Durante 2024 tendremos tres instancias electorales que configuran tres esquemas de pesca diferentes. En la primera, la de junio, el juego consiste en varios pescadores que se sientan con su caña alrededor de diferentes peceras, cada una correspondiente a un partido político. El que pesque más en cada una pasará a la siguiente fase del juego, la de octubre, donde los pescadores se situarán en torno a una única gran pecera y competirán por los mismos peces. Finalmente, los dos que más pesquen pasarán a la instancia final del juego, la de noviembre, en la que se concentrarán en pescar a los peces que no pudieron conseguir un mes antes, quienes ahora tendrán que elegir entre los únicos dos anzuelos que quedan.
La peculiaridad de las elecciones de junio es que en las internas no hay una única pecera, sino varias, con diferentes peces que requieren estrategias de pesca diferentes.
Para este artículo me propuse analizar las elecciones internas desde el mapa de Uruguay. Encontré dos grandes cosas. En primer lugar, diferencias importantes entre las peceras, esperables, y también diferencias entre los pescadores. Lo segundo, algo que me llamó la atención: como nunca antes, los pescadores y las peceras están cruzados desde el punto de vista territorial.
Las peceras y el mapa
En términos generales, de cada tres votantes de las internas, dos son del interior y uno es de Montevideo. Pero cuando abrimos según partido vemos diferencias en los habitantes de las peceras. En algunas la mayoría son peces que toman mate de boina y bombacha de campo; en otras hay más peces que toman mate paseando por la rambla de su ciudad de 300 años. Si tomamos como referencia las internas de 2019, podemos armar un esquema como el que se muestra en el gráfico.
En el caso del Frente Amplio, la mitad de los votantes de su interna están en Montevideo. Si sumamos a Canelones podemos decir que dos tercios de sus votantes se encuentran en estos dos departamentos, y sólo un tercio en el resto del interior.
En el caso del Partido Nacional la situación es inversa: sólo un cuarto de sus votantes en la interna es de Montevideo. El 75% de los votos nacionalistas proviene del interior del país.
En los otros partidos la situación es diversa. Cabildo Abierto tiene una distribución territorial parecida a la del Partido Nacional –sólo un cuarto de los cabildantes que votan en las internas son montevideanos–, mientras que el perfil de las internas del Partido Colorado es más parecido al del total: poco más de un tercio son montevideanos y el resto son del interior.
La canarización de los pescadores del Frente Amplio
En esta elección interna sucede algo interesante con respecto a los principales candidatos de los dos partidos mayoritarios: su origen territorial se ha ido moviendo a contrapelo de la distribución territorial de su electorado.
En el caso del Frente Amplio, si pensamos en los precandidatos presidenciales de su historia sentimos la fuerte presencia montevideana. Tabaré Vázquez, nacido en La Teja, intendente de Montevideo; José Mujica, nacido en Paso de la Arena, exdiputado por Montevideo, vecino de Rincón del Cerro; Danilo Astori, hincha de Nacional y de la murga Falta y Resto, montevideano de toda la vida; Constanza Moreira, nacida en Montevideo, criada en el barrio La Figurita; Daniel Martínez, nacido en Pocitos e hincha de Defensor Sporting, intendente de Montevideo; Carolina Cosse, nacida y criada en Villa Española, intendenta de Montevideo; Mario Bergara, nacido en el Cerrito de la Victoria. Óscar Andrade, si bien nació en Canelones, fue electo diputado por Montevideo en 2014.
La única excepción histórica clara a este listado es Marcos Carámbula, nacido en Las Piedras, dos veces diputado y dos veces intendente de Canelones, además de presidente de Juventud de Las Piedras. Se presentó en las elecciones internas de 2014 y quedó en tercer lugar.
En este sentido, la elección interna de 2024 es diferente a las anteriores desde la perspectiva de los pescadores. A las candidaturas de Bergara y Cosse, quienes ya participaron en las elecciones internas de 2019, se agregan dos nuevas: Yamandú Orsi, nacido en el área rural de Canelones, entre las localidades de Santa Rosa y San Antonio, actualmente residente de Salinas, dos veces intendente de Canelones; y Andrés Lima, también dos veces intendente de Salto. Por primera vez hay dos candidatos del interior. Lejos de cumplir un mero rol testimonial, en esta oportunidad quien lidera las encuestas para las elecciones internas del Frente Amplio es del interior del país.
