Colombia tendrá a partir del domingo su primer gobierno de izquierda, encabezado por el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, al frente de una coalición que reúne a diversos partidos y movimientos sociales, el Pacto Histórico. Su llegada al gobierno será presenciada por delegaciones oficiales de varios países y por una multitud de colombianos. Los organizadores de la ceremonia de transmisión de mando prevén que más de 100.000 personas se reunirán en la plaza Bolívar y sus alrededores, en el centro de Bogotá.

La ceremonia incluye decenas de espectáculos y actos culturales en siete escenarios, según publicó el diario colombiano El Espectador. El Pacto Histórico informó que se propone así mostrar los “liderazgos y exponentes de la multiculturalidad, plurietnia, diversidad colombiana”. La coordinadora de comunicaciones del acto, Marisol Rojas, dijo que “la posesión presidencial de Gustavo Petro marca una nueva historia para Colombia porque no es la posesión de un presidente, es la posesión de los colombianos”.

Uno de los símbolos presentes en la ceremonia será la espada de Simón Bolívar. Según informó la agencia Efe, Petro dijo que en su acto de asunción se podrá ver “la espada desenvainada, no como símbolo de guerra sino, como dijo su propietario cuando la desenvainó, que sólo se debería envainar cuando haya justicia en Colombia”.

Está previsto que asistan más de una decena de presidentes, entre ellos el chileno, Gabriel Boric, el argentino, Alberto Fernández, el boliviano, Luis Arce, el paraguayo, Mario Abdo, y el ecuatoriano, Guillermo Lasso.

Primeras medidas

Algunas de las prioridades del nuevo gobierno, sobre las que hizo avances incluso antes de asumir, son las de retomar los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y restaurar las relaciones con la vecina Venezuela, interrumpidas luego de que el actual gobierno colombiano reconociera al opositor Juan Guaidó como presidente venezolano.

Como un primer paso para la normalización de relaciones con Caracas, Petro envió en julio a su canciller designado, Álvaro Leyva, a reunirse con su par venezolano, Carlos Faría. Después del encuentro anunciaron que designarán embajadores apenas asuma el nuevo gobierno.

Otras señales de integración regional las dio Francia Márquez, que realizó una gira que la llevó a Brasil, Chile, Argentina y Bolivia. En Brasil se reunió con el expresidente y candidato favorito a ganar las elecciones de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, y en los otros tres países fue recibida por los presidentes. En Chile, Márquez anunció el apoyo de Boric a los diálogos de paz. “Saludamos con mucha alegría que el presidente Boric haya manifestado no sólo su disposición de acompañarnos en esa tarea del logro de la paz sino que ofrece su casa, Chile, como sede para los diálogos de paz entre el Estado colombiano y el ELN”, dijo.

Para Petro, retomar esas conversaciones con el ELN “es un primer objetivo que automáticamente traería menos violencia” a su país y a la región. Se trata, además, de otra medida que revierte una política del gobierno de Iván Duque, que dio por concluidas esas conversaciones después de un atentado atribuido al ELN contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, en 2019.

El líder del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro, también conocido como Antonio García, se manifestó dispuesto a retomar el diálogo en el punto en que fue interrumpido. “Luego de perder cuatro años, tenemos que reanudar. Es una deuda de [el actual presidente, Iván] Duque con la historia”, afirmó, según citó Europa Press.

Petro reconoció el ofrecimiento de Boric y dijo que también España ha manifestado “disposiciones alrededor de ayudar al proceso de paz colombiano”, pero se inclina a continuar los diálogos en Cuba, donde se negoció también la paz con la guerrilla de las FARC. “El gobierno cubano será quien diga si quiere mantenerse como anfitrión. A Cuba no le fue bien porque entonces lo convirtieron en la excusa para una ofensiva diplomática”, dijo Petro.

El jueves las disidencias de las FARC, conformadas por guerrilleros que no se plegaron al proceso de paz en 2016 o que retomaron las armas, también anunciaron su disposición a iniciar diálogos de paz con el nuevo gobierno y a acordar un cese del fuego. En un comunicado, los integrantes del llamado Estado Mayor de la guerrilla afirman que Petro y Márquez son “genuinos representantes de las aspiraciones de las clases populares”, y dicen que están “listos” para comenzar conversaciones, para lo cual designan al “camarada Iván Lozada”.

Reformas y medioambiente

Un logro del gobierno entrante fue asegurarse una mayoría de aliados en el Congreso, donde cuenta con el apoyo de varios partidos políticos y reúne así el respaldo necesario para impulsar sus políticas. Entre las principales iniciativas se encuentran una reforma tributaria que apunte a gravar a evasores y personas con ingresos altos, una reforma agraria, una educativa y una energética.

Para los primeros 100 días de gobierno, el equipo de transición del Pacto Histórico hizo una serie de recomendaciones. Según informó el diario colombiano El Heraldo, incluyen las de estudiar las tarifas de la energía eléctrica y el gas para los usuarios, con el objetivo de revisarlas a la baja, crear el Ministerio de la Igualdad y establecer un marco regulatorio para el trabajo en plataformas digitales como Uber y Rappi.

A su vez, Petro ya había anunciado como algunas de sus primeras medidas la creación de una comisión internacional que investigue la corrupción en Colombia, impulsar el Acuerdo de Escazú, suspender iniciativas de fracking e instalar una moratoria minera. Durante esa moratoria, está previsto que se revise “el cumplimiento de las obligaciones mineras, ambientales y económicas por parte de los actuales concesionarios” y se diseñe un “nuevo modelo minero” que proteja el medioambiente.