Una encuesta que lo muestra mejor posicionado que otros nombres en la interna blanca. El apoyo de tres senadores, 14 diputados y siete intendentes. La visibilidad de un cargo clave en el Poder Ejecutivo y la necesidad de buscar un relevo ante la imposibilidad de una reelección de Luis Lacalle Pou en 2024. Hay varios astros del firmamento de Álvaro Delgado que parecen estar cada vez más cerca de alinearse. En el arranque del tercer año de gobierno, las miradas desde sus entornos más cercanos lo apuntalan como el “candidato ideal” y la discusión empieza a ser sobre cómo manejar los tiempos. Otras miradas en el Partido Nacional (PN), sin embargo, son más cautelosas y advierten sobre las dificultades de construir un liderazgo como el de Lacalle Pou en un plazo tan corto. En todo caso, los movimientos de los próximos meses determinarán la reconfiguración en la interna del PN y la oferta electoral de toda la coalición de gobierno.
“Mi prioridad hoy es la gestión, ayudar al presidente [Lacalle Pou] y al gobierno. No hay ninguna proyección electoral para nadie sin antes tener un buen gobierno”, respondió Delgado el viernes, ante una consulta de la diaria. Este año, según dijo, su prioridad será seguir trabajando en el marco del grupo interministerial que mide los impactos de la guerra entre Rusia y Ucrania, y continuar con el “monitoreo de los los grandes proyectos” previstos para la segunda mitad de la actual administración de gobierno.
Entre ellos destacó el proyecto del ferrocarril central hasta la planta de UPM y la ejecución del fideicomiso de vivienda para la erradicación de los asentamientos. “Hay todo un trabajo de coordinación de acciones entre los ministerios que es importante seguir realizando y al que voy a estar enteramente dedicado”, señaló el secretario de Presidencia.
Delgado sí reconoció que está al tanto de los resultados de algunas encuestas que lo dejan al tope de las preferencias en el Partido Nacional PN, aunque aclaró que ni él ni su sector encargaron esos estudios y ratificó que no es un tema que hoy esté en el centro de sus prioridades.
En su entorno, sin embargo, el entusiasmo es más difícil de simular. Algunos hablan de “aspirante natural” a la presidencia, otros dicen que es el “candidato oficial”. Los respaldos en su grupo, Aire Fresco, son evidentes, pero tampoco está descartada la posibilidad de construir una candidatura consensuada con las otras dos corrientes de Todos: el Herrerismo y el Espacio 40. En particular, de la vieja guardia herrerista destacan el estrecho vínculo que construyó Delgado, desde la gestión del gobierno, con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
Los puentes con el ala “wilsonista”
Los sectores identificados con el ala “wilsonista” quedaron en minoría dentro del PN y buscan cómo reagruparse de cara a las elecciones de 2024, una intención que quedó reflejada en la reciente conformación de una segunda coordinación de bancada en la Cámara de Diputados. En este espacio hay que ubicar al movimiento Por la Patria, de Jorge Gandini; Alianza Nacional, que busca recomponerse tras la muerte de su líder Jorge Larrañaga, y los dirigentes que en algún momento estuvieron en el llamado “grupo de los intendentes”, entre ellos el senador Sergio Botana.
Las fuentes consultadas coinciden en que, a diferencia de lo que sucedió en su momento con las carreras presidenciales de Lacalle Herrera o Lacalle Pou, Delgado tiene para mostrar un origen “wilsonista” que puede servir para tender puentes con estas sensibilidades, que en las últimas elecciones han sido un contrapeso interno a los liderazgos de raíz herrerista.
Al respecto, no pasó desapercibido que uno de los primeros en pronunciarse por la candidatura de Delgado haya sido Alberto Volonté, que siempre estuvo en la vereda contraria a Lacalle Herrera. “El papel de Álvaro Delgado en la gestión del gobierno ha sido desequilibrante. Es difícil encontrar una armonía como la que existe entre este secretario de la Presidencia y este presidente. Álvaro emerge solo como candidato, y eso pasa por esa armonía, no se necesita que Lacalle Pou lo apunte con el dedo”, declaró Volonté en una entrevista que publicó El País el domingo 17 de abril.
El primer cargo que ocupó Delgado, con 29 años, fue de inspector general de Trabajo, a partir de una propuesta de Volonté. Delgado estudiaba con uno de los hijos de Volonté y empezó a militar en el sector que este lideraba, Manos a la Obra. Luego pasó a Correntada Wilsonista, un espacio que integró hasta 2008, cuando empezó a trabajar en el armado de la lista 404 junto a Lacalle Pou, a quien hasta ese momento conocía como compañero de bancada en Diputados. Luego, en la elección de 2009, Aire Fresco logró tres diputados: Lacalle Pou y Amín Niffouri por el departamento de Canelones, y Delgado por Montevideo.
