ciencia y geografía, así como enlaces a videos de Youtube y a grupos de Telegram, entre ellos el canal de Moreira.
Otra socia de Clube ANED, HomeschoolariZando, da libre acceso a un sistema de almacenamiento en la nube con materiales educativos. Entre ellos hay versículos de la Biblia como este: “La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre”.
Kairós Consultoria Educacional –otra empresa asociada a la ANED que vende formación para las familias en educación domiciliaria– promueve el trabajo de la controvertida autora Simone Quaresma.
El libro de Quaresma, cuyo título en español sería Todo lo que las madres querrían saber sobre la disciplina bíblica, fue prohibido en 2020 por promocionar el castigo corporal. El libro recomienda usar mangueras de silicona para golpear a niñas y niños en lugares no visibles del cuerpo, y afirma que tan pronto el o la bebé pueda sentarse “usted debe comenzar con palmaditas suaves en la cola o en las manitos [...] Muy pronto, sin embargo, será hora de empezar a usar la vara”.
Este libro estuvo también en venta a través del Simpósio Online de Educação Domiciliar (Simeduc), una plataforma de productos de homeschooling propiedad de la activista de la educación domiciliaria Gaba Costa, quien contribuyó a introducir en Brasil el programa de homeschooling ultraconservador y cristiano Classical Conversations, de Estados Unidos.
Otra empresa socia de la ANED, Comunidade Educação no Lar, vende un curso en línea con dos módulos completos sobre autoridad, obediencia y castigo que incluyen pasajes del libro de Quaresma.
Más allá del libro, hay conferencias y textos de Quaresma que sugieren instruir a los niños sobre cómo responder preguntas acerca de la violencia física en el hogar; por ejemplo, que el castigo corporal es un asunto privado.
La autora también opina que la discapacidad no debería ser motivo para exonerar del castigo físico a niñas y niños.
El fallo judicial de 2020 también ordenó retirar contenidos sobre “disciplina bíblica” publicados por Quaresma en sus redes sociales y su sitio web, Mulheres Piedosas. Pero un texto publicado luego del fallo del tribunal y otros fechados en 2014 y que describen cómo usar la vara todavía se encuentran en ese sitio.
Quaresma nos dijo que no podía referirse a su libro pues está en “un litigio originado por la denuncia del ministerio público [fiscalía]”. Opinó que el homeschooling es una buena opción para las familias cristianas que no encuentran colegios religiosos que las satisfagan. Pero agregó: “La disciplina que enseña la Biblia no tiene nada que ver con el homeschooling. Son dos cosas completamente diferentes”.
Una tutora de Classical Conversations y orientadora de familias que educan en el hogar, que pidió no dar su nombre, nos dijo que castigar a la prole es una buena práctica bíblica.
“La Biblia dice ‘disciplina a tu hijo, pero no le mates con la disciplina’”, explicó. “La Biblia contiene versículos que nos ordenan usar la vara. Pero cuando decimos esto, las personas ajenas creen que hablamos de masacrar”. Hay madres y padres que “orientan a sus hijos privándoles de cosas que les gustan, otros usan la vara”, añadió.
Violencia contra la infancia
La violencia intrafamiliar contra niñas y niños es común en Brasil. Un estudio realizado en 12 estados del país por el Foro Brasileño de Seguridad Pública reveló que el “maltrato” fue el segundo delito más denunciado contra menores de 18 años (después de la violación) entre 2019 y 2021. La vasta mayoría de las víctimas (90%) tenían menos de 15 años.
Como “maltrato” se define el abuso ejercido como forma de corregir o disciplinar, según el Código Penal y el Código de la Infancia. El tercer delito más denunciado fue la lesión corporal en un contexto de violencia intrafamiliar. En total, el estudio estimó que se denunciaron 137 delitos contra menores de edad por día, con elevadas tasas de subregistro.
Solamente tres de las siete madres y padres que se dedican al homeschooling y que pudimos entrevistar para esta investigación opinaron que el castigo físico es cruel o indebido.
Una mujer de 38 años de la ciudad sureña de Florianópolis, que habló con nosotros a condición de no revelar su nombre, comenzó a educar a sus tres hijos en casa en 2018.
Ella no les pega, dijo, pero manifestó comprensión por “las familias que van a usar la vara de la disciplina, en el sentido de pegar agresivamente a sus hijos”, algo que no le parece problemático.
“Personas de todo tipo, más allá de sus creencias religiosas, van a actuar de la manera que les parezca mejor con el fin de educar a sus hijos”, agregó.
Pero una promotora evangélica del homeschooling que se pronunció en contra del castigo físico en un video de Youtube, y que pidió permanecer anónima para hablar con nosotros, alega que la Biblia ha sido malinterpretada.
“Si un líder religioso te dice que puedes golpear a un niño, entonces la gente cree que la disciplina bíblica consiste en golpear a sus hijos”, dijo. El problema es que muchos cristianos “prestan oídos a cualquier cosa anacrónica”, agregó.
El razonamiento de quienes ejercen o defienden el castigo físico, además de la justificación religiosa, es que las escuelas son también lugares donde la infancia puede sufrir abusos, incluso si están prohibidos por ley.
“Lamentablemente, hoy en día las escuelas están muy lejos de las expectativas, sobre todo desde la pandemia”, alegó una mujer de 34 años, graduada en pedagogía y madre de cuatro niñas y niños que habló con nosotros sin dar su nombre. Esta fuente citó también la “ideología de género” y la violencia en las escuelas entre las razones por las que decidió dedicarse al homeschooling en 2019.
