El respaldo que Elon Musk le está brindando a la extrema derecha de Alemania para las elecciones del 23 de febrero activó las alarmas en varios países de Europa. Distintos gobernantes alertan sobre la influencia que el millonario dueño de X puede ejercer en las democracias y los procesos electorales de sus países.

Su apoyo declarado al partido extremista Alternativa para Alemania (AfD) va acompañado de acciones como la de darle visibilidad a su líder, Alice Weidel, y presentarla como alguien “muy razonable” en una entrevista que él mismo le hizo el jueves en su red social.

“Hace diez años, si nos hubieran dicho que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en elecciones, incluidas las de Alemania, ¿quién se lo habría imaginado?”, dijo el lunes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante su encuentro anual con los embajadores franceses.

Macron advirtió que existe una “internacional de reaccionarios” que representa a “grandes intereses financieros privados”. Consideró que esa alianza aprovecha que las “democracias liberales no han sido suficientemente eficaces” en la protección de la clase media.

El presidente francés señaló que hay un “desorden” en el mundo, un “debilitamiento de las reglas internacionales”, al mismo tiempo que actúan “poderes de desestabilización”. Mencionó, por ejemplo, la situación de Rumania, que anuló su elección presidencial porque concluyó que había habido una manipulación en la campaña por parte de Rusia. “¿Quién se hubiera imaginado esto hace apenas diez años?”, agregó.

Con él coincidió Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español. “Los regímenes autocráticos están avanzando en medio mundo. El fascismo que creímos dejar atrás ya es la tercera fuerza política en Europa”, advirtió.

“La internacional reaccionaria, como lo dijo el presidente Macron hace escasos días, o la internacional ultraderechista que venimos denunciando desde hace años también en España, liderada en este caso por el hombre más rico del planeta, ataca abiertamente a nuestras instituciones, azuza el odio y llama abiertamente a apoyar a los herederos del nazismo en Alemania”, la principal economía de Europa, dijo. Advirtió que la democracia no es algo que se pueda dar por sentado, sino que “se puede perder”, como ocurrió “hace casi un siglo” en varios países del continente.

Varios dirigentes europeos señalan que las opiniones de Musk sobre la situación política interna de sus países no son como las de cualquier otra persona que ejerce su libertad de expresión: son las de alguien con enorme poder económico, dueño de una red social que puede influir en la opinión pública mundial y que además integrará el gobierno de una potencia extranjera.

Cuando Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos, el lunes 20, Musk, que fue su principal aportante de campaña, con donaciones por 250 millones de dólares, liderará un equipo que asesore a su gobierno sobre medidas para recortar el gasto estatal.

En su discurso ante los embajadores, Macron advirtió también contra el “retorno de las pulsiones imperiales” y el riesgo que una nueva presidencia de Trump puede implicar, por ejemplo, en los acuerdos internacionales para frenar el calentamiento global.

Musk en la política alemana

Elon Musk ha dicho en sus publicaciones en X y también en una columna de opinión publicada en un periódico de derecha alemán, Die Welt, que AfD es la única organización política capaz de “salvar a Alemania”. Afirmó que ese país “se ha acomodado en la mediocridad”, que “es hora de cambios audaces” y que “AfD es el único partido que abre este camino”.

Destacó que esa organización “aboga por una política de inmigración controlada que favorezca la integración y la preservación de la cultura y la seguridad alemanas” para que ese país “no pierda su identidad en favor de la globalización”.

Una muestra del rechazo que causó ese artículo en Alemania fue la renuncia de la responsable de la sección de opinión de Die Welt, Eva Maria Kogel, que se opuso a que fuera publicado.

El dueño de X y Tesla también ha dicho que el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, es un “tirano antidemocrático” y que el actual líder del Ejecutivo, el canciller Olaf Scholz, es un “tonto incompetente” que debería haber renunciado inmediatamente después del atentado contra una feria navideña cometido en Magdeburgo, el 20 de diciembre.

