El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este domingo una declaración de desastre mayor para el condado de Kerr, en el estado de Texas, tras las inundaciones que dejaron decenas de muertos durante el fin de semana.
Posteriormente, se confirmó que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se había activado para responder, mientras que desde la administración central se liberaron los fondos a Texas para colaborar con las tareas de ayuda.
En una publicación en la red social Truth, Trump escribió que “acababa de firmar” la declaración para el condado de Kerr, ubicado aproximadamente 225 kilómetros al oeste de Austin, la capital del estado, para garantizar que los servicios de emergencia “dispongan de inmediato de los recursos necesarios” para responder a las inundaciones, que, según las autoridades, dejaron al menos 70 muertos y decenas de desaparecidos.
“Nuestra increíble Guardia Costera de Estados Unidos, junto con los servicios de emergencia estatales, ha salvado más de 850 vidas. ¡Que Dios bendiga a las familias y que Dios bendiga a Texas!”, agregó Trump en la publicación, en la que informó además que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el gobernador de Texas, Greg Abbott, están siguiendo de cerca las tareas de búsqueda y rescate.
Los investigadores del condado de Kerr encontraron 16 cadáveres desde el sábado por la tarde, lo que elevaba el número total de muertos a 59, según informó el sheriff Larry Leitha. Entre los muertos había 21 niños, dijo. No obstante, luego el número de personas encontradas sin vida aumentó.
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, sostuvo que un número desconocido de visitantes habían llegado a la zona para celebrar el Día de la Independencia junto al río Guadalupe, que luego de unas intensas lluvias creció ocho metros en apenas 45 minutos.
“No sabemos cuántas personas estaban en carpas al lado del río, en pequeños remolques, en casas alquiladas”, dijo el jerarca en declaraciones a la cadena Fox News.
Según Patrick, el campamento Mystic, un centro vacacional cristiano, que albergaba a 700 niñas en el momento de la inundación, fue arrastrado casi completamente por la fuerza del agua.
Otro campamento de niñas ubicado en la zona, Heart O’ the Hills, informó en su sitio web que la copropietaria, Jane Ragsdale, falleció como consecuencia de la inundación, pero que no había acampantes en el lugar.
El vicegobernador se comprometió a seguir buscando en la región de Hill Country hasta encontrar a todos los damnificados por las inundaciones repentinas que comenzaron el viernes. También se reportaron cuatro muertes en el condado de Travis, tres en el condado de Burnet y una en el condado de Kendall, informaron las autoridades.
En su tarea de buscar sobrevivientes, los rescatistas debieron llevar a cabo sus tareas entre árboles rotos, autos volcados y numerosos escombros de edificaciones que fueron destruidas por los torrentes de agua. Las autoridades aún no revelaron cuántas personas estaban desaparecidas, aparte de las 11 niñas y un animador del campamento Mystic.
El portal estadounidense Politico informó que el Servicio Meteorológico Nacional había advertido el jueves sobre posibles inundaciones y luego envió una serie de alertas por inundaciones repentinas en las primeras horas del viernes.
Posteriormente, emitió una emergencia por inundaciones repentinas, que se considera una alerta relativamente poco frecuente, para advertir del peligro inminente que representan las rápidas crecidas de las aguas.