A menos de una semana para las elecciones que se celebrarán el domingo en Brasil, la gran incógnita que queda por despejarse en este momento es si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato de la coalición liderada por el Partido de los Trabajadores (PT), podrá ganar o no en esta primera instancia electoral. Si bien en todas las encuestas de intención de voto el líder izquierdista de 76 años aparece por encima del presidente Jair Bolsonaro, su idea es ganar el domingo y no tener que ir a la segunda vuelta, que eventualmente tendrá lugar el domingo 30 de octubre.
Con la finalidad de resolver su retorno a la cabeza del Ejecutivo, Lula y su equipo de campaña están enfocando sus esfuerzos en los últimos días previos a la elección en captar el voto útil, es decir, quitarles electores a las candidaturas de Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista Brasileño (PDL), y a Simone Tébet, del centro derechista Movimiento Democrático Brasileño (MDB). Pero las cabezas de la campaña del PT también tienen otros objetivos, como evitar que el clima de triunfalismo haga que algunos ciudadanos no vayan a votar y también hacer una concientización sobre su base para que una eventual segunda vuelta no sea encarada como una derrota por no poder haber ganado en la primera.
Lula estará casi toda esta semana en San Pablo, realizando actos en varias localidades del estado, pero este domingo protagonizó un acto en el barrio de Madureira, en la zona norte de la ciudad de Río de Janeiro, en el que estuvo acompañado por el actual alcalde de la urbe carioca, Eduardo Paes, integrante del PDL, el sector de Ciro Gomes.
En una clara indirecta hacia este último, en el evento Lula afirmó que, si estuviera vivo, tendría el apoyo de Leonel Brizola, histórico líder del socialismo brasileño, quien fue el fundador del PDL. Tal como recordó Folha de São Paulo, Brizola perdió tres elecciones: dos como cabeza presidencial de su sector, en 1989 y 1994, y una como candidato a vicepresidente de Lula, en 1998.
“Estoy viendo al nieto de Brizola aquí, Leonel. Si Brizola estuviera aquí, Brizola estaría con nosotros aquí diciendo 'fuera, Bolsonaro'. De eso estoy seguro, estoy absolutamente seguro de que Brizola estaría de nuestro lado”, dijo el líder del PT.
En el acto, de acuerdo con lo que informó el portal Brasil247, Lula también defendió fuertemente una campaña en contra de la abstención.
“Hablemos con esa gente que no quiere votar”, dijo durante su discurso. “Es importante que la gente se presente a votar, porque de esa manera después tendrá derecho a exigir. De nada sirve no participar en las reuniones del edificio y después criticar las decisiones que ahí se tomaron. Todo en la vida es así”, agregó.
Lula también insinuó que Bolsonaro, a quien se refirió como “el loco”, pueda tratar de “convencer a muchas empresas de sacar de circulación sus ómnibus el día de las elecciones”, con la finalidad de sabotear la elección.
En el marco de la reciente puja entre Lula y Ciro Gomes, quien marcha tercero en las encuestas con un promedio de intención de voto que ronda 7%, el candidato del PDL atacó al líder del PT en un debate televisivo el sábado en los estudios de la cadena SBT, en el que Lula no participó.
Gomes dijo que el exmandatario no fue al debate porque está seguro de que ya ganó y además lo criticó por “crear una ola de propaganda: todos los que no apoyan a Lula son fascistas”. Antes del debate el equipo de campaña de Lula explicó que el candidato no iba a estar en el evento por temas de agenda, ya que el sábado hizo dos actos en el estado de San Pablo y además se estaba preparando para viajar a Río de Janeiro. En el debate en el que sí estará Lula será en el último previo a las elecciones, que se hará el jueves en los estudios de la cadena Globo, en Río. Bolsonaro todavía no confirmó su asistencia, aunque desde su equipo de campaña se asegura que comparecerá al debate.
El actual mandatario tendrá una intensa agenda durante esta semana. Hasta el momento, según informó el portal Metrópoles, el líder ultraderechista, que en promedio está 10 puntos debajo de Lula en las encuestas, tiene previstos actos en San Pablo, Río de Janeiro, Pernambuco, Bahía y también en Brasilia.
Los lugares elegidos por el comando electoral del mandatario son algunos de los distritos más grandes del país. De acuerdo con una encuesta difundida por la consultora IPEC la semana pasada, Lula se mantiene por delante de Bolsonaro 43% contra 33% en el estado de San Pablo, el más poblado de Brasil. Según el mismo estudio los dos principales candidatos tienen un empate técnico en Río de Janeiro, donde aparece Lula con 40% y Bolsonaro con 37%. Pero en los estados más poblados del nordeste la ventaja del candidato del PT es clara: en Pernambuco, cuya capital es Recife, Lula cuenta con 64% de los apoyos contra 22% del actual presidente, y en Bahía, otro bastión del PT, los porcentajes son similares: Lula tiene el 65% de las intenciones de voto y Bolsonaro apenas el 18%.