Delgado sin un Delgado
Desde aquellos años, el vínculo entre Lacalle Pou y Delgado ha sido intenso. “No han parado de recorrer el país, llevan más de diez años de recorrida juntos”, comenta un dirigente que conoce bien esa relación. Durante ese proceso, Lacalle Pou siempre fue el candidato y Delgado su principal operador político, un acuerdo tácito que lo transportó en perfecta línea recta a ocupar el cargo en la Secretaría de Presidencia a partir de marzo de 2020 y a jugar un rol fundamental en estos primeros dos años de gobierno.
“Es difícil imaginar la carrera presidencial de Luis sin pensar en el papel que jugó Álvaro en todo ese proceso, fue clave todo lo que hizo. Una diferencia ahora es que Álvaro no tiene a nadie jugando ese papel”, razonó un dirigente del PN. En el entorno más cercano a Delgado reconocen que esa constatación refleja una realidad, aunque le restan dramatismo y apuestan a que pueda jugar un partido diferente. Lo argumentan desde otro razonamiento que tampoco deja margen para la discusión: las carreras presidenciales de ambos necesariamente serán diferentes, porque no es lo mismo emprender ese camino desde la oposición que desde el gobierno.
El asunto se vuelve incluso más complejo con la discusión reeleccionista de los últimos días, las declaraciones de Lacalle Pou sobre el tema y los posibles escenarios que quedaron delineados para una etapa 2030-2040 que hasta ahora parecía muy lejana.
“Lacalle padre era líder, Lacalle Pou es líder, Jorge Larrañaga era líder. Álvaro es seguramente el mejor candidato que tenemos, pero eso no lo convierte necesariamente en un líder”, reflexionó otro dirigente blanco, un poco más cauteloso.
Un dato relativamente reciente que generó entusiasmo en el entorno de Delgado son los resultados de una encuesta de intención de voto que realizó Opción a finales de febrero y que ha sido tema de conversación a varios niveles de la interna nacionalista.
“A nivel de la interna del PN, es cierto que el nombre de Álvaro Delgado pica en punta. Es lo que venimos viendo de forma estable, en las distintas grillas y con diferentes nombres”, comentó a la diaria el sociólogo Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de la consultora Opción. En estas investigaciones de “preferencia guiada” que manejan en la interna del PN también se han medido otros nombres, como Beatriz Argimón, Jorge Gandini, Martín Lema y Laura Raffo.
Personas de confianza en el gobierno
Delgado tiene una relación de mucha confianza en particular con dos ministros: José Luis Falero, de Transporte y Obras Públicas, y Omar Paganini, de Industria, Energía y Minería, según indicaron diversas fuentes. En esa categoría también podrían estar los subsecretarios Andrea Brugman (Desarrollo Social), Juan Ignacio Buffa (Agricultura, Ganadería y Pesca) y Mario Arizti (Trabajo y Seguridad Social).
Arizti conoció a Delgado hace más de 20 años, en su pasaje por la Inspección General de Trabajo, y lo acompañó como asesor durante sus períodos como diputado y senador. “Es muy abierto a dialogar, a escuchar y a debatir con sus propios asesores”, contó a la diaria.
La principal característica de Delgado, en su opinión, es que es un “articulador nato: construye puentes”, afirma Arizti, que fue subsecretario de Trabajo y Seguridad Social (2002-2005) e inspector general de Trabajo (1998-1999). Esa impronta, que es “fundamental” en el MTSS y la cultivó mientras estuvo en la Inspección, la mantuvo en el tiempo, y actualmente tiene “muy buen vínculo” con los empresarios y los sindicatos, aseguró Arizti.
En la misma línea opinó Buffa, que sostiene que “gobernar es coordinar” y ese ha sido el rol de Delgado entre los ministerios, que muchas veces tienen intereses contrapuestos. “Tiene un rol catalizador que es sumamente importante en el gobierno”, dijo, y puso como ejemplo el papel que jugó en el caso de Citrícola Salteña, luego de que se declarara en concurso, para mantener la unidad productiva y los puestos de trabajo.
En materia económica, Delgado tiene una buena relación con la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y con el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie. Pero hay un nivel de confianza con otra proyección con jerarcas como el presidente del Banco Central y exdirector de ANCAP Diego Labat (que fue su asesor durante muchos años), el subsecretario del MEF y exdirector del Banco República Alejandro Irastorza, o el director de Finanzas Públicas, Fernando Blanco.
