A las 17.00, cuando llegó la prensa, el ballroom del Radisson estaba vacío, pero a medida que avanzó la tarde del domingo 27 de marzo empezaron a llegar distintas figuras de la coalición de gobierno. Uno de los últimos que apareció por las escaleras mecánicas cuando se confirmó el ajustado triunfo del No a la derogación de los 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC) fue el senador y líder de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos. Saludó, se mezcló entre los dirigentes de primera plana de los partidos que integran la coalición y se instaló en un costado del salón, cerca de una de las pantallas.

Allí lo captaron las cámaras de El País en una charla informal con el dirigente nacionalista Alberto Volonté, pronunciando las palabras que luego se reprodujeron en todos los medios y redes sociales: “Creo que lo bueno del resultado de esto es que a todos nos pone nerviosos”, dijo, señalando probablemente a las pantallas. “Si somos conscientes de que con cualquier error perdemos; porque esta diferencia en dos años no está más”, completó.

El mismo domingo y los días siguientes, Manini matizó, de cierta forma, la victoria en el referéndum. Tanto en el semanario cabildante La Mañana como en algunos canales de televisión, Manini habló de que la diferencia de apenas un punto porcentual daba “un baño de realidad al gobierno”. Luego, retomó una propuesta que CA lleva hace un año intentando meter en la agenda, la instalación del Consejo Nacional de Economía, un órgano previsto en la Constitución y que fue reglamentado en 2005, pero nunca se implementó. Por otra parte, le envió una propuesta al presidente de la República para establecer una canasta básica de 20 productos a los que se les exonere el IVA.

Estas propuestas están aún a consideración del Ejecutivo y las respuestas en la coalición han sido dispares. Más allá de la intención de Manini y CA, para el politólogo Daniel Chasquetti esta diferenciación ‒a la que CA no es ajeno‒ responde a que “la coalición de gobierno no tiene opción de permanecer unida todo el período, porque en el quinto año tiene que competir entre sí”, es decir, sobre todo CA y el Partido Colorado (PC) “en algún momento se van a tener que desprender” y comenzar a tener “una agenda distinta a la del presidente”.

Chasquetti dijo que si bien el referéndum no fue definitorio, sí “aportó información”. “La paridad mostraba lo que dijo Manini: cualquier error o política fallida puede ser un motivo para que la balanza se mueva hacia el otro lado”, analizó, y dijo que aun ganando el acto eleccionario, “este proceso de diferenciación o perfilismo ya comenzó, y va a ser así el próximo año y medio”.

CA es el único socio de la coalición con un liderazgo y una candidatura clara de cara al próximo período electoral, y “tiene su propio programa”, especificó Chasquetti, que catalogó al partido como “programático” más allá de los lineamientos de la coalición. “Seis de cada diez iniciativas que presenta son programáticas, es decir que están vinculadas al programa que presentó a la elección de octubre. El problema es que no consigue aprobarlas, tiene más de 30 proyectos de ley presentados y ni siquiera han logrado una media sanción”, explicó Chasquetti, quien entendió que este “va a ser un problema y una de las razones para marcar perfil”. Agregó: “Ya lo ha dicho Manini, que el gobierno no es sensible al aporte de Cabildo”.

Idas y vueltas en el Palacio

Tras la elección, el coordinador de CA en el Senado, Raúl Lozano, se comunicó con los parlamentarios de su partido y les pidió una lista de proyectos que consideren prioritarios para llevar a la reunión que mantendrán las bancadas de la coalición con la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón.

“La gente votó al presidente [Luis] Lacalle, y Lacalle no sería presidente sin los votos del PC ni de CA”, dijo a la diaria el diputado cabildante Eduardo Lust. “El sistema se tiene que sincerar, y con los proyectos que vamos a acercar nos tienen que decir con qué proyectos están de acuerdo y con cuáles no, o ver qué proyectos con modificaciones nos podrían votar”, aventuró. Consideró necesario “plantearle a la Presidencia que en los dos años que lleva el gobierno no se aprobó ni un proyecto de Cabildo” y recordó que en una reunión, al asumir como diputado, dijo “nunca van a aprobar un proyecto de CA”, a lo que otro legislador respondió “tenés que perder esa desconfianza”. “Por ahora el tiempo nos ha dado esa razón”, concluyó.

