El primer ministro británico, Keir Starmer, recibió el sábado con un abrazo y una sonrisa al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El encuentro tuvo lugar antes de la cumbre europea prevista para este domingo en Londres para tratar la guerra en Ucrania.
Durante la visita de Zelenski, la ministra de Economía británica, Rachel Reeves, firmó un préstamo a Ucrania por unos 3.000 millones de euros que será financiado con activos rusos congelados en Reino Unido.
Una situación muy distinta había vivido Zelenski el viernes cuando visitó la Casa Blanca, donde se reunió con el presidente estadounidense Donald Trump y el vicepresidente, JD Vance. Allí se produjo una discusión en la que lo acusaron de no estar en condiciones de poner reparos a las propuestas de Washington para terminar la guerra. El presidente ucraniano había reclamado que un acuerdo incluyera garantías de seguridad para su país.
De manera inusual, ese encuentro fue presenciado y registrado por periodistas durante 40 minutos.
Allí Trump le dijo a su par ucraniano: “Estás jugando con la vida de millones de personas. Te estás jugando la tercera guerra mundial y lo que estás haciendo es muy poco respetuoso para el país, para este país”.
Para el senador demócrata Chris Murphy, se trató de “una emboscada planeada para humillar” a Zelenski. En respuesta, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, dijo que esa afirmación es “absoluta y categóricamente falsa”. Argumentó que la convocatoria a la prensa se debía a que esperaban que los dos presidentes firmaran un acuerdo en el que Ucrania se comprometía a compartir sus recursos naturales con Estados Unidos. Para Waltz, que Zelenski no lo haya firmado muestra que “no está claro” que quiera terminar la guerra.
En ese marco comienza este domingo la cumbre europea, en la que participarán España, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Países Bajos, Noruega, Turquía, Finlandia, Suecia, República Checa, Polonia y Rumania, así como el presidente del Consejo Europeo, António Costa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Mark Rutte.
Desde Europa llegaron muchas de las muestras de respaldo que recibió Zelenski después de lo ocurrido en la Casa Blanca. La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, llamó el sábado a que no se inviertan los papeles de víctima y agresor en este conflicto. Dijo que esa inversión es “inaceptable” porque “es lo contrario de la seguridad, es lo contrario de la paz”.
“Una inversión de los papeles agresor-víctima sería el fin del derecho internacional y, por lo tanto, también el fin de la seguridad para la gran mayoría de los estados”, agregó.
Baerbock afirmó que Ucrania es un país “soberano y libre”, que forma parte de “una Europa libre y democrática”, y agregó: “No cabe duda de quién es el brutal agresor y quién el valiente defensor en esta guerra contra Ucrania, quién es el autor y quién la víctima”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo a medios franceses que no hay que “equivocarse de enemigo”. Defendió una “paz con garantías” en Ucrania. Después de dudar de que Trump quiera lo mismo, agregó: “No tengo ninguna duda de que el claro destino de los estadounidenses es estar del lado de los ucranianos. Lo que Estados Unidos ha hecho en los últimos tres años es totalmente coherente con su tradición diplomática y militar. Quiero que los estadounidenses comprendan que desentenderse de Ucrania no redunda en su interés”.