Sin un respiro para la población de la Franja de Gaza, donde el ejército de Israel dispuso nuevas evacuaciones en las ciudades de Jan Yunis y Deir al Balah, transcurrió el viernes una nueva jornada de negociaciones en Doha.

En ese diálogo que busca un cese del fuego participaron representantes de los países mediadores –Qatar, Egipto y Estados Unidos– y una delegación israelí. El movimiento palestino Hamas no envió representantes porque reclama que se deje de buscar una nueva fórmula y se aplique el plan en tres etapas que el presidente estadounidense, Joe Biden, dio a conocer a fines de mayo.

Sin embargo, Biden dijo el viernes que la posibilidad de un acuerdo “está más cerca de lo que jamás haya estado”. Esta postura optimista hacia las negociaciones fue compartida por los tres países mediadores, que, según informaron las agencias Efe y Europa Press, calificaron las conversaciones como “serias y constructivas”.

Los tres países manifestaron en un comunicado que el viernes se presentó una “propuesta-puente” que es “coherente con los principios establecidos” por Biden en su plan, “construye sobre los puntos de acuerdo logrados [...] y cierra las brechas restantes”.

Sobre esta propuesta y “los detalles de la ejecución del plan”, continuarán trabajando la próxima semana. Esta vez, el diálogo tendrá lugar en la capital de Egipto, El Cairo, donde los tres países intentarán disminuir “las distancias existentes” entre las partes y avanzar hacia una “rápida aplicación del acuerdo”.

“No hay más tiempo que perder ni excusas de ninguna de las partes para seguir retrasando un acuerdo. Es hora de liberar a los rehenes y detenidos, comenzar el alto el fuego y aplicar este pacto”, manifestaron los mediadores, que insistieron en la necesidad de “salvar vidas, brindar alivio a la población de Gaza y reducir las tensiones regionales”.

Según el canal 13 de la televisión de Israel, fuentes de ese país vinculadas con estas negociaciones coincidieron en que hubo avances y se redujeron “las diferencias”. Por su parte, Hamas cuestionó el viernes que lo discutido en Doha “no incluye un compromiso con lo pactado el 2 de julio” en torno a la propuesta de Biden y llamó a aplicar ese plan inicial, sin los cambios que según el movimiento islamista palestino intenta introducir Israel.

Mientras tanto, continúa la ofensiva sobre la Franja de Gaza, que ya dejó más de 40.000 muertos y forzó el desplazamiento de más de 90% de la población.

El viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos y Unicef pidieron una tregua de siete días que permita vacunar contra el virus de la polio a unas 640.000 personas.

Señalaron que la población evacuada sucesivas veces debe agruparse hacinada en zonas cada vez más reducidas y con escaso acceso a la electricidad o el agua, lo que favorece la propagación de enfermedades infecciosas.

Los temores a un brote de polio surgieron cuando el 19 de julio la OMS halló muestras del virus en el ambiente. El viernes, según informó Efe, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza registró el primer caso del virus en una persona en ese territorio, un niño de diez meses que no estaba vacunado, en Deir al Balah.

Proponen a la Unión Europea sancionar a ministros israelíes

El alto representante de la Unión Europea para la política exterior, Josep Borrell, cuestionó esta semana que “mientras el mundo presiona por un alto el fuego en Gaza”, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, pide “detener la transferencia de ayuda humanitaria y el combustible” a la Franja de Gaza con el objetivo de que “Hamas sea aplastado y pisoteado en la cabeza hasta que se rinda por completo”, en lugar de permitirle participar en negociaciones.

Borrell recordó también que Ben Gvir llamó a “fomentar la migración y ocupar la Franja de Gaza”, lo que calificó como “una incitación a crímenes de guerra”. Consideró que en la misma categoría entran “las siniestras declaraciones” del ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, que calificó las negociaciones que se llevan a cabo como una “trampa peligrosa”, una “recompensa para el terrorismo” y “capitulación” ante los “nazis de Hamas”.

Según recordó Europa Press, el ministro también llegó a afirmar que matar de hambre a los palestinos de Gaza para terminar con los milicianos “podría ser algo justificado y moral, aunque nadie en el mundo” se lo permitiría.

Borrell llamó al gobierno de Benjamin Netanyahu a “distanciarse inequívocamente de esas incitaciones” y consideró que la Unión Europea debería sancionar a esos ministros israelíes por sus declaraciones.

En línea con esa iniciativa, el viernes anunció que propondrá a los países del bloque aplicar sanciones contra integrantes del gobierno israelí por su apoyo a los ataques de colonos violentos contra civiles palestinos en Cisjordania. Hizo ese anuncio después de que en la noche del jueves un centenar de colonos encapuchados atacaran una aldea palestina en Cisjordania, Jit, en un asalto que dejó un palestino muerto.

El ataque fue repudiado por la Organización de las Naciones Unidas y por varios gobiernos, entre ellos los de Estados Unidos y Reino Unido, aliados de Israel. Para la Autoridad Nacional Palestina, fue un acto de “terrorismo de Estado organizado” por parte de Israel.

“El gobierno israelí debe poner fin inmediatamente a estas acciones inaceptables”, dijo Borrell. “Confirmo mi intención de presentar una propuesta de sanciones de la Unión Europea contra los facilitadores de los colonos violentos, incluidos algunos miembros del gobierno israelí”, dijo.