“90% de los proyectos que aprobamos en el Parlamento vienen del Poder Ejecutivo”, añadió el diputado y consideró que “lo que tiene que hacer CA es ver qué proyectos son de mayor prioridad y hacerle ver a la Presidencia que así como nosotros hemos votado, deberían aprobar algún proyecto de CA”. Dijo que hay temas en los que tendrían que encontrar el consenso. Por ejemplo, para Lust “hay temas más inmediatos y otros más de fondo”. Entre estos últimos aparece “la enseñanza, y no el tema burocrático de los consejeros, sino los programas, revisarlos, qué es lo que se enseña”.

Por su parte, el también diputado cabildante Martín Sodano no cree que “sea un reclamo”, pero consideró que “acá hay una realidad, y es que somos parte del equipo que gobierna”. Cabildo, sostuvo, define “qué leyes queremos llevar adelante”, pero respetan “a rajatabla” el “Compromiso por el país”, el acuerdo programático que firmaron los socios de la coalición previo al balotaje de noviembre. “Te puedo asegurar que si no yo estaría trabajando en muchísimas leyes que se pueden modificar y mejorar, pero como están en el ‘Compromiso por el país’ hay que respetarlas”, añadió, sin especificar a cuáles se refería.

Asimismo, Sodano enviará como prioritario un proyecto para “modificar el Código del Proceso Penal por el tema de los delitos cometidos por adicciones; en vez de meter presas a las personas adictas que cometen delitos menores, que sean internadas en un centro de rehabilitación”.

La diputada Silvana Pérez Bonavita también se refirió a los proyectos de CA que a veces no lleva el resto de la coalición. “En parte por esto se pidió un ámbito de prioridades legislativas y un acuerdo entre todos los partidos de la coalición, porque obviamente somos partidos distintos y nos debemos a nuestros electores”, dijo.

Pata económica

Las propuestas de Manini con enfoque económico, ya sea el Consejo o el control de precios, responden a una visión “proteccionista” de Cabildo, que, según Chasquetti, no va tan en consonancia con la idea de una “economía de mercado” como la del PN.

Eduardo Ache, asesor en materia económica de CA, dijo que “hay dos niveles”: primero, “un nivel macro y de administración de los recursos en los que ha sido muy buena la gestión”, que se vio “cuando vino la pandemia y se generó un sistema de financiamiento contingente que permitió pasar la emergencia”.

Segundo, en CA hay ciertos “matices” en los que mostraron un “perfil”, como con ciertas propuestas respecto de las pequeñas y medianas empresas, o los planteos relacionados al IRPF: “Un tema que tiene nuestro sistema fiscal es que a veces se les da subsidios a quienes no deben recibirlos y a veces les ponemos impuestos a quienes no los pueden pagar; la forma en la que fue implementado el IRPF, que lejos de ser un impuesto a la renta fue un impuesto a los trabajadores y al ahorro”, sostuvo Ache, y reconoció que el Poder Ejecutivo tomó estas propuestas de CA. Además, dijo que la propuesta del “IVA personalizado” busca “darle el subsidio a quien más lo necesita; este camino que se recorrió bajando el IVA a bienes de la canasta familiar” viene de una propuesta que hicieron “hace un año” para “focalizar más los subsidios y las exoneraciones”.

Ache agregó que la propuesta de instalar un Consejo Nacional de Economía busca “recuperar la calidad del diálogo político”. “Entendemos que en Uruguay hay muchas reformas estructurales que hay que hacer y que con la calidad del diálogo político que hay es imposible”, es decir, que “viendo el resultado que se dio, sabiendo que somos una sociedad que está dividida, creo que hay ciertos temas que tienen que estar por encima del debate político”.