El martes el exmandatario estadounidense Donald Trump tendrá que comparecer ante un tribunal de Miami, en el estado de Florida, donde se le notificará personalmente sobre los 37 cargos federales que se le imputan.
Entre los delitos de los que se acusa al líder del Partido Republicano, que intentará pugnar por la presidencia en las elecciones del año que viene, se incluyen los de “retención de información sobre la seguridad nacional” y “obstrucción a la justicia”.
De acuerdo a la investigación que terminó con la determinación de la Justicia hecha pública el viernes, Trump, de 76 años, cuando finalizó su mandato, en enero de 2021, ordenó el traslado de decenas de cajas con miles de documentos secretos y clasificados hacia su residencia llamada Mar-a-Lago, ubicada en Palm Beach, en el estado de Florida. En agosto del año pasado integrantes del FBI ingresaron con orden judicial a la propiedad de Trump, quien en ese momento estaba en Nueva York, y requisaron los documentos. De acuerdo con la ley, los documentos que los presidentes manejaron durante sus administraciones deben ser conservados y puestos a disposición de los Archivos Nacionales cuando finalizan su gestión.
La acusación contra Trump, liderada por el fiscal Jack Smith, también alcanzó a Walt Nauta, un asistente de extrema confianza del expresidente, quien habría estado en complicidad con este para ocultar los documentos.
“Nos vemos el martes en Miami”, escribió el fin de semana Trump en una de sus redes sociales, convocando así a sus partidarios a que se hagan presentes en el tribunal en el que se presentará.
Esto, según lo que informó este domingo The Washington Post, llevó a que tanto las autoridades federales como las locales comenzaran de manera inmediata los preparativos para disponer de un fuerte operativo de seguridad, monitoreando las amenazas en las redes sociales y también las posibles manifestaciones de seguidores del expresidente. La retórica cada vez más violenta en los foros en la web, junto con las declaraciones desafiantes de Trump y sus aliados políticos, pusieron a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en alerta ante posibles acciones de militantes extremistas, teniendo como precedente lo ocurrido el 6 de enero de 2021, cuando se produjo el ataque al Capitolio, en Washington.
De acuerdo a lo que informaron medios estadounidenses, los tres políticos republicanos que aspiran a ser los candidatos del partido en las elecciones del año que viene al igual que Trump, Ron DeSantis, Mike Pence y Nikki Haley, expresaron su apoyo al exmandatario.
El sábado, Trump habló sobre la situación que está pasando en dos convenciones republicanas en los estados de Georgia y Carolina del Norte, argumentando que es inocente, que la acusación se trata de una persecución política y no ahorró en críticas muy duras hacia la Justicia y el presidente Joe Biden.
El magnate, al igual que lo viene haciendo desde hace años con otras causas de las que es acusado, dice que esta también se trata de una “caza de brujas” y dijo en Georgia que la imputación representaba un abuso de poder por parte de la administración Biden.
“La acusación sin fundamento contra mí por parte del departamento armado de injusticia de la administración Biden será recordada como uno de los abusos de poder más horrorosos en la historia de nuestro país”, expresó Trump ante los aplausos y gritos de sus seguidores. “Esto es un sicariato político. Los republicanos reciben un trato muy diferente en el Departamento de Justicia que los demócratas”, agregó Trump, de acuerdo a lo que consignó la cadena CNN.
El impacto político que puedan tener estas acusaciones contra Trump no está claro, si lo fortalecerán o si por el contrario tirarán abajo su imagen ante la opinión pública, algo que por el momento no parece probable.
Según el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, Trump está en su mejor momento. Graham, quien supo ser muy crítico del líder republicano, pero que luego se acercó nuevamente a él, dijo que “Trump está más fuerte políticamente hoy que antes”, en declaraciones a la cadena ABC, consignadas por el portal Politico. Otros representantes del partido consultados manifestaron su convicción de que “la ley está siendo utilizada como un arma contra Donald Trump”. “Este doble rasero es real en la mente de la mayoría de los republicanos”, agregaron.
Pero otros jerarcas republicanos, como el exfiscal general Bill Barr, dijeron que las acusaciones contra Trump podrían tener serias consecuencias políticas. “Si incluso la mitad de [los cargos son] ciertos, entonces está frito”, dijo Barr, quien fue el último fiscal general de Trump, en declaraciones a la cadena Fox.