Otro vínculo técnico-político que Delgado afianzó en estos dos años de gobierno ha sido con el presidente del INAC, Conrado Ferber Artagaveytia, un exdirectivo de la Asociación Rural del Uruguay y exintegrante del Instituto Plan Agropecuario (IPA) con el que tiene un diálogo fluido, sobre todo en temas agropecuarios (también es un referente para Lacalle Pou). Ferber, además, fue suplente de Delgado en la Cámara de Diputados durante la legislatura 2010-2015.
El presidente de ASSE, Leonardo Cipriani (ver recuadro), el presidente del Mevir, Juan Pablo Delgado, y el director de la Unasev, Alejandro Draper, son otros jerarcas que tienen línea directa con la Secretaría de Presidencia, según las fuentes consultadas. Más en un plano de confianza personal, aparecen los nombres de su secretario, Javier Álvarez, y del director de la Agesic, Hebert Paguas.
Los respaldos parlamentarios
A nivel del Senado, las tres figuras de referencia para Delgado son Niffouri, Carmen Asiaín y Graciela Bianchi. En diálogo con la diaria, Bianchi reconoció que el secretario de Presidencia es una “persona que se está perfilando claramente como candidato para la presidencia hacia 2024” porque ha demostrado “capacidad de gestión, negociación y lo que se necesita para gobernar un país”. Para Bianchi, no se trata del “delfín” de Lacalle Pou porque “Luis no tiene delfines ni nombra sucesores”. Más bien considera que en estos dos años de gestión “fue la mano derecha de Luis en todas las negociaciones”, algo así como un “primer ministro”.
Para la senadora, Delgado no necesita diferenciarse de Lacalle Pou para proyectarse a futuro, porque ya tiene características distintas. “En la pandemia aparecían los dos en momentos distintos. Luis aparece para lineamientos más generales; obviamente que Álvaro Delgado es el secretario y tiene que actuar como tal, si actuara por fuera de sus competencias estaría mal”, apuntó.
“El presidente es Luis y yo soy luisista mientras sea el presidente”, dijo Bianchi, aunque también aseguró que pondrá “todos los esfuerzos a favor de Delgado, como ya estoy haciendo y seguiré haciendo”. Para Bianchi, no hay dudas: Delgado “es el candidato ideal para 2024”. En su opinión, Delgado no tiene que construir un liderazgo a la interna del PN, porque ya es el líder de Aire Fresco y, en consecuencia, tiene un liderazgo consolidado a nivel nacional, ya que se trata del sector mayoritario del PN, con presencia en todos los departamentos. “Aire Fresco es Álvaro Delgado y los que estamos en su círculo más cercano”, recalcó la senadora.
Desde su creación en 2009 el sector Aire Fresco ha crecido, y en las últimas elecciones logró 14 representantes en la cámara baja. El diputado Alfonso Lereté, que participó junto a Lacalle Pou en la creación de la Lista 400 en Canelones y, posteriormente, de Aire Fresco, contó a la diaria que con este sector se buscó generar una nueva identidad en el PN. Se trató, en definitiva, de dar una “bocanada de aire” y mostrar que había “otro estilo de hacer política”.
Lereté coincidió en que la figura de Delgado se afianzó durante la emergencia sanitaria. “En los mano a mano que he tenido con Álvaro veo que no toma una dimensión real de que su salida a las 19.00 en cadena nacional, cuando había miles y miles de casos, le daba a la ciudadanía tranquilidad y paz. Eso caló muy profundo en miles y miles de uruguayos”. Para Lereté, durante la pandemia Delgado asumió diversas responsabilidades, como la gestión para la compra de vacunas y equipamiento, y se convirtió en el “principal apóstol” del presidente para solucionar problemas. “Él allí certificó y dio prueba de fe de su investidura”.
Lereté también destacó la “actuación protagónica” que tuvo Delgado en la campaña en defensa de la ley de urgente consideración (LUC). “Dentro de los blancos, cargó la mochila de defensa de la LUC. No más que cualquier otro blanco, pero tengo que reconocer que Álvaro Delgado destinó un tiempo muy grande a recorrer Canelones y el país. Cuando uno se la juega, y es de las personas que destinan más tiempo para recorrer el país y estar en actos, tiene dos opciones: si gana, se lo vamos a reconocer; si pierde, es el padre de la derrota. Y se la jugó”.
Los intendentes cercanos a Delgado
Guillermo López (Florida), Carmelo Vidalín (Durazno), Mario Silvera (Treinta y Tres), Fernando Echeverría (Flores), Ana María Bentaberri (San José), Alejo Umpiérrez (Rocha) y Pablo Caram (Artigas) son los siete intendentes más cercanos a Delgado, coinciden las fuentes consultadas.
