Contradiciendo de manera contundente lo que indicaban todas las encuestas previas, el actual presidente ecuatoriano, el derechista Daniel Noboa Azín, del partido Acción Democrática Nacional (ADN), se impuso con claridad sobre su adversaria, Luisa González, en la segunda vuelta electoral celebrada este domingo.
De acuerdo a los datos oficiales proporcionados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 85% de los votos escrutados, Noboa contaba con el 55,95% de las adhesiones contra el 44,05% que consiguió la opositora González, postulante del Movimiento Revolución Ciudadana (RN), sector afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Mientras el oficialismo celebraba el triunfo en las calles de Quito, Guayaquil y muchas otras ciudades del país, desde la oposición denunciaron irregularidades en el conteo de votos.
El excandidato presidencial de RN Andrés Arauz, quien actualmente es el secretario general del sector, denunció en las primeras horas de la noche en un mensaje publicado en su cuenta de X: “Según el artículo 127 del Código de la Democracia, un acta que no tiene firmas conjuntas de presidente y secretario de la Junta no tiene validez. Sin embargo, el CNE está subiendo actas sin firmas que sustenten los resultados. En todos los casos, son a favor de Noboa”. Además, la oposición denunció permanentes irregularidades durante la campaña electoral.
En primer lugar, en contra de las normas constitucionales, el presidente Noboa nunca pidió licencia y dejó el cargo durante la campaña electoral, no delegó el cargo en su vicepresidenta, Verónica Abad, sino que prosiguió al frente del Ejecutivo. Esto generó muchas suspicacias, a las que se sumó que, según se afirma desde la oposición, Noboa tuvo a su disposición durante la campaña toda la maquinaria estatal, incluida la presencia en territorio de funcionarios del gobierno, repartiendo a la población bonos de dinero en efectivo y otros bienes.
“Vamos a estar a la espera de recibir los datos como corresponde”, afirmó este domingo, cuando los resultados estaban consolidados, la legisladora de RN Gissela Garzón, quien en declaraciones a Radio Pichincha agregó: “Este CNE deja mucho que desear”.
Igualmente, más allá de lo que diga la oposición, Noboa ganó las elecciones, por lo que el 24 de mayo asumirá un nuevo mandato.
Vale recordar que actualmente el mandatario está gobernando tras haberse impuesto en los comicios de 2023, en los que se eligió a quien finalizaría el período de gobierno de Guillermo Lasso, quien antes de ser destituido por el Congreso por corrupción decidió apelar a una figura constitucional llamada “muerte cruzada”, por la cual llamó a elecciones.
En su nuevo mandato, Noboa tendrá por delante importantes y difíciles desafíos, porque seguirá al mando de un país que está pasando por una crisis profunda en varios aspectos. Ecuador atraviesa desde hace años una crisis económica multicausal que está impactando directamente en la generación de empleo.
Una de las razones de la problemática económica del país tiene que ver con la crisis que está viviendo el sector petrolero, que es fundamental para la economía ecuatoriana, no sólo porque contribuye casi con el 30% de ingresos al Presupuesto General del Estado, sino porque alimenta a las refinerías que cubren la mayor parte de la demanda interna de combustibles.
Otro enorme problema que tiene el país es el de la seguridad pública, reflejada en una ola de violencia causada por la instalación en el país de bandas de narcotraficantes que venden hacia el exterior la cocaína que se produce en los dos países limítrofes de Ecuador, Perú y Colombia.
La lucha por el control del tráfico causó un aumento exponencial de los asesinatos por los enfrentamientos entre las organizaciones delictivas y de la violencia en general, y de hecho, de acuerdo a lo que informó el portal local Primicias, 2023 y 2024 fueron los años más violentos de la historia de Ecuador desde que existen mediciones al respecto, considerando la tasa de asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Otra tarea pendiente que tendrá que afrontar Noboa y su gobierno es el control de las cárceles, convertidas en centros de operaciones por las bandas delictivas. De hecho, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ecuador registra la tasa más alta del mundo de muertes violentas en centros penitenciarios.
Por su parte, al final de la jornada, González dio un discurso a sus seguidores en el que “en nombre del pueblo que representamos, nosotros no reconocemos los resultados presentados por el CNE” y “vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas”. Según radio Pichincha, la candidata declaró en un mensaje a la comunidad internacional: “Denuncio ante el pueblo, los medios y el mundo que enfrentamos el fraude electoral más grotesco de nuestra historia republicana”.
Sin embargo, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, tras las declaraciones de González, dijo que, “definitivamente, matemáticamente” el resultado “es irreversible”.