La dirigencia política alemana coincidió en manifestar su malestar frente al papel que está jugando Musk. El líder del Partido Liberal, Christian Lindner, dijo que la “intervención” del millonario en la campaña busca “generar caos” y “debilitar” al país, y señaló que causó “enormes olas” de indignación.

Jens Spahn, un referente de la Unión Cristianodemócrata, el partido de Angela Merkel, dijo que la AfD quiere abandonar la OTAN y “es anti Estados Unidos, pro Putin y pro Rusia”. Se preguntó: “¿Es eso lo que quiere Estados Unidos?”. Recordó, además, que en su momento el partido de extrema derecha también se opuso a la construcción de una fábrica de Tesla en Alemania, en Grünheide. “Si fuera por AfD, no habría inversiones de Elon Musk en Alemania”, dijo Spahn.

Para el vicecanciller alemán, Robert Habeck, “la combinación de una riqueza enorme, el control sobre informaciones y redes, el uso de la inteligencia artificial con la voluntad de burlar reglas es un ataque frontal a nuestra democracia”.

“El hombre más rico del mundo, dueño de una de las plataformas de comunicación más influyentes, apoya abiertamente a un partido que en parte es ultraderechista”, dijo a la revista Der Spiegel. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución alemana ha calificado a AfD como un partido que tiene algunos dirigentes ultraderechistas y que en algunos estados del país es un “caso seguro de extrema derecha”.

“No debemos cometer el error de quitarle importancia a esto como les hemos quitado importancia a otras advertencias en el pasado. El que parezca muy descontracturado y fabrique coches eléctricos no debe engañarnos”, dijo Habeck. El dirigente, que además de vicecanciller es el candidato de Los Verdes para las elecciones de febrero, fue calificado por el dueño de X, Tesla y SpaceX como “un traidor al pueblo alemán”.

También el canciller Scholz señaló que lo que ocurre con Musk es un fenómeno inédito. Dijo que los socialdemócratas alemanes están “acostumbrados desde el siglo XIX a que empresarios ricos de los medios tengan opiniones diferentes”, pero que en este caso, lo nuevo es que “se trata de un empresario de medios global” y que “no se sabe cómo los algoritmos [de redes como X] forman la opinión pública”.

De Reino Unido a Italia

Musk también se ha encargado de lanzar acusaciones contra otros dirigentes, como el primer ministro laborista de Reino Unido, Keir Starmer. Dijo que es “culpable de crímenes terribles contra el pueblo británico” y lo acusó de que cuando él estuvo al frente de la Fiscalía hubo resistencias a condenar a responsables de redes de explotación sexual infantil. También acusó a la viceministra de protección de las mujeres, Jess Phillips, de no querer reabrir esa investigación y dijo que debería ser encarcelada.

El caso al que se refiere ya se investigó en 2014. Se determinó que esas redes, muchas de las cuales estaban integradas por personas de origen paquistaní, explotaron a alrededor de 1.400 menores de edad. La investigación también incluyó recomendaciones para actuar al respecto, y críticas a la Fiscalía y otros organismos, aunque no específicamente al papel de Starmer.

En una defensa de Phillips, Starmer dijo que “aquellos que propagan mentiras no están interesados en las víctimas”, sino en “promover la intimidación y las amenazas de violencia, confiando en que los medios de comunicación lo amplifiquen”.

Musk también dio a conocer su opinión sobre otros políticos británicos. Dijo públicamente que “el partido Reform UK necesita un nuevo líder”. En su opinión, el actual, Nigel Farage, “no tiene lo que se necesita” para conducir esa organización política, antes conocida como el Partido del Brexit.

Al parecer, su desacuerdo con Farage tiene que ver con que Musk defiende a un dirigente extremista, Stephen Yaxley-Lenon, también conocido como Tommy Robinson, fundador de la organización islamófoba Liga de Defensa Inglesa, que está preso por desacato a la Justicia y por insistir en acusaciones falsas contra un refugiado sirio.

Musk vinculó la situación de Robinson con Starmer y republicó un posteo en X que afirma que el dirigente extremista está en prisión “por decir la verdad” al cuestionar el papel del Estado en el caso de las redes de trata.

