Quisiera hablar de VeraTV. Al final de esta nota daré mi opinión, pero mi principal objetivo es aclarar algo que, según entiendo, son confusiones conceptuales, y algunos razonamientos falaces sobre VeraTV en particular y sobre Antel en general. Por supuesto, me comprenden las generales de la ley: fui parte del gobierno anterior y hace mucho que sigo de cerca el proceso de construcción de Vera, y dudo que alguien no tenga en cuenta este dato al leer esto. Prometo, sin embargo, intentar basar mis afirmaciones en hechos y deducciones para fomentar una discusión informada.
Entiendo que esta discusión es necesaria, porque mientras el mundo avanza en una dirección, no me queda muy claro hacia dónde irá Antel, y eso puede ser muy importante para el futuro del país. Entender qué es efectivamente VeraTV, qué rol cumple en la estrategia de Antel y qué se pretende hacer (o no) con ella es un paso que se me hace imprescindible.
En los últimos días se ha hablado mucho de este tema, y el gobierno y la empresa han anunciado que VeraTV ya no comprará ni producirá contenidos propios. La justificación va principalmente por dos líneas: que distribuir y producir contenidos no está en el giro de la empresa, y que tampoco debería ser su rol. Como parece haber una confusión en el análisis, intentaré aclarar algunos conceptos.
Primero: Antel es una empresa pública de telecomunicaciones. Que sea pública quiere decir que es propiedad del Estado; todos los uruguayos, como parte del Estado, somos dueños de Antel. Por ese motivo, la estrategia de Antel deberá estar alineada con la estrategia de Uruguay en los temas que la afecten. Que sea una empresa quiere decir que tiene clientes, que su fin es el lucro y que sus ganancias se transferirán al Estado, su dueño. Es, por lo tanto, esencialmente diferente al Poder Ejecutivo central: sus operaciones deben intentar ser rentables, y sus ingresos deberían venir de sus clientes. Además, en algunas áreas (transmisión por medios físicos), Antel es monopólica. En el resto, no.
Antel es rentable: en 2018 dio una ganancia neta de 5.000 millones de pesos, correspondientes a 12,6% de su patrimonio, según su balance anual, auditado externamente. De esa ganancia, 70% fue a rentas generales, que es, por ejemplo, de donde se saca dinero para hacer escuelas, si se me permite el golpe bajo. 2018 no fue un año excepcional: hace 18 años que Antel da ganancias. Entonces, estamos hablando de una empresa pública rentable que ha aportado exitosamente a reducir el déficit fiscal del país.
Segundo: Antel es una empresa pública de telecomunicaciones. Eso es lo que dice en su Ley Orgánica: “Prestar los servicios de telecomunicaciones urbanos y de larga distancia, nacionales e internacionales”. Por supuesto, podemos discutir por horas si hoy, en 2020, “telecomunicaciones” refiere solamente a transmisión de voz y datos, o incluye cosas más amplias, como generación de contenidos. Tiene, sí, mucho sentido discutir sobre esta pregunta: ¿debería Antel generar contenidos, o bien comprarlos para transmitirlos? La respuesta de este gobierno es bien clara: no. El problema es que el argumento de que no está en sus cometidos no parece suficiente... porque las leyes se cambian con leyes. Hay una discusión de fondo que parece quedar pendiente. Tal vez ayude a resolver esto ver qué se hizo con VeraTV.
¿Qué es VeraTV? VeraTV es un portal de streaming que permite ver contenido audiovisual en vivo por internet. Cuenta con numerosas señales nacionales e internacionales, cientos de videos de deporte, tecnología, novedades y cultura, así como exclusivas transmisiones en vivo de eventos de relevancia, con la mejor calidad de imagen (así está definido en la plataforma Play Store del sistema operativo Android). Es decir, Antel pone un espacio donde pueden verse diferentes señales en vivo y contenidos de todo tipo.
Si se consulta la página web, se ve que las señales son mayormente señales de televisión del interior, señales del gobierno, otras solamente de internet, y algunas señales internacionales (como, por ejemplo, la Deutsche Welle). Los contenidos están vinculados a una señal (Vera+), y son principalmente culturales, infantiles, de deportes, música, ciencia y tecnología. Finalmente, existen transmisiones exclusivas, como las Eliminatorias, los Mundiales de Fútbol o las Olimpíadas, por las cuales Antel paga derechos. Algunas transmisiones de espectáculos son de producción propia.
Todos los servicios de VeraTV están disponibles para los clientes de Antel, es decir, aquellas personas que pagan alguno de los servicios de la empresa (ya sea datos fijos o móviles). Ahora está brindando, además, servicios pagos que permiten ver películas y series online. Vera TV es un servicio de una empresa exitosa para sus clientes, no un regalo para nadie.
