El lanzamiento de la campaña “Construyendo Salud”, el 25 de octubre en La Huella de Seregni, fue el inicio de una movilización nacional del Frente Amplio con 19 Jornadas Departamentales en menos de un mes. Maldonado, Rocha, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Colonia, Soriano, Flores, San José, Montevideo, Durazno, Rivera, Tacuarembó, Canelones ya realizaron estas jornadas a la fecha de hoy y en los próximos días se completará todo el territorio nacional. Agreguemos también las reuniones preparatorias en las 18 coordinadoras frenteamplistas de Montevideo.

Las exposiciones, talleres, puesta en común, e intercambios en plenaria, de las Jornadas Departamentales tuvieron tres grandes ejes: los avances de la salud en la última década, los pendientes y desafíos que seguimos teniendo y las formas de involucrar más a la sociedad en este proceso de cambios.

La segunda generación de reformas del SNIS inició su gestación con una fuerte impronta participativa y movilizadora. Escuchando, informando, aportando, discutiendo, proponiendo. Entre muchas otras opciones se eligió esta estrategia y la respuesta fue muy importante. Cientos de participantes, protagonistas en ámbitos variados y con responsabilidades distintas, militantes sociales y políticos, técnicos, usuarios, integrantes de la Unidad Programática y las Departamentales, legisladores, intercambiaron sobre los rumbos a imprimir a la salud en el país. El interés en participar de este proceso, se tradujo en la creación de comisiones de salud en varias de las Departamentales que quedaron trabajando en forma permanente. Algunas se adelantaron a elaborar documentos que reflejan los avances y dificultades en su departamento. El diseño de las actividades puso el énfasis en la participación y el intercambio entre los concurrentes, recogiendo los aportes que se fueron volcando.

En todos los casos el posicionamiento que surge de las Jornadas Departamentales es de defensa y profundización del proceso de reforma de la salud.

Los documentos que circularon como insumos para esta discusión fueron el programa de gobierno en salud, 10 Desafíos del SNIS del MSP y la plataforma programática común del Frente Social de la Salud acordada por el PIT-CNT, FUS, FFSP, SMU, ONAJPU y movimientos de usuarios. A estos documentos se agregó el texto de la convocatoria de la campaña y una presentación elaborada para las jornadas. Mucha reflexión acumulada, múltiples propuestas. Sin embargo lo más rico fue el intercambio.

Esa forma de hacer salud conversando y discutiendo en cada lugar del país, incorpora a las personas que han estudiado más los temas, pero también a quienes en el día a día hacen posible las cosas o se enfrentan con los obstáculos que todo cambio genera y a los destinatarios de todas las políticas, que deberían ser protagonistas. Rompe con la idea que la política se hace solo desde el Estado y suma a una rica tradición de las luchas populares en nuestro país.

¿Cuales fueron los grandes temas que surgieron en la campaña “Construyendo Salud”?

El SNIS es un antes y después en la salud del país. Un salto en calidad enorme en relación con el pasado y también con el presente de la región. Un gran esfuerzo para defender a la salud como un derecho y no una mercancía, un objeto de lucro de unos pocos. Ese es el punto de partida para encarar los nuevos desafíos que este proceso nos plantea.

Mientras algunos utilizan sistemáticamente los medios que tienen, para denigrar a ASSE y al SNIS, sin la más mínima propuesta ni mirada a futuro, “Construyendo Salud” hace cuestión de rescatar los avances, elaborar respuestas a los problemas y comprometerse con ellas. Algunas para el ámbito nacional, para que se traduzcan en nuevas leyes, en mejores políticas y planes, en acciones de mayor impacto, y otras para cada realidad departamental y local. No se trata solo de ver qué tienen que hacer mejor otros, sino también qué debemos hacer cada uno de nosotros como personas y como colectivos, para cambiar más profundamente la realidad de la salud en el país.

Si tuviéramos que resumir las ideas-fuerza principales de esta segunda etapa del SNIS serían: *Más Participación *Más Complementación *Más Rectoría, Más Descentralización *Más herramientas de gestión y *Más Personal formado y distribuido adecuadamente.

Saber para dónde vamos, construir juntos ese rumbo, es clave para luchar contra las miles de dificultades que siempre aparecen cuando se trabaja para hacer realidad los cambios. No es solo bajar a tierra un conjunto de ideas generales porque ellas surgieron desde planteos muy concretos a partir de las vivencias cotidianas. Hay que afinar la pluma para que las propuestas tengan toda la solidez necesaria y al mismo tiempo miren hacia adelante, piensen lejos.

No es poca cosa plantearnos una segunda generación de reformas en la salud. Cerramos toda la discusión que se dio sobre la agenda de unos y otros, con el listón bien alto.

Para mencionar sólo uno de estos capítulos, la participación y descentralización, podemos señalar como medidas posibles:

a) Fortalecer los ámbitos de participación social territorial, JUDESAS y JULOSAS, como órganos de conducción local del SNIS, estableciendo legalmente sus nuevas responsabilidades.

b) Creación de ámbitos amplios de análisis y reflexión sobre los rumbos de la reforma, sus avances y dificultades, sus desafíos.

c) Fortalecimiento de los Consejos Asesores y Consultivos por institución, como órganos de gestión del SNIS y sus efectores.

d) Jerarquizar los componentes de participación social y comunitaria en las políticas de salud a través de campañas y acciones que prioricen el involucramiento de la población y de sus organizaciones en las mismas, en consonancia con los problemas críticos y los Objetivos Sanitarios Nacionales.

e) Divulgar e incentivar las mejores experiencias en participación social en salud, promoviendo también la investigación al respecto para discernir sus causas y consecuencias, sus actores, acciones y sinergias, las enseñanzas y aprendizajes que pueden obtenerse de ellas.

Dice el actual programa de gobierno: “El SNIS tiene como uno de sus ejes estratégicos consolidar espacios de participación social a efectos de que las organizaciones sociales y la comunidad puedan ejercer sus derechos e incidir en el proceso de salud-enfermedad y en la orientación del sistema de salud. Forjar sistemas de poder progresivamente más democráticos y democratizadores del entramado social es una clave también en materia de estrategias sanitarias. La transformación de un sector salud mercantilizado y sometido a lógicas de poder concentradas sólo puede asegurarse sobre la participación más amplia y democrática de los usuarios y de la comunidad. Entendemos la participación social en un sentido amplio que va mucho más allá de los espacios abiertos en la JUNASA y en el directorio de ASSE, potenciando la participación e incidencia en la planificación territorial, esto es; identificación de problemas y potencialidades positivas de salud, su priorización y las líneas de acción a desarrollar hacia el cambio de modelo de atención”.

En esa dirección van estos esfuerzos.