En un mensaje de Navidad emitido por la televisión local, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se refirió a los ataques cometidos hace casi un año contra las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.

“El odio de algunos contra la democracia dejó cicatrices profundas y dividió al país. Desunió familias. Puso en riesgo la democracia. Rompieron ventanas, invadieron y depredaron predios públicos, destruyeron obras de arte y objetos históricos”, recordó Lula.

Sin embargo, agregó, “felizmente la tentativa de golpe causó el efecto contrario” al que se buscaba, porque “unió a todas las instituciones, movilizó a los partidos políticos por encima de las ideologías y provocó una rápida reacción de la sociedad”. De ese modo, “la democracia salió victoriosa y fortalecida”, dijo Lula.

“Fuimos capaces de restaurar los vidrios de los ventanales en un tiempo récord, pero falta restaurar la paz y la unidad entre amigos y familiares”, agregó el presidente.

Lula destacó que Brasil es “un solo pueblo y un solo país” y llamó a combatir las noticias falsas, la desinformación y los discursos de odio, y a “valorizar la verdad, el diálogo entre las personas”.

En su discurso, además, hizo un balance de este primer año de gobierno de su tercer mandato.

Destacó la implementación de programas sociales que habían sido discontinuados durante la presidencia de Jair Bolsonaro, así como los avances en el cuidado del medioambiente.

Según informó O Globo, Lula señaló que la deforestación de la Amazonia cayó 68% en noviembre, que en el correr de este año se crearon dos millones de empleos, que 80% de las categorías de salarios crecieron por encima de la inflación y que Brasil subió del lugar 12 al nueve de las mayores economías del mundo.

El presidente dijo que su país tiene bajo control la inflación, que se ubicó en 4,68% interanual –un porcentaje que se ubica dentro de las previsiones, que establecían un techo de 4,75%–, y que se encamina a lograr un crecimiento del producto interno bruto “superior a las previsiones del mercado”.

Se estima que Brasil cierre el año con un crecimiento cercano a 3%, por encima del 0,6% previsto a comienzos de 2023.

Lula resaltó además que su país volvió a “ser escuchado en los foros internacionales más importantes en temas como el combate a la pobreza, la desigualdad, la búsqueda de la paz y el enfrentamiento a la emergencia climática”.

También destacó que se logró aprobar este mes una reforma tributaria que se había intentado implementar durante décadas, lo que calificó de un “hecho histórico”.

“2023 fue tiempo de plantar y reconstruir. Aramos el terreno, lanzamos las semillas, regamos todos los días, cuidamos con todo el cariño a Brasil y a su pueblo. Creamos todas las condiciones para tener una cosecha generosa en 2024”, dijo.

El líder del Partido de los Trabajadores, de 78 años, afirmó que durante el año que está por comenzar el gobierno va a “trabajar fuertemente para superar, una vez más, todas las expectativas”.

Por otra parte, dispuso una serie de indultos por Navidad para condenados por delitos “sin violencia”, en particular para mujeres con hijos menores de 18 años o con enfermedades crónicas graves, así como para personas mayores de 60 años que hayan cumplido una parte de su condena. También perdonó multas de hasta 4.000 dólares impuestas por la Justicia a personas que no pueden pagarlas.

Estas medidas de indulto no incluyen a quienes hayan sido condenados por delitos como tortura, terrorismo, racismo, violencia contra la mujer o contra el estado de derecho.

En esta última categoría están quienes participaron en los actos golpistas del 8 de enero, por los que fueron condenadas hasta ahora unas 20 personas. En total, unas 2.000 están imputadas y 66 de ellas cumplen penas de cárcel o se encuentran en prisión preventiva.

La semana pasada, Lula llamó a sus ministros a reunirse para recordar esos ataques.

El presidente de Brasil dijo que el acto es convocado también por el titular del Supremo Tribunal Federal, el presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados, informó la agencia Télam.

Según citó Prensa Libre, Lula manifestó su voluntad de “tener a todos los gobernadores aquí, a diputados, senadores, empresarios, para que la gente nunca más ponga en duda que el régimen democrático es lo único que da certeza de que las instituciones funcionen y el pueblo tenga acceso a participar de la riqueza que él produce”. “El resto es mentira”, sentenció.