El presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Patricio Cortabarría, fue el responsable de dar apertura a la oratoria, en la ceremonia de clausura de la 119ª edición de la Expo Rural del Prado, este sábado, frente a las autoridades del Poder Ejecutivo, con excepción del presidente, Luis Lacalle Pou, con quien mantuvo una reunión este viernes. Además de empresarios, productores y público en general, asistieron los candidatos a la presidencia del Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente, Álvaro Delgado, Andrés Ojeda y Pablo Mieres, respectivamente.
El directivo dijo que “el Estado tiene el desafío de articular las acciones para permitirnos crecer”, y destacó que en este período “se corrigió la inflación, se avanzó en infraestructura, sin embargo, hay que seguir creciendo. Es ineludible bajar el déficit fiscal, debemos apostar al superávit primario y contener el incremento de deuda. Para ello, necesitamos el estudio exhaustivo del funcionamiento del Estado. No duplicar y superponer acciones y malgastar recursos, necesitamos un plan de acción para poder reducir los sobrecostos internos”.
Agregó: “Debemos no pretender imponer regulaciones ambientales sin un estudio sobre el impacto económico y social que ellas pueden tener. Debemos utilizar las herramientas en las que ya se invirtió, como la trazabilidad bovina, no incrementando costos en certificaciones y buscando valorizar nuestra forma de producir”.
Manifestó ante los presentes, además, la necesidad de “eliminar las tasas y los trámites que ya no tienen sentido. Debemos mantener las leyes de promoción de inversiones. Debemos promover acceso a mercados, mejorar los que ya tenemos y bajar aranceles. Debemos seguir fortaleciendo la investigación para poder superar nuestras propias metas productivas, manteniendo la sostenibilidad”.
“Como sector pagamos el costo de bajar la inflación, ahora debemos alcanzar los beneficios de esa política. La clave del crecimiento de este país está en el agro. Tenemos el desafío de crecer, de aumentar producto para poder sostener las políticas sociales. Tenemos el desafío de pensar en un mejor y más próspero futuro, y como sector actuamos en consecuencia”.
“El agro siempre responde. Cuando se dan las condiciones, el agro siempre responde”, dijo Cortabarría, quien recordó que igual “hay urgencia en las reformas necesarias”. Acotó, en ese sentido, que “el agro hoy necesita de esa pista de despegue, esa mejora de la competitividad que ya mencionamos, que nos permita crecer para poder dejar a nuestros hijos una mejor sociedad”.
Por otra parte, reconoció el avance del sector tecnológico, el cual, desde su perspectiva, “ha mostrado un enorme crecimiento, generando divisas para el país. Tenemos mucho para trabajar en la tecnología y la información junto con el agro para entre todos empujar el desarrollo de los uruguayos, pero tenemos que estar todos alineados. Hoy las reformas son necesarias y urgentes”.
Atraso cambiario
Cortabarría sostuvo que “el tema surge en muchos de los discursos de presidentes de ARU, con diferente intensidad, pero este año nos preocupa y mucho. Mencionamos que la política monetaria está orientada a lograr una tasa de inflación baja que permita preservar el valor de nuestra moneda. Una moneda estable contribuye al crecimiento de la producción, al desarrollo económico y social, a la generación de empleo y a mantener el valor de los ingresos de los ciudadanos”.
En esa línea, agregó que “este Poder Ejecutivo ha logrado mantener una tasa de inflación dentro del rango meta en más de 15 meses, logro que felicitamos. Pero no se ha conducido con una política fiscal de reducción del gasto público: pasamos de un PIB de 62.000 millones a 72.000 millones, pero el gasto sigue siendo del 30% del mismo”.
“En este gobierno vivimos dos situaciones extremas, la pandemia y la sequía. Entre ambas, generaron gastos y pérdidas cercanos a 4.000 millones de dólares, un año y medio de déficit fiscal. Lo comprendemos, pero como empresas nosotros hemos vivido situaciones que nos llevaron a ajustarnos, a recortar gastos, para seguir siendo rentables. Con este nivel de déficit fiscal y con esta política monetaria, seguirá estando el atraso cambiario. Es nuestro rol como gremialistas seguir pregonando para que esto cambie”, dijo el titular de la ARU.
Salir al mundo
Con relación a la inserción internacional, criticó “las regulaciones que están llegando desde el exterior”, ya que afectan “nuestra agenda de crecimiento, imponiendo mayores costos. En pocos meses comienza a regir el reglamento de cero deforestación de la Unión Europea, exigencia tomada de manera unilateral que no respeta las normas de la Organización Mundial de Comercio, como así tampoco la soberanía de los países”.
Acotó que “no solamente se nos exige condiciones sanitarias, de inocuidad y el pago de aranceles, ahora también se nos exige que certifiquemos que provienen de una zona libre de deforestación. El Ministerio de Ganadería está trabajando para que esos certificados sean aprobados a la brevedad. Las restricciones ambientales en el comercio vinieron para quedarse, pero debemos tener cuidado en no hacernos más restrictivos de lo que nos piden nuestros compradores”.
Dijo que desde el Instituto Nacional de Carnes y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) “se ha impulsado una política de promoción de carnes muy fuerte. Se participó el último año en ferias internacionales de todo el mundo, Japón, Emiratos Árabes, China, Arabia Saudita, Corea. Junto con el MGAP se ha logrado mantener la operativa en todos los mercados”.
Resaltó que “en noviembre de 2022 se logró la apertura de lengua bovina a Japón, en enero de 2024 se habilitó el mondongo a China y en abril pasado, carne bovina y ovina con hueso a Israel. Estas tres medidas significan 60 millones de dólares anuales extra de ingresos por exportaciones. Hoy se está avanzando en Malasia, Filipinas e Indonesia, región del mundo con más de 600 millones de habitantes. Felicitamos y agradecemos al ministro Fernando Mattos por el gran esfuerzo realizado”.
No al plebiscito de la seguridad social
Sobre el cierre de la presentación, Cortabarría dijo que “la iniciativa del plebiscito de la seguridad social pone en jaque el futuro. La gran mayoría de analistas, especialistas en seguridad social y académicos señalan que, de aprobarse ese plebiscito, las consecuencias podrían ser devastadoras. Uruguay es un país que se caracteriza por su certeza jurídica, por su estabilidad macroeconómica, pero esta reforma echaría por tierra el camino recorrido en los últimos 30 años. No apoyamos este plebiscito, entendemos que sus consecuencias son muy negativas”.