La libertad muere de muchas maneras. Puede ser atacada con violencia. Puede ser censurada. y también puede ser comprada. Y cuando la libertad se compra, es esclavitud.

Nuestro compromiso para el 30 de junio es defenderla, como siempre lo hemos hecho. En la dictadura y también frente a los atropellos en democracia, sin campañas sucias, sin mentiras, con la conciencia limpia y con la sonrisa verdadera.

En las elecciones del 30 tenemos que asumir la responsabilidad a la que todos temen; no callar. Es nuestra responsabilidad como integrantes del sistema político, porque hay cosas que se pueden hacer y cosas que los uruguayos no hacemos.

No podemos soportar la degradación de la sociedad por dinero. No se puede ganar a cualquier precio. No se puede ensuciar al que sólo quiere lo mejor para su pueblo. No se puede hacer silencio frente al engaño.

Ganar depende de cada uno, pero lo más importante: ser dignos también depende de cada uno de nosotros. Frente a todo y contra todos. Es importante que este llamado de atención les llegue a los buenos blancos y a los buenos uruguayos. La dignidad no tiene precio. La necesidad no es pretexto. Los votos no se venden.

Se lo debemos a los Leandro Gómez, a los Wilson y a los Saravia, a las mujeres que votaron por primera vez en Cerro Chato, también a los Batalla, a los Batlle, a los Seregni y a todos los que lucharon para hacer un país independiente que nos llena de orgullo, más allá de los colores. No hay medias tintas. Sigamos siendo el Uruguay que queremos.

Santiago Caramés es militante del sector blanco Dale (lista 4040).