Farage respondió al comentario de Musk: “Elon es un individuo extraordinario, pero en esto me temo que no estoy de acuerdo. Mi opinión sigue siendo que Tommy Robinson no es adecuado para Reform y nunca traiciono mis principios”.

La agenda ultraderechista de Musk también abarca a Italia. En noviembre, cuando la Justicia italiana se opuso a los planes del gobierno de Georgia Meloni de enviar a Albania algunos solicitantes de asilo, Musk afirmó en su red social: “Estos jueces deben irse”. Consideró que el fallo era “inaceptable” y en referencia a los integrantes del tribunal agregó: “¿Viven los italianos en una democracia, o una autocracia no electa toma las decisiones?”.

El presidente italiano, Sergio Mattarella, le respondió que “Italia es un gran país democrático y... sabe cómo cuidarse a sí misma respetando su Constitución”, según citó la agencia AP. “Cualquiera, especialmente si [se trata de alguien que] como se ha anunciado está a punto de asumir un importante papel de gobierno en un país amigo y aliado, debe respetar su soberanía y no puede atribuirse la tarea de impartir indicaciones”, agregó.

Los límites a la libertad de expresión

El lunes, la Comisión Europea señaló que el millonario tiene derecho a la libertad de expresión, pero manifestó que estará atenta a cualquier riesgo que implique para la democracia alemana. “Hay ciertos límites, especialmente cuando una plataforma se utiliza o se abusa de ella en ese contexto”, dijo el portavoz de la comisión, Thomas Regnier.

Estas conductas de Musk fueron criticadas también por el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre. “Creo que es preocupante que un hombre con un acceso enorme a las redes sociales y grandes recursos económicos se meta de forma tan directa en los asuntos internos de otros países. No es así como debería ser entre democracias y aliados”, dijo.

Consultado sobre qué pasaría si Musk jugara ese papel en la política de Noruega, que elegirá un nuevo gobierno en setiembre, Støre dijo que espera que los políticos de su país adviertan estas intenciones y tomen distancia de ellas, según citó Efe.

El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, consideró que, al parecer, Musk intenta incidir en la política de Reino Unido y se refirió también a las elecciones previstas en mayo en su país: “En cuanto a Polonia, recordemos que influir en las elecciones polacas desde el extranjero es ilegal”.

Alexander De Croo, primer ministro en funciones de Bélgica, dijo el jueves que pedirá que la Comisión Europea intervenga ante el uso de las redes sociales por parte de “hombres ricos y poderosos” para desestabilizar las democracias de la Unión Europea. “Tenemos bases legales para intervenir”, dijo, en referencia a la Ley de Servicios Digitales del bloque.

De hecho, meses atrás, la Unión Europea abrió una investigación para determinar si X está incumpliendo pautas que buscan proteger los procesos electorales.

También la bancada de los liberales en el Parlamento Europeo, el grupo Renew, llamó a que se aplique la legislación europea sobre servicios digitales contra la “interferencia” de Musk. Recordó que esa ley se propone proteger a los usuarios del uso indebido de las plataformas digitales con fines políticos.

Valérie Hayer, presidenta de Renew, dijo que la Unión Europea “no puede ser ingenua o ciega ante la determinación del señor Musk de utilizar X para entrometerse en los asuntos democráticos de los estados miembros de la Unión Europea, respaldando causas de extrema derecha”.

El jueves, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, fue entrevistado por France Inter. “Si la Comisión Europea no sabe protegernos contra esas injerencias o esas amenazas de injerencias, tiene que dar a los estados miembros, a Francia, la capacidad para protegerse por sí misma”.

Barrot reclamó que la Comisión Europea actúe “de forma mucho más vigorosa” contra Musk, aplicando la normativa europea sobre redes sociales. “El debate público no puede deslocalizarse ni quedar desregulado en grandes plataformas de redes sociales propiedad de multimillonarios estadounidenses”, dijo, según citó la Deutsche Welle. Señaló que si bien todo el mundo tiene derecho a expresar sus opiniones, cuando alguien “participa en un gobierno, sus opiniones tienen un valor particular”.

