En el Día Internacional de los Trabajadores, el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, dio una conferencia de prensa en la que ratificó “con total convicción” el compromiso del gobierno de aumentar el poder de compra de los salarios antes de que termine el período de gobierno. Asimismo, expresó estar “contento”, pero no “satisfecho”, con relación a “las tendencias de recuperación del empleo”, ya que todavía hay “mucha gente que sigue teniendo problemas”.

Al comienzo, Mieres transmitió un saludo “cálido y comprometido” a “los trabajadores y las trabajadores de nuestro país” y al movimiento sindical. Recordó que este lunes se cumplieron 40 años del acto del 1º de mayo de 1983, “el primer acto de masas desde el golpe de Estado de 1973”, que “marcó el proceso de recuperación democrática”.

Luego, el titular del MTSS comparó datos actuales con datos de 2019. Señaló que durante el año pasado la tasa de empleo se ubicó en 57%, una cifra “más alta que la registrada en 2019, año previo a la pandemia, y similar a la de 2018”. En tanto, la tasa de desempleo se ubica actualmente en el entorno de 8%, es decir, “alrededor de un punto por debajo de 2019”. Apuntó, además, que en marzo de este año se registraron 44.600 trabajadores en seguro de paro, un número menor a “los promedios registrados en los últimos cuatro años”.

“¿Todos estos datos significan que estamos satisfechos? No”, preguntó y respondió Mieres. El jerarca dijo estar “contento” por “las tendencias de recuperación del empleo”, pero no “satisfecho”, porque aún hay “mucha gente que sigue teniendo problemas de empleo”. Recalcó que previo a la pandemia la realidad “era mala”, con una “tendencia al deterioro del empleo que se había instalado en nuestro país desde 2015”.

En cuanto a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, el ministro ratificó “con total convicción” el compromiso de recuperación salarial antes del fin del mandato. Afirmó que en la próxima ronda de los Consejos de Salarios el gobierno promoverá “la búsqueda de acuerdos que permitan la recuperación definitiva del salario”. El Instituto Cuesta Duarte, del PIT-CNT, estima que el salario real en promedio todavía se sitúa 3,7% por debajo del nivel que tenía en 2019.

Por otra parte, Mieres adelantó que próximamente el Poder Ejecutivo enviará al Parlamento un proyecto de ley para modificar “la normativa vigente” y mejorar el acceso al trabajo de las personas con discapacidad. También anunció que habrá “medidas concretas” para atender la “problemática tan compleja” que viven los departamentos del litoral por la diferencia de precios con Argentina.

El ministro destacó, especialmente, que en el actual período de gobierno “se ha reducido de manera significativa la cantidad de trabajadores informales”. Señaló que, entre 2015 y 2019, el promedio de trabajadores sin registro en el Banco de Previsión Social era de 25%, mientras que actualmente se ubica en 20%.

Aseguró que la formalización “se ha consolidado con un crecimiento estable en nuestra realidad laboral” y la asoció a “la importancia que tuvieron” para las personas “los mecanismos de protección que se desplegaron durante la pandemia”.

La reducción de la jornada laboral

Más temprano, en el acto organizado por el movimiento sindical, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, había manifestado que “ya entrados en la segunda década del siglo XXI”, y en vista de que la Ley de Ocho Horas de 1915 “ya está vieja”, es necesario considerar “la reducción de la jornada de trabajo sin reducción del salario”. Según Abdala, “ya estamos quedando atrasados no solamente en el concierto europeo, sino de nuestros países vecinos de América Latina”.

Semanas atrás, el Poder Legislativo de Chile aprobó una ley que prevé la implementación gradual de una semana laboral de 40 horas, “sin reducción salarial”, en un plazo de cinco años. El proyecto tuvo el respaldo tanto de sindicatos como de sectores empresariales.

En el acto de la central sindical, el expresidente José Mujica opinó en una rueda de prensa que la disminución del horario laboral “está cantado” y pronosticó que “va a venir por los más lúcidos, incluso de los propios sectores patronales”. “¿Por qué? Porque se necesita repartir, porque los robots no van al supermercado a comprar”, afirmó Mujica, aunque puntualizó que existe una “contradicción”: “La presión de la sociedad de consumo es tan grande que nos dan seis horas de trabajo y entonces vamos y conseguimos dos trabajos y trabajamos más que antes; nosotros mismos nos pisamos el callo. Por eso hay que luchar por una jornada de seis horas, pero con un laburo”.

También se refirió al respecto el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, quien dijo que es un tema que hay que estudiar y desarrollar para que cree nuevas oportunidades para la vida, pero que no signifique luego jornadas interminables de labor”.

“Eso los trabajadores lo tienen claro: que haya una jornada laboral razonable y que haya un tiempo para regocijo, para poder expandir la cultura, las ganas de hacer cosas distintas, tener ratos de ocio y tiempo de sueño. Eso siempre hay que meditarlo de acuerdo a la rama de actividad, según cuánto avance tecnológico tuvo. Si son ramas con mucho avance tecnológico, las jornadas claramente pueden ser menores”, consideró.

Consultado al respecto, Mieres dijo en conferencia de prensa que el tema “no está en la agenda del gobierno”. No obstante, aclaró que “eso no significa que en la negociación colectiva, en los distintos sectores de actividad, pueda acordarse la posibilidad de modificaciones al respecto”. Mencionó que, por lo general, la reducción del tiempo de trabajo “está asociada a un componente, que es la productividad”.