“¿Qué tenemos en común estos siete intendentes? Y capaz que sí, que lo que tenemos hoy en común es la figura de Álvaro. Pero esto no significa que él tenga problemas con otros intendentes blancos”, aclara Caram, que conoce a Delgado desde hace siete años y ya lo considera un “hermano”. “Hemos hecho una hermosa relación en la política”, aseguró el intendente artiguense, minutos después de una reunión que tuvo con el Secretario de la Presidencia este viernes, en la Torre Ejecutiva.
Caram destacó la “seguridad y firmeza” que Delgado mostró durante la pandemia, pero sobre todo le parece valioso que “está al tanto de absolutamente todo lo que sucede a nivel departamental y municipal”. “Te llama de manera permanente, conoce los problemas de todos los departamentos, es hiperactivo. Él no va a decir nada y me parece lógico, pero para mí ya es el candidato oficial. Por cómo están dadas las cosas, es el candidato oficial”, razonó el caudillo del norte.
El intendente estimó que en estos dos años Bella Unión fue visitada por ministros más de 60 veces y el presidente “visitó el departamento cinco veces, cuando a veces se pasaban sin ir durante años”. “Esas cosas dan sus frutos. Fijate que nosotros ganamos la alcaldía de Bella Unión, que siempre estuvo identificada con la izquierda, y las otras dos también. Ganamos las departamentales y fuimos el departamento donde el No ganó con mayor ventaja”, alegó.
Caram imagina que Delgado hará una “campaña corta”, porque tiene esa ventaja del “conocimiento del país”. “Me imagino todo concentrado ahí, en las fechas cercanas a la interna. Él conoce mucho, anda de forma permanente y no se le escapa nada”, agregó.
En el caso de Artigas, tanto él como la diputada Valentina dos Santos pertenecen a la lista 404. “Pero creo que la gente a esta altura ya nos identifica con el liderazgo de Álvaro”, dijo. Caram coincidió en que el PN tendrá competencia interna y visualizó a Gandini “como una figura de recambio”. “Ojalá que no deje heridas, porque las internas de los blancos también son bastante crudas. Calculo que en Todos van a estar todos con Álvaro. No es algo que pueda asegurar 100%, pero sí es lo que me gustaría que pase”, reconoció. Consultado sobre una posible precandidatura de Raffo, Caram admite que “se ha hablado de su nombre”, aunque su impresión es que “puede hacerse todavía más fuerte en Montevideo”.
El intendente López, en tanto, sostiene que “el apoyo a la posibilidad de la proyección de Delgado es total en Florida”. Tanto él como Carlos Enciso, embajador de Uruguay en Argentina y exintendente del departamento (2010-2019), tienen un “alineamiento total” con esa idea. Ambos integran el sector Dale, que luego de presentarse en solitario en las internas del PN, se acopló a la Lista 404 en las elecciones de octubre. Sostuvo que “siempre ha habido una relación de mucha confianza y de mucho compromiso con la expresión política” de Aire Fresco.
Al igual que Caram, López también reconoce ese vínculo estrecho con los jefes departamentales. El actual presidente del Congreso de Intendentes menciona, por ejemplo, que Delgado fue “el principal articulador” para la implementación por parte de las comunas del programa de los jornales solidarios. “Está en contacto cercano y directo con los intendentes”, dijo.
Para el intendente de Florida, el liderazgo de Delgado es “natural”, pero “tiene el desafío de ser asociado a una figura presidencial con una fuerte impronta como la de Luis”. Sin embargo, “es un tema de tiempos” y ahora debe cumplir con su función en el Ejecutivo: “Ahora tiene que hacer su rol desde la Secretaría de Presidencia muy bien, como lo viene haciendo. Cuando se acerque la campaña, se va a dar una naturalización de ese liderazgo, con esa capacidad articuladora. No es lo mismo ser líder de un sector, líder de todo el partido o tener una capacidad articuladora para liderar una presidencia de la República”, señaló.
Cipriani y Canelones
Delgado jugó un papel clave para convencer a Leonardo Cipriani de que asumiera la presidencia de ASSE. El vínculo entre ambos viene de antes y no es político: el exdirector técnico del Círculo Católico fue durante muchos años su médico personal. Aunque estará inhibido de participar en una campaña, Cipriani es uno de los jerarcas de gobierno más cercanos a Delgado, afirman las fuentes consultadas. El presidente de ASSE, especulan algunos dirigentes blancos, podría ser una figura interesante para proyectar políticamente en el departamento de Canelones. También por su trabajo como médico, Cipriani se vinculó con el exdiputado canario Alberto Perdomo, fallecido en 2017, y con quien fuera su suplente, Daniel López Villalba, también referente del Círculo Católico.