La noticia de que el gobierno de la primera ministra italiana, la ultraderechista Georgia Meloni, estaba negociando un acuerdo con una de las empresas de Elon Musk, SpaceX, generó el rechazo de los partidos en la oposición.

Según informó la agencia Bloomberg, el gobierno de Meloni está al borde de un acuerdo por 1.500 millones de dólares para usar el sistema de comunicación por satélite Starlink, que ofrece esa empresa, para la seguridad nacional italiana, en particular, para la encriptación en los servicios de telefonía e internet que utiliza el gobierno.

La respuesta del Ejecutivo de Meloni pareció evadir la cuestión. “La oficina de la primera ministra niega categóricamente, por considerarlo ridículo, que SpaceX fuera un tema [tratado] durante la reunión con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump”, que tuvo lugar el sábado, comunicó el gobierno, según publicó la revista Forbes.

El encuentro de Meloni con Trump en su residencia privada de Mar-a-Lago fue presentado como un triunfo por la ultraderecha de Italia y, según medios de ese país, fue gestionado por Musk.

Galeazzo Bignami, el líder en la Cámara de Diputados del partido de la primera ministra, Hermanos de Italia, dijo que “la voluntad de Trump de recibir a Meloni en su residencia, entre los primeros jefes de Estado y de gobierno de otros países, y las palabras que le reservó confirman el papel clave” de la dirigente. Otro político oficialista, el diputado Emanuele Loperfido, consideró que el encuentro “certifica el absoluto prestigio internacional alcanzado por la primera ministra”.

La oposición no se dio por satisfecha con la respuesta del Ejecutivo sobre las negociaciones con el millonario dueño de X, y menos cuando el vicepresidente del gobierno, Matteo Salvini, publicó en esa red: “Musk es un líder mundial en innovación: un posible acuerdo con él para garantizar la conexión y la modernidad en toda Italia no sería un peligro, sino una oportunidad. Confío en que el gobierno acelere en esta dirección, porque ofrecer mejores servicios a los ciudadanos es un deber”.

El ex primer ministro Matteo Renzi dijo que el Ejecutivo debe dar explicaciones al Parlamento sobre sus intenciones, aclarar las razones para elegir a Musk y no a otro oferente para un negocio de este tipo y explicar de dónde salen los recursos, citó la agencia Efe.

Elly Schlein, la líder del Partido Democrático, dijo que “la carrera de la derecha italiana por besar los pies del hombre más rico del mundo estaría adquiriendo rasgos risibles, si no fuera porque están en juego la seguridad nacional, el dinero de los ciudadanos italianos y sus datos sensibles”.

Finalmente, ante la insistencia de los periodistas en una conferencia de prensa, Meloni dijo que en materia de seguridad en las comunicaciones “no hay alternativa” a SpaceX, porque tanto Italia como Europa “no han llegado a tiempo” en ese campo y la única otra opción que tienen es “no tener protección” ninguna.

Reconoció las conversaciones con la empresa de Musk –no con el millonario personalmente– y dijo que el objetivo del gobierno es proteger “algunas comunicaciones sensibles y delicadas”. Manifestó que no hay una versión estatal de lo que ofrece SpaceX y agregó: “¿El problema es que es privado? ¿O son las ideas políticas de Elon Musk?”.

Una “conservadora libertaria”

En la entrevista que Elon Musk le hizo el jueves a Alice Weidel, que fue seguida por unos 200.000 usuarios de X, la dirigente alemana tuvo la oportunidad de cuestionar que se defina a su partido, AfD, como de extrema derecha. Lo presentó como una organización “conservadora” y “libertaria”. Agregó: “Al menos nosotros nos vemos así”.

Durante su intercambio, Weidel y Musk cuestionaron la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea, y la dirigente alemana definió a Adolf Hitler como un “comunista” y a la AfD como “el único partido protector de los judíos en Alemania”.

El entrevistador se permitió recomendar a aquellos alemanes que estén descontentos con la situación actual que voten a AfD. “Pienso que Alice Weidel es una persona muy razonable y eso se puede ver en esta conversación”, dijo.