Ningún indicio parece sugerir que la guerra que comenzó el 7 de octubre del año pasado en Medio Oriente, con el ataque de las milicias de Hamas sobre territorio israelí que causó alrededor de 1.200 muertes, esté ni siquiera cerca de llegar a su fin.

Mientras los bombardeos de las fuerzas israelíes siguen cayendo sobre varias zonas de la Franja de Gaza, ocasionando más de 100 muertes en las últimas horas y alcanzando un total de 37.598 de acuerdo a las cifras que maneja el Ministerio de Salud del enclave, a cargo de Hamas, siguen los combates en la frontera norte israelí con la milicia chií libanesa de Hezbollah y las escaramuzas en Cisjordania son cotidianas.

En este contexto, de acuerdo a lo que informó El País de Madrid, Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, voló este domingo hacia Washington con la misión de desbloquear una partida de armamento pesado retenida por las autoridades estadounidenses y motivó que el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, hiciera pública una inusual crítica en la que denunciaba falta de respaldo de la administración que lidera el presidente Joe Biden a las operaciones israelíes en Gaza.

Gallant parte, según los medios israelíes, con la intención de explicar la postura israelí a su homólogo Lloyd Austin, a Antony Blinken y al director de la CIA, William Burns, siempre teniendo en cuenta que “la relación con Estados Unidos es más importante que nunca”, según palabras que expresó el ministro en una grabación publicada antes de su partida. Gallant, en el video, califica los próximos encuentros con altos funcionarios estadounidenses como “críticos para el futuro de la guerra de Gaza” y promete que tratará también la situación en Líbano, donde los enfrentamientos contra Hezbollah se vienen intensificando desde hace varias semanas.

Hablando sobre las críticas públicas de Netanyahu contra la administración de la Casa Blanca, un funcionario estadounidense dijo al diario israelí Haaretz: “Dejamos clara nuestra posición sobre esto repetidamente, y no vamos a seguir respondiendo al primer ministro. Esperamos celebrar consultas constructivas con el ministro de Defensa Gallant en Washington esta semana”.

Cada vez está quedando más en evidencia que una de las personas más interesadas en que la guerra prosiga es Netanyahu, que el sábado fue el blanco excluyente de las críticas en las masivas movilizaciones populares que se llevaron a cabo en las principales ciudades israelíes.

Una vez más, los movilizados –en Tel Aviv se estima que fueron más de 150.000– exigieron el retorno de los rehenes que están cautivos en Gaza, el fin de la guerra, la renuncia de Netanyahu y la realización de elecciones anticipadas.

Como viene sucediendo, en las manifestaciones hubo represión policial y al menos tres personas fueron detenidas. La cuestión de los rehenes es una de las que más movilizan a la sociedad israelí y fue por ello que Netanyahu se refirió al tema en una entrevista que dio este domingo al canal 13 local, que fue consignada por la cadena qatarí Al Jazeera.

El primer ministro israelí dijo que la fase de intensos combates contra Hamas está llegando a su fin, pero que la guerra no se detendrá hasta que la organización islamista deje de gobernar en la Franja de Gaza, algo que viene haciendo desde 2007.

En la entrevista, Netanyahu dijo, además, que una vez que terminen las intensas batallas en Gaza Israel podrá desplegar más fuerzas a la frontera con el Líbano, donde está combatiendo con Hezbollah.

“Una vez finalizada la fase intensa, tendremos la posibilidad de trasladar parte de las fuerzas al norte. Y haremos esto. Ante todo, con fines defensivos. Y, en segundo lugar, traeremos a nuestros rehenes a casa”, dijo Netanyahu.

“Si podemos, lo haremos diplomáticamente. Si no, lo haremos de otra manera. Pero los traeremos [a los rehenes] a casa”, expresó el líder del Likud en la entrevista televisiva.