Pese a que en la noche del domingo hubo un par de intercambios de lanzamientos de cohetes entre los territorios de Israel y la Franja de Gaza que únicamente causaron daños materiales, tanto el gobierno israelí como los dirigentes de la Yihad Islámica avalaron un acuerdo de alto el fuego que se concretó en la noche del sábado.
El gobierno de Egipto ofició de mediador entre el gobierno israelí y la Yihad Islámica, organización palestina que se enfrentó con su poderoso vecino durante cinco días. En total, de acuerdo a lo que informó el Ministerio de Salud palestino, 35 personas murieron y 147 resultaron heridas desde que comenzaron los enfrentamientos entre Israel y la Yihad Islámica.
Entre los fallecidos se incluyen seis niños y la mayor parte de los comandantes de la Yihad, la segunda organización política y militar más importante de Gaza, territorio palestino en el que gobierna Hamas, que no participó en este conflicto.
De acuerdo a lo que informó el diario israelí Haaretz, este domingo las autoridades israelíes reabrieron los cruces fronterizos de Kerem Shalom y Erez para permitir el ingreso en Gaza de combustible y otros bienes de primera necesidad, algo que fue providencial, porque horas antes la única empresa que suministra energía eléctrica al territorio de Gaza había anunciado que apenas tenía combustible para seguir prestando el servicio.
Por su parte, en la habitual reunión de gabinete que se realiza cada domingo en el inicio de la semana laboral israelí, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, saludó el éxito de la Operación Escudo y Flecha. A su entender, dijo, marcó un importante cambio en la Franja de Gaza al debilitar el mando de la Yihad Islámica. “Hemos cambiado la ecuación en el terreno al desbaratar toda la cúpula de la Yihad Islámica. ¡Bien hecho!”, expresó el titular del Ejecutivo, de acuerdo a lo que consignó el portal Aurora.
La tregua se logró gracias a la mediación de Egipto. En ese sentido, el asesor de Seguridad Nacional, Tzahi Hanegbi, expresó su gratitud al presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, por sus esfuerzos. En el marco del enfrentamiento, marcado por una enorme disparidad de fuerzas, los militantes de la Yihad Islámica lanzaron aproximadamente 1.300 cohetes contra localidades y ciudades israelíes. De estos, más de 1.000 alcanzaron el territorio israelí matando a una anciana en la ciudad de Rehovot y a un ciudadano palestino que contaba con permiso de trabajo en Israel.
Esta incursión militar israelí en Gaza significó un pequeño triunfo interno para Netanyahu, que con esta acción logró complacer a los sectores más extremistas que integran su gobierno, como el partido Poder Judío, que lidera el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir.
Pero, a la vez, las acciones militares consiguieron apaciguar en cierta medida la ola de protestas que se vienen registrando en su contra desde hace meses por la controvertida reforma judicial que quiere llevar adelante. Si bien en la noche del sábado hubo nuevas movilizaciones callejeras, principalmente en las ciudades de Tel Aviv y Haifa, estas no tuvieron el volumen de jornadas anteriores debido al conflicto bélico. Además, la confrontación con la Yihad Islámica generó una división en la oposición a Netanyahu entre aquellos que defendieron los ataques contra la organización palestina y quienes se opusieron.