El proyecto de ley sobre homeschooling de Brasil
La ANED viene desafiando desde 2010 la ley federal brasileña que hace obligatoria la asistencia a la escuela para toda persona menor de 17 años. Cabildea por la aprobación del homeschooling mediante leyes estatales y defiende ante la Justicia a padres y madres que educan a su prole en casa. Varias ciudades y dos estados, Santa Catarina y Paraná (2021), aprobaron este tipo de leyes, suspendidas luego por tribunales estatales.
En 2018, la corte suprema dictaminó que las familias no podrían retirar a sus hijos de la escuela para educarlos en casa hasta que no se aprobara una ley federal.
Pero la elección de Bolsonaro ese mismo año fue decisiva para fortalecer la postura de la ANED, según el sitio web de la organización. La legalización del homeschooling fue una de las principales promesas del presidente para sus primeros 100 días de gobierno.
Bolsonaro no cumplió esa promesa, pero este año revivió el tema apelando a su base electoral conservadora en el marco de su campaña para ser reelegido. Un proyecto para modificar la ley general de educación e introducir normas para el homeschooling fue rápidamente aprobado por la Cámara de Diputados en mayo y ahora se encuentra a estudio del Senado.
La iniciativa fue auspiciada por dos exintegrantes del gabinete de Bolsonaro, la pastora evangélica y ministra de la Mujer y los Derechos Humanos, Damares Alves, y el ministro de Educación, Abraham Weintraub.
“El homeschooling es un sueño y un derecho de toda familia”, escribió Alves en su cuenta de Twitter, junto a un video en el que llamaba a los votantes a exigir a sus representantes que aprobaran la ley.
Las normas propuestas para el homeschooling establecen que, como mínimo, el padre o la madre debe contar con educación universitaria o técnica o estar cursando esos estudios, y que sus hijas e hijos deben aprobar exámenes anuales de conocimientos, diseñados específicamente por las escuelas comunes.
Pero la legisladora Sâmia Bonfim, que votó contra este proyecto, dijo: “Sabemos que las escuelas no tienen condiciones para llevar adelante estas tareas”.
No existen garantías de que los padres que hagan homeschooling serán supervisados ni de que sus hijos serán examinados. “Es impracticable... No existen recursos materiales ni humanos para efectuar estas inspecciones. No hay personal docente entrenado para seguir a los estudiantes fuera de la escuela”, agregó.
Regreso a la Edad Media
Andrea Silveira Souza, investigadora de educación y religión en la Universidad Federal de Juiz de Fora, explicó: “El homeschooling se ha vuelto uno de los temas de discusión principales… para los grupos evangélicos conservadores que se oponen al secularismo y a la prohibición del adoctrinamiento religioso en la educación pública, dos fundamentos establecidos por la ley general de educación de 1996”.
Los métodos de enseñanza del homeschooling adoptados en Brasil son extranjeros. Los dos más citados son el estadounidense Classical Conversations y el de la educadora británica del siglo XIX Charlotte Mason. Ambos conectan el proceso de aprendizaje con principios bíblicos, y sus métodos de enseñanza se remontan a la Edad Media.
Un libro muy difundido es Ensinando o Trivium (la edición en español se titula Cómo enseñar el Trivium), de los autores estadounidenses Harvey y Laurie Bluedorn, que postula la exclusiva jurisdicción paterna y materna en la educación infantil y adolescente, y afirma que las escuelas son espacios que debilitan los lazos familiares y “crean intercambios culturales fuera del control de los padres”.
El Trivium –las “artes liberales” de la gramática, la lógica y la retórica– es un componente esencial de la educación clásica originada en la antigua Grecia y muy practicada en la Edad Media.
La influencia de la HSLDA
Pero la influencia extranjera más decisiva procede del grupo ultraconservador estadounidense HSLDA.
La ANED se jacta de sus conexiones con la HSLDA, que participó intensamente en el cabildeo ante el Congreso brasileño.
Este grupo fue fundado en 1983 por el abogado Michael Farris, actual presidente de Alliance Defending Freedom (ADF), la organización de activismo y formación legal involucrada en campañas contra el derecho al aborto y las personas LGBTIQ en Estados Unidos y el exterior, considerada un “grupo de odio” por la entidad especializada Southern Poverty Law Center.
La HSLDA cabildeó con éxito por la desregulación del homeschooling en todo Estados Unidos, habilitando a los padres a controlar la educación de su descendencia sin supervisión estatal. Reportes de prensa y numerosos testimonios de exestudiantes de homeschooling han expuesto historias de abandono, violencia y muerte.
“El castigo físico está generalizado en las comunidades evangélicas de homeschooling de Estados Unidos”, nos dijo el estadounidense Ryan Stollar, quien fue educado en su casa y es defensor de la infancia y de sobrevivientes de abuso.
La HSLDA, dijo Stollar, “cree muy firmemente en la idea de que los padres tienen estos derechos universales de criar a sus hijos como les parezca. Y el castigo corporal es probablemente el principal de los derechos parentales a los que se dedica la HSLDA”.
Al oponerse a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, el ex abogado principal de la HSLDA, Chris Klicka, dijo: “Si los niños tienen derechos, podrían negarse a ser educados en casa, además de que esto priva a los padres del derecho de disciplinar físicamente a sus hijos”.
Y el fundador de la HSLDA, Michael Farris, detalló por escrito por qué y cómo pegarles a niños y niñas en su libro How a Man Prepares His Daughter for Life (Cómo un hombre prepara a su hija para la vida).
La ANED, la HSLDA, GHEX, la ADF, Alexandre Magno Moreira, Flávia Saraiva, Editora Kairós y Comunidade Educação no Lar no respondieron nuestras solicitudes de entrevista.
Alice de Souza, Clarissa Levy, Mariama Correia, Diana Cariboni, de Agência Pública y openDemocracy. Este artículo fue publicado originalmente en portugués por Agência Pública y en español por openDemocracy.