Evo Morales dijo el viernes que para su sector, EVO Pueblo, “no hay segunda vuelta” electoral el domingo porque ya ganó el voto nulo, al que convocó el expresidente al verse impedido de competir por la reelección en primera vuelta. Sin embargo, Bolivia elegirá este domingo entre el centroderechista Rodrigo Paz Pereira y el derechista Jorge Tuto Quiroga, que encabeza la intención de voto.

Una de las últimas encuestas publicadas fue la de Ipsos Ciesmori, difundida el domingo por el canal Unitel. Según ese estudio, Quiroga reúne un apoyo de 44,9% frente al 36,5% de Paz. Los indecisos representaban el 9,3%, mientras que se registraba 5,6% de intenciones de votar anulado y 3,7% de voto en blanco.

El viernes 10, otro canal privado, Red Uno, publicó una encuesta de la empresa Captura Consulting que también colocó en primer lugar a Quiroga, aunque con menos ventaja: 42,9% a 38,7%. Mostró también que 10% de los consultados estaban indecisos, que 2,6% votaría en blanco y 5,8% anularía el voto, según las respuestas recabadas entre el 2 y el 7 de octubre.

Durante los últimos días, las expectativas electorales fueron desplazadas de los titulares por la crisis de los combustibles que enfrenta Bolivia, que el gobierno atribuye a la falta de liquidez de dólares y a la negativa de los parlamentarios a habilitar al Ejecutivo a asumir préstamos.

El Tribunal Electoral Departamental de La Paz llegó a advertir que esta situación podría poner en riesgo la propia votación. Su titular, Antonio Condori, manifestó públicamente acerca de “la preocupación que tiene el organismo electoral sobre la viabilidad y el riesgo que se está poniendo a las elecciones generales en su segunda vuelta” por la falta de gasoil y nafta necesarios para distribuir el material electoral y recogerlo después de la votación.

“El riesgo es latente si es que el órgano Ejecutivo no garantiza la provisión de combustibles al órgano Electoral. Entendemos que este problema no es solamente en La Paz, es en todos los departamentos”, dijo, y pidió al gobierno de Luis Arce que “garantice el combustible” para que las elecciones se desarrollen con normalidad.

El miércoles la Cámara de Senadores aprobó una ley que permite, de manera excepcional, que personas naturales o jurídicas puedan importar ese combustible para comercializarlo en el mercado interno. La iniciativa, que debe ser aprobada por Diputados, permite a las estaciones de servicio comprar a un importador o importar directamente la nafta y el gasoil.

Según informó el medio digital Erbol, el proyecto fue planteado por la opositora Centa Rek junto con el Comité pro Santa Cruz.

El presidente de este comité, Stello Cochamanidis, defendió el proyecto el martes y advirtió sobre las consecuencias de la falta de combustible: “El hambre nos va a llegar a todos, aquí de a poco, si no se puede cosechar y no se puede sembrar; no va a distinguir si es de uno u otro partido, aquí todos somos bolivianos y todos estamos buscándole una salida inmediata”.

Este problema fue parte del discurso de campaña y llevó a uno de los candidatos a la presidencia, Paz, a acusar a Arce de “ocultar” el combustible en el marco de un acuerdo con Tuto Quiroga para favorecerlo en la segunda vuelta.

“Le quiero pedir al presidente Arce –no le pido, le ordeno–, como boliviano, que libere los hidrocarburos, tanto gasolina como diésel, que están guardando para generar zozobra en la población y en la democracia”, dijo en una conferencia de prensa. Advirtió, además, al presidente que si gana las elecciones, va a “esclarecer estos ataques a la dignidad y a las necesidades de los bolivianos y bolivianas, y desde el Parlamento, junto con sus socios, entrarán a un proceso de juicio de responsabilidades”.

A los votantes les dijo que si el domingo gana la segunda vuelta, el mismo día en que asuma la presidencia, el 8 de noviembre, quedará “resuelto” el problema de la falta de combustibles.

También Quiroga ha hecho promesas de solucionar esta crisis, pero en su caso mediante un préstamo internacional que permita al gobierno abastecerse en el exterior. Mientras ese préstamo se aprueba, dijo, ya tiene conversados acuerdos con proveedores como Estados Unidos, Argentina, Brasil y Paraguay para que abastezcan a Bolivia con pago diferido.

En los cierres de campaña, Paz reiteró su promesa de “capitalismo para todos”, créditos “baratos” para emprendedores, y dejar el 50% del presupuesto general en manos de las nueve regiones del país.

Quiroga puso el énfasis en “traer los dólares” de vuelta al país y acudir a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional para superar la falta de esas divisas. El candidato, que promete hacer de Bolivia una “potencia mundial del litio”, es acusado de apoyarse en una política de privatizaciones, algo que también se le atribuye a Paz.

La Central Obrera Boliviana se declaró en emergencia ante las medidas que podría tomar el próximo gobierno, en particular las políticas “neoliberales” que atenten contra derechos obtenidos en los años durante los cuales el MAS estuvo en el poder. Le preocupa la pérdida de derechos laborales, pero también iniciativas de privatizar la salud y la educación.