Una multitud recordó este domingo en la Plaza de Mayo el aniversario del último golpe de Estado que padeció Argentina, cometido por los militares el 24 de marzo de 1976, fecha oficialmente denominada desde 2002 como Día de la Memoria, Verdad y Justicia.

La manifestación popular se dio este año en un contexto muy particular, por primera vez bajo un gobierno cuyo presidente, Javier Milei, y muchos de sus jerarcas de más alto nivel niegan abiertamente los crímenes perpetrados por los uniformados y sus colaboradores durante su gobierno de facto, que finalizó en 1983.

Cerca del mediodía comenzaron a confluir en la Plaza de Mayo miles de personas, integrantes de partidos políticos, peronistas y de izquierda, pero también de innumerables organizaciones sociales, sindicales, barriales, además de muchos ciudadanos que fueron al lugar por su cuenta a participar en el acto, que tuvo una masividad acorde a la beligerancia que se muestra desde el Ejecutivo.

En este contexto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, una de las muchas personalidades políticas que llegaron al lugar, lamentó que, pese a que “todo el planeta reconoce a la lucha por los derechos humanos y los juicios a los genocidas como un avance central de la Argentina, estamos acá de nuevo discutiendo eso”.

“Es muy importante una y mil veces dejar en claro que acá se juzgó a quienes desaparecieron, asesinaron de manera ilegal, se apropiaron de hijos. El número 30.000 simboliza todo eso. Nadie cuenta si los que murieron en los campos de concentración fueron seis millones. Es un número que indica que el Estado estaba escondiendo quiénes eran las víctimas, sus cuerpos”, remarcó el dirigente peronista.

Por su parte, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, dijo que “Milei es un extraño personaje, hagamos algo para que cambie o se vaya rápido”, consignó el portal Infobae.

La activista también manifestó: “Seguimos reclamando una ley contra el negacionismo que sancione a funcionarios y representantes elegidos que desestimen los crímenes y a sus víctimas”.

Desde el gobierno se difundió un video que había sido anunciado días antes en el que participaron el exmilitante montonero Luis Labraña, Juan Bautista Tata Yofre, exdirector de los servicios de inteligencia durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, y María Fernanda Viola, hija del capitán Humberto Viola, asesinado en diciembre de 1974 por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

En el video básicamente se reflotó la teoría de los dos demonios, la cual también es fervientemente apoyada por el presidente Milei, quien compartió el audiovisual y expresó brevemente en su cuenta de X: “Por una memoria completa para que haya verdad y justicia”.

Villarruel: “#NoFueron30.000”

Mucho más provocadora se mostró la vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien también empleó sus redes sociales para cuestionar la cifra de desaparecidos que hubo durante la dictadura. “Los Derechos Humanos son para Todos. La Memoria también. Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del terrorismo. Los responsables de estos crímenes no pueden quedar impunes. #NoFueron30.000”, escribió la política, hija y sobrina de represores.

Desde la misma plataforma, Villarruel también le respondió a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo por sus críticas a Milei: “Carlotto, a vos no te votó nadie, votó a Javier Milei. Respetá al pueblo argentino que les dijo no a ustedes también”.

La onda negacionista también fue apoyada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien, por su pasado de militancia en Montoneros, Milei llamó, en reiteradas ocasiones durante la campaña electoral del año pasado, “tirabombas”.

Ahora, ya reconciliada con el mandatario y desde su cargo en el Ejecutivo, la dirigente derechista dijo, según recogió Página 12, que “los derechos humanos se han usado en la Argentina, en los últimos 20 años, como una daga ideológica de aquellos que formaron parte del kirchnerismo y de los grupos de izquierda. Se deformaron y terminaron siendo algo total y absolutamente partidista”.

La nota disonante desde el gobierno la dio el ministro de Defensa, Luis Petri, excompañero de fórmula de Bullrich, quien marcó distancia de los cuestionamientos de Villarruel sobre la cantidad de desaparecidos y dijo que “discutir sobre eso no le aporta nada al debate”.

En una entrevista con Radio Rivadavia, Petri destacó que se debe destacar la vuelta del período democrático al país, que se produjo en 1983, ya que se debe “valorar la recuperación y la consolidación de la democracia y condenar todos y cada uno de los quiebres constitucionales que hubo en el país”.