En el acto de conmemoración de los 49 años del Golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el presidente chileno Gabriel Boric anunció la puesta en marcha del Plan Nacional de Búsqueda de detenidos desaparecidos durante la dictadura que encabezó Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
“Nos hemos comprometido a seguir buscando incansablemente a los detenidos desaparecidos”, expresó el mandatario en el acto desarrollado en el Palacio de la Moneda. Durante su discurso, Boric recordó a la figura del presidente Allende, cuya tumba visitó en la mañana del domingo junto a familiares del histórico líder de la Unidad Popular, pero también evocó el sufrimiento padecido, directa o indirectamente, por millones de personas durante la dictadura. “Hoy recordamos a Allende, pero no sólo a él”, agregó el jefe de Estado.
“Recordamos hoy día, también, a quienes fueron desaparecidos sin que hasta hoy conozcamos su paradero, a quienes sufrieron persecuciones, humillaciones y exilios, a quienes en los largos años de la dictadura civil y militar cayeron víctimas de la represión sólo por haberse identificado con un gobierno democráticamente electo que buscaba lo mejor para la Patria, a quienes haciendo frente a ese horror lucharon por recuperar nuestra democracia”, dijo Boric ante su auditorio.
La memoria “no es un acto puramente intelectual, un objeto del pasado, sino un ejercicio movilizador”, expresó el presidente de 36 años.
Sobre el final de su discurso, Boric realizó el anuncio sobre el comienzo del proceso de búsqueda de los desaparecidos.
“1.192 desaparecidos que todavía no sabemos dónde están. No es aceptable, no es tolerable, no lo podemos naturalizar”, aseveró el presidente, en declaraciones que fueron consignadas por Radio Universidad de Chile.
“Hoy comparto con ustedes la materialización de ese compromiso con la puesta en marcha del Plan Nacional de Búsqueda, que se va a realizar en conjunto de manera participativa con las agrupaciones familiares de víctimas, no algo impuesto por el Estado”, expresó Boric.
Esta iniciativa del gobierno ya había sido anunciada en junio durante el discurso anual de rendición de cuentas a la nación. El proyecto contempla trabajar junto con las organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados por motivos políticos. “Ese compromiso es del nunca más, de avanzar en verdad, justicia, reparación para todas las víctimas de violencia ejercida por agentes del Estado, porque esa es la única y principal garantía de no repetición que podemos ofrecer”, señaló Boric, de acuerdo a lo que informó AFP.
El 11 de setiembre de 1973 el ejército de Chile, que contó con el apoyo de vastos sectores políticos y empresariales de la derecha local y por el gobierno de Estados Unidos, bombardeó el Palacio de la Moneda poniendo así fin al gobierno de la Unidad Popular. Su líder, Salvador Allende, se quitó la vida dentro del edificio. “Hace 49 años estos muros fueron testigos de una serena firmeza con la que un grupo de chilenos y chilenas intentaron defender la institucionalidad democrática, mientras eran avasallados por la fuerza de las armas”, rememoró el mandatario durante su alocución.
Tras la caída de Allende, el general Augusto Pinochet se convirtió en dictador e instauró un régimen brutal durante los 17 años que gobernó. Según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares, la dictadura chilena dejó 40.175 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados.
Por otra parte, durante su discurso, Boric se refirió a los resultados del plebiscito realizado la semana pasada, en el que la mayoría de la ciudadanía chilena rechazó el proyecto de Constitución que había sido redactado por la Convención Constituyente para modificar la actual carta magna vigente, que es de 1980.
El exlíder estudiantil mandó un claro mensaje a los sectores políticos que ponen en duda la continuidad del proceso constituyente.
“Los resultados del plebiscito no son apropiables por nadie en particular. No cometan el error de creer que se haya rechazado el texto sea un rechazo a los cambios y transformaciones en Chile. Nosotros tenemos que trabajar unidos, por encontrarnos, pero como decía la ministra (Carolina) Tohá, ‘no cambiar no es una opción’ (...) La democracia toma su tiempo, pero estoy convencido de que durante nuestro período tendremos una Constitución de la que todos podamos sentirnos orgullosos”, aseguró Boric.