En la mañana de este lunes en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, el rey Felipe VI comenzará, siguiendo los pasos establecidos por la Constitución, los contactos con los representantes de los partidos, iniciando así el proceso de investidura del nuevo gobierno.
Según informó eldiario.es, la flamante presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, le trasladó al rey la lista y el orden de los sectores que enviarán sus representantes entre lunes y martes.
Los partidos que se entrevistarán con Felipe VI serán Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Sumar, Vox, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP).
Otros sectores que obtuvieron representantes en el Congreso pero que desestimaron acudir al Palacio de la Zarzuela son Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los izquierdistas independentistas de EH Bildu y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).
Luego de reunirse con los representantes partidarios, la última reunión será en la tarde del martes con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. El protocolo establece que el rey le debe comunicar a Armengol su candidato para formar gobierno y posteriormente el Congreso debe dar la confianza para que el designado pueda comenzar de manera oficial los contactos para lograr los votos necesarios para ser electo.
El portal Público en base a una nota de la agencia Efe informó que los escenarios posibles básicamente son tres.
La primera de las opciones es que Felipe VI proponga como candidato al secretario general de los socialistas y actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Aunque algunos de sus potenciales socios en la investidura no participarán en la ronda de consultas –Junts, ERC, EH Bildu y el BNG– y por lo tanto no informarán del sentido de su voto, Sánchez puede manifestar su voluntad de ir a la investidura inicialmente contando con los votos de los diputados socialistas y los de la coalición izquierdista Sumar.
Los 178 votos que obtuvo el jueves en la votación del Congreso en la que fue electa Armengol como presidenta del cuerpo le valdrían como muestra de que puede reunir los apoyos necesarios para quedarse en La Moncloa por un nuevo período de gobierno.
En este escenario, al igual que en cualquier otro, la fecha que marque la presidencia del Congreso para la sesión de investidura será decisiva, porque a partir de la celebración de ese pleno empiezan a correr los plazos. La ley establece que si pasados dos meses desde ese momento no se ha logrado investir presidente, deberán convocarse nuevas elecciones.
La segunda opción posible luego de las reuniones es que el rey proponga a Núñez Feijóo para que intente formar gobierno.
El político gallego ha insistido en que como su sector fue el más votado en las elecciones, tiene derecho a gobernar, pero en los hechos la posibilidad de que reúna los votos necesarios para hacerlo no existe. El líder del PP, si bien cuenta con el apoyo de los legisladores del partido ultraderechista Vox, no tiene opciones de lograr la investidura: debería mantener los apoyos de Coalición Canaria y de Unión del Pueblo Navarro, pero además conseguir o bien el sí del PNV o bien la abstención de Junts.
La primera opción fue descartada de plano por las máximas autoridades del partido vasco y la segunda es altamente improbable, y más aún teniendo en cuenta el acuerdo al que llegó el partido catalán con los socialistas para la elección de Armengol en el Parlamento.
Una tercera posibilidad es que el presidente del PP decida finalmente declinar ir a una investidura por no tener los apoyos necesarios. Esta alternativa, informó Efe, es la más improbable, pero sería una opción que podría evitar al político gallego ir al Congreso para perder sus posibilidades de llegar al gobierno porque, como se dijo, no cuenta con los votos necesarios para ello.
Una eventual derrota de Feijóo en el Congreso podría marcar su definitivo ocaso político y dejarle el terreno completamente despejado a quienes todos ven como su sucesora al mando del PP: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Rechazar el encargo del rey de formar gobierno no es habitual, pero existe un antecedente: en enero de 2016 el entonces presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, que había obtenido 123 escaños en las elecciones, declinó la propuesta de Felipe VI de intentar formar gobierno, lo que llevó a otra ronda de entrevistas.