Pero, ¿tiene sentido esa estrategia de negocios? Al menos parece estar alineada con lo que sucede en el mundo. No hay compañía de telecomunicaciones que no esté ofreciendo servicios de streaming (basta ver lo que hacen en Uruguay las empresas competencia de Antel). Incluso, y cada vez más, con contenidos propios. Por citar solamente un ejemplo (y que no es excepcional), AT&T, la empresa de telecomunicaciones más grande del mundo, compró Warner en 2018, con el objetivo de pisar fuerte en el mundo de los contenidos.
No es difícil entender la lógica detrás de esto: más contenidos es más consumo de datos, a través de los diferentes medios que las empresas proveen. Entonces, VeraTV es el intento de una empresa exitosa de entrar al mundo del streaming y al de producción de contenidos, y Vera+ es la apuesta de una empresa exitosa a ser una referencia en el streaming de contenidos en Uruguay.
Esta estrategia de negocios tiene, además, otros efectos positivos: permite difundir señales alternativas, canales del interior, promueve la cultura, la ciencia, la tecnología, los contenidos nacionales. Sí, por supuesto: visto desde la óptica de los uruguayos, los dueños, son mucho más que simples efectos adicionales a un negocio; son parte del desarrollo nacional, que pasa por la diversificación productiva, el acceso a la cultura, la promoción de la ciencia y el desarrollo territorial.
Algunos dirán que eso tiene que hacerlo el Estado por otras vías: el sistema de medios nacionales, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, o quien corresponda, según el tema. Aquí es donde entra en juego el dato de que Antel, además de empresa, es pública: sus dueños son los uruguayos, y esto no es solamente a los efectos de cobrar sus ganancias: también debe ayudar en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo nacional. ¿VeraTV cumple estos objetivos “secundarios”? Parecería que sí. Entonces, reformulando, podríamos decir que VeraTV es el intento de una empresa pública exitosa de entrar al mundo del streaming y al de producción de contenidos, para cumplir sus objetivos y los del Estado al que pertenece.
¿Podemos decir que transmitir el Mundial por VeraTV no es rentable para Antel? Yo creo que no podemos. Interpretar rentabilidad como ganancia directa por el servicio no tiene mucho sentido, porque es parte de una estrategia de negocios. Y Antel, en su negocio total, es rentable (muy rentable). No parece razonable cortar una pata de un negocio que, objetivamente, viene funcionando muy bien, sin, al menos, proponer una alternativa.
¿Podemos decir que es el rol de Antel transmitir los Juegos Olímpicos? Yo creo que sí, y es algo que no es muy difícil de explicar: si usted quiere ver los Juego Olímpicos con 20 cámaras, y desde su celular, seguramente pagará paquetes especiales de consumo de datos, ya sea por una conexión cableada o móvil (o ambas). De hecho, esto es exactamente lo que sucedió: lo que Antel obtuvo por paquetes de datos extras en los Juegos Olímpicos compensó con creces los costos de contratar esos paquetes. Y, al mismo tiempo, cumple, como empresa pública, con su compromiso con la difusión de la cultura y el deporte. Eso se llama alinear la estrategia empresarial con los objetivos del país. Eso son las empresas públicas: son empresas, y son públicas.
Mi opinión: Antel nos acostumbró a que en Uruguay tengamos servicios de calidad de primer mundo. No buenos ni muy buenos: de primer mundo. Además, participando en estrategias nacionales visibles y del mismo tono, como Ceibal. VeraTV amenazaba con hacer lo mismo en el mundo de los contenidos. Esto puede haber perjudicado a otros actores, privados ellos: es lo que tiene la competencia.
Ahora la propuesta es que Antel se debilite, quitando una línea de negocio, y que otros entren al mercado de datos. Al final, nos vemos enfrentados a una contradicción: con el argumento del mejor servicio, hemos abierto Antel a la competencia con empresas muchísimo más grandes que ella. Pero cuando compite, decidimos proteger a otros actores privados... de Antel. No parece demasiado justo.
Quiero hacer, para terminar, una pregunta: supongamos que Antel se retira del mercado del streaming y ya no compra ni elabora contenidos. ¿Cuál será su camino? Predecir es difícil, pero todos sabemos que las empresas que no innovan desaparecen. “Quedarse en su giro original”, si lo vemos como sinónimo de no innovar, es suicida. Si imaginan que estoy exagerando, piensen que la Antel de hace solamente 20 años dependía del ingreso por llamadas telefónicas, y la de hace diez, de los SMS. ¿Qué hubiera pasado si Antel se hubiera quedado en su “giro original”? El mundo va hacia el streaming, el camino parece claro. ¿Y Antel? ¿Hacia dónde va?
Guillermo Moncecchi fue ministro de Industria, Energía y Minería.