El domingo 30 de abril se realizarán en Paraguay las elecciones generales, en las que se elegirá presidente, pero además se renovarán los 45 escaños del Senado, los 80 de la Cámara de Diputados, los gobernadores de los 17 departamentos del país, así como todas las juntas departamentales.
Si bien las encuestas de intención de voto son poco fiables, está más que claro que la disputa por suceder al actual mandatario, Mario Abdo Benítez, se reduce a dos nombres: Santiago Peña, candidato del oficialista Partido Colorado, y Efraín Alegre, dirigente del Partido Liberal Radical Auténtico –histórico adversario de los colorados–, que está al frente de la Concertación para un Nuevo Paraguay, una coalición que nuclea a muchos y diversos sectores y dirigentes de la oposición.
La campaña electoral ha estado centrada en la corrupción. El histórico dominio del Partido Colorado, sector que formalmente se denomina Asociación Nacional Republicana (ANR), y su manejo discrecional de la maquinaria pública para obtener votos viene siendo utilizado como principal arma de ataque por la oposición. Además, en este caso la situación es todavía más incómoda para los colorados porque su postulante, Santiago Peña, un economista de 44 años, está estrechamente vinculado al expresidente Horacio Cartes, el hombre fuerte de la ANR, cuya credibilidad ha quedado muy maltrecha luego de que el año pasado el gobierno de Estados Unidos lo calificara como una persona “significativamente corrupta”, prohibiéndole el ingreso al territorio estadounidense, además de congelar sus activos en ese país.
Peña, un técnico con posgrados en Estados Unidos, Brasil y Taiwán, que se desempeñó en el Banco Central de Paraguay y en el Fondo Monetario Internacional, no tenía militancia alguna cuando fue convocado por Cartes para ser su ministro de Hacienda en 2015. A partir de ahí, y a pesar de no tener carisma ni cualidades de líder, fue subiendo posiciones dentro de tiendas coloradas, cimentado en el fuerte apoyo que le brindó Cartes, quien ahora, prudentemente, no se está exponiendo de manera pública para evitar perjudicar a su candidato.
Pero más allá de su momentánea ausencia, su presencia es innegable y es por ello que su nombre fue uno de los que más vienen sonando en la campaña. El sábado, durante un acto en el departamento de Itapúa, Efraín Alegre advirtió que Cartes y “toda la gavilla de delincuentes” devolverán lo robado al Estado paraguayo.
El candidato informó en su alocución que en la semana harán un anuncio a la ciudadanía sobre una secretaría del Estado que perseguirá a los corruptos y recuperará el dinero robado de las arcas públicas.
“La patria está en la Concertación. Y que Horacio Cartes, Santiago Peña y toda su gavilla de delincuentes se preparen. Porque vamos a establecer la Secretaría para recuperar y devolver al pueblo lo robado”, dijo Alegre, según consignó el diario asunceño El Independiente. Alegre, quien se presentó en el acto junto a la candidata a la vicepresidencia, Soledad Núñez, también resaltó el trabajo que vienen realizando las diferentes fuerzas políticas que integran la Concertación e indicó que vale la pena seguir peleando por la renovación de una nueva forma de hacer política desde la pluralidad de ideas. “Se van los corruptos y llega la Concertación: hombres, mujeres honestas y capaces que vamos a trabajar con el pueblo paraguayo, ese es el cambio”, expresó Alegre.
Si bien Peña y Alegre están despegados en la pelea y la elección la pelearán ellos –en Paraguay se vota a la vieja usanza y hay una sola vuelta electoral–, hay otros postulantes. Tercero de acuerdo a los sondeos viene Paraguayo Cubas, un candidato que se presenta como antisistema, sumamente crítico de las prácticas corruptas del Partido Colorado.
En cuarto lugar se ubica el Movimiento Nueva República, que postula como presidente a Euclides Acevedo, un abogado de larga trayectoria política, quien tiene como candidato a vicepresidente a Jorge Querey, senador del izquierdista Frente Guasú. No son pocos quienes esperan que esta semana Acevedo decline su postulación para apoyar al “voto útil” que vienen pidiendo los dirigentes de la Concertación para poder ganarles a los colorados.
Además del omnipresente tema de la corrupción, otra cuestión que ha estado en el debate electoral es la relación entre Paraguay y Taiwán.
Sobre esta cuestión, el canciller taiwanés, Joseph Wu, le pidió a Efraín Alegre que aclarara su “postura oficial” después de que el político dijera en una entrevista que los lazos entre Asunción y Taipéi “perjudican” al sector agrícola paraguayo. El candidato de la Concertación argumentó que, por tener relaciones oficiales con Taiwán, Paraguay tiene “dificultades” para exportar carne vacuna y otros productos a China. Según informó Efe, Wu anunció que pidió a Alegre que “explique sus declaraciones” y aseguró que Taiwán “seguirá poniendo lo mejor de su parte para mantener los lazos” con Paraguay.