En síntesis, por primera vez hay grandes posibilidades de que el candidato a presidente del Frente Amplio sea del interior del país.1
La montevideanización de los pescadores del Partido Nacional
Por otro lado, tenemos al Partido Nacional. Desde 2004 a esta parte, la constante participación de Jorge Larrañaga en las elecciones internas, quien fue intendente de Paysandú por dos períodos, implicaba la presencia de al menos una persona del interior disputando la precandidatura, ganando la interna como sucedió en 2004 o saliendo segundo como en 2009 y 2014, años en los que terminó conformando la fórmula presidencial.
En esta elección, sin embargo, el perfil de los candidatos del Partido Nacional es más capitalino. Álvaro Delgado, nacido en Montevideo, criado entre el Prado y Pocitos, electo diputado por Montevideo en 2004 y 2009; Laura Raffo, criada en el Prado y Pocitos, candidata a intendenta de Montevideo por la coalición multicolor; Jorge Gandini, electo diputado por Montevideo en varios períodos; Juan Sartori, nacido en Montevideo, vivió 12 años en Ciudad Vieja antes de mudarse a Europa.
En síntesis, por primera vez estamos seguros de que el candidato a presidente por el Partido Nacional será un montevideano.
La relevancia de la dimensión territorial
De esta novedosa disonancia entre electorado y candidatos me surgen dos grandes preguntas. La primera es qué tan relevante es el territorio como categoría de análisis para entender el electorado. La segunda es qué tan importante es el origen del candidato en relación con su desempeño electoral.
No he estudiado a fondo los números como para responder sólidamente ambas preguntas, pero sí me consta la importancia que tienen para los actores políticos que compiten en la interna.
Con respecto a la primera pregunta, el Frente Amplio ha sacado conclusiones categóricas al respecto. Su documento de balance y autocrítica, publicado en 2021, presenta una profunda preocupación en cuanto a la relación entre la fuerza política y el interior del país. Transcribo algunos extractos: “La inconsistencia estratégica se expresó no sólo en la implementación general del proceso reformista: se expresó también en particular en la vinculación con la gente en el interior del país y en cómo se avanzó en la conquista de derechos”. “Desde 2005 a 2020 es explícito el desgaste y desacumulación del Frente Amplio fuera del área metropolitana”. “Fuimos soberbios a la hora de pretender entender la realidad de más de la mitad de nuestro país, dispersa de forma diversa en todo el territorio nacional, con una mentalidad capitalina y tecnócrata”. “La dirección nacional del Frente Amplio no dimensionó la importancia de sostener el trabajo cotidiano de la militancia frenteamplista en las departamentales en el interior del país”. “Hay que dar la batalla cultural hegemónica desde adentro: al interior no hay que atenderlo, hay que entenderlo”.
Por tanto, el Frente Amplio identifica el retroceso electoral en el interior como un factor determinante para explicar la pérdida del gobierno, y se propone acciones concretas con perspectiva territorial para elevar su caudal electoral en esa zona del país.
Con respecto a la segunda pregunta, recientemente el expresidente Mujica expresó su apoyo a la candidatura de Orsi con argumentos fundamentalmente territoriales. Manifestó que Orsi “es el único que les puede ganar a los blancos” y que “Cosse es buenísima, pero no les gana a los blancos porque no la bancan en el interior”. Las declaraciones causaron cierta polémica, pero pusieron en blanco sobre negro una dimensión que está en la cabeza de los analistas, políticos y estrategas de campaña, y que estará presente a lo largo de este año electoral.
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En estricto rigor, se debe decir que en 1984 Juan José Crottogini, nacido en Río Negro, fue candidato a la presidencia por el Frente Amplio. Esto sucedió porque Liber Seregni (montevideano, nacido en el barrio Palermo) se encontraba proscripto, así como un amplio conjunto de dirigentes frenteamplistas. ↩