El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaron que presentarán al Congreso argentino una ley penal juvenil para bajar la edad de imputabilidad de 16 a 13 años. Según adelantó la prensa argentina, la iniciativa contempla penas específicas para adolescentes.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, había anunciado que el gobierno, que en la madrugada del viernes logró aprobar la llamada “ley bases”, quería avanzar en iniciativas de este tipo. “Es adaptarnos a los tiempos que corren”, dijo, y se refirió a un asesinato que generó fuerte impacto en la sociedad argentina, el de Bruno Busanich. Este trabajador de una estación de servicio de la ciudad de Rosario fue asesinado el 10 de marzo por un adolescente de 15 años, sin motivo aparente. “Delito de adulto, pena de adulto”, dijo Adorni.

“Venimos a cumplir con una obligación de nuestra sociedad. Nuestra sociedad no quiere tener impunidad. No quiere que a sus hijos o a sus padres los maten y no quiere que quien comete un delito no tenga ninguna consecuencia”, dijo Bullrich.

“A partir de ahora, el delito, y lo peor, que siempre es la muerte, tendrá consecuencias, y estas consecuencias serán acordes a la edad de quienes lo cometen. La decisión del presidente Javier Milei y de los equipos conjuntos de estos ministerios de Seguridad y Justicia es cumplir con una sociedad que pide respuestas”, agregó.

Aclaró que para aquellos delitos que se castiguen con penas de tres a seis años de reclusión existirán “alternativas concretas” para que los adolescentes no estén “simplemente encerrados sin salida”, pero no agregó más información. En cuanto a la pena máxima para menores, que será de 20 años, podrá revisarse al cumplirse dos tercios del total, afirmó.