El tratamiento de la llamada “ley ómnibus”, impulsada por el presidente argentino, Javier Milei, dio lugar a denuncias políticas y judiciales a partir de que distintos dirigentes afirmaron que el texto del proyecto fue modificado después de que le dieron su apoyo en el Parlamento.

Según informó el diario Perfil, diputados opositores que firmaron en la madrugada del miércoles un dictamen a favor de la ley manifestaron que después aparecieron cambios que no habían sido discutidos en el Congreso, donde ese día estaba previsto seguir con el tratamiento del proyecto. Finalmente, la sesión se pospuso para el martes.

Entre quienes denuncian estas alteraciones del texto, se encuentran integrantes de la Unión Cívica Radical y Hacemos Coalición Federal, la bancada liderada por Miguel Ángel Pichetto, dos sectores que sumaron apoyos a La Libertad Avanza y a Propuesta Republicana, señaló el periódico.

De acuerdo con Página 12, el dictamen sobre la ley fue firmado en esa madrugada con la intención política de que el proyecto llegara con un respaldo claro al momento de la movilización masiva prevista para ese miércoles, que había sido convocada por centrales sindicales y organizaciones sociales frente al Congreso.

“Cuando creíamos que en el capítulo biocombustible se habían logrado las condiciones para alcanzar un acuerdo que contenga a todos los sectores, nos encontramos con que se realizaron modificaciones que nadie sabe ni quién ni cómo se hicieron, después de un dictamen firmado. Es muy grave y deja claro que al gobierno nacional lo único que le importa es la recaudación, careciendo de un plan de desarrollo productivo”, publicó en la red X el diputado cordobés Carlos Gutiérrez, del sector de Pichetto.

Esa publicación es una de las pruebas en las que se basa una denuncia judicial, impulsada por la abogada Valeria Carreras, que acusa a quienes firmaron el dictamen favorable a la ley de haberlo hecho antes de que se terminara de redactar y de haber incurrido en los delitos de falsificación de documento público y falsedad ideológica.

La denuncia también toma como fundamento las declaraciones del diputado de Hacemos Coalición Federal Oscar Agost Carreño, quien dijo que fue citado a una reunión en un apartamento por autoridades de la Cámara de Diputados. El legislador dijo que se retiró de allí cuando vio “quiénes estaban” y “qué punteos estaban haciendo”. Uno de los dirigentes que supuestamente participaban en ese encuentro era el economista Federico Sturzenegger, que si bien no ocupa un cargo en el gobierno, es considerado el autor de los paquetes de medidas que promueve Milei en esta ley y en el decreto de necesidad y urgencia.

El legislador agregó: “Ni tocamos dictámenes, ni nos interesa mejorar el dictamen. Para nosotros ya está cerrada esa instancia y no vamos a ir a ningún tipo de reunión que no sea con las autoridades de la Cámara”.

“Estamos frente a dos ‘dictámenes”, manifestó la abogada Carrera: “El que 55 diputados creen haber firmado en la madrugada del 24 de enero de 2024 y el ‘dictamen blue’ que fue el que luego de la reunión en el departamento de Recoleta mediante se publicó ese mismo día a las 15.00”, agregó, según citó Página 12.

Por su parte, el vocero de la presidencia, Manuel Adorni, negó que se hubieran introducido cambios después del tratamiento de la norma.

Desde el miércoles, las tensiones en el oficialismo llevaron a Milei a pedir la renuncia de su ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Tras su salida, decidió que esa cartera, en la que se habían fusionado las de Transporte, Obras Públicas, Vivienda y Telecomunicaciones, se convirtiera en varias secretarías dentro del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo.

De acuerdo con la prensa argentina, la crisis con Ferraro se debió a que Milei lo consideró responsable de haberle contado a la prensa sobre una frase que él dijo durante una reunión de gabinete y en alusión a los gobernadores provinciales que no apoyan a la ley ómnibus: “Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos”.

En medio de estas tensiones, se publicaron declaraciones que hizo Milei en diálogo con Patricia Janiot. Cuando la periodista le pidió una definición sobre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, Milei le respondió: “Un comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.

En consecuencia, la cancillería colombiana llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires, y el canciller, Álvaro Leyva, manifestó que “rechaza enérgicamente esta declaración, que atenta contra la honra del mandatario, quien ha sido elegido de manera democrática y legítima”.

En un acto oficial, Petro aludió a los dichos de Milei y dijo que quienes lo atacan diciéndole comunista o socialista “no tienen ni idea de qué es comunismo y qué es socialismo”.