La decisión del gobierno de rescindir el contrato con el astillero español Cardama motivó el primer cruce fuerte entre el presidente Yamandú Orsi y el expresidente Luis Lacalle Pou en lo que va del gobierno. la diaria conversó con el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, sobre este tema y sobre otras polémicas con la oposición y también con el movimiento sindical. En relación al presupuesto, que en estos días se debate en el Senado, reiteró que no habrá mensaje complementario del Ejecutivo, y advirtió que “el margen para la redistribución” de recursos “es muy acotado”.

¿Cómo viste la reacción de la oposición después de la conferencia sobre Cardama?

A mí me extrañó la virulencia frente a un hecho a todas luces claro, donde el gobierno decidió actuar con transparencia y con firmeza. El presidente de la República firmó una resolución que dice: “Iniciar todos los procesos administrativos y judiciales para defender al Estado uruguayo”. Y en la conferencia de prensa nosotros no hicimos ninguna mención política a anteriores administraciones. La podríamos haber hecho. De hecho, el gobierno de Luis Lacalle [Pou] acostumbraba hablar bastante mal de la administración anterior en sus conferencias de prensa. Y nosotros no fuimos por ese camino, a riesgo incluso de tener discusiones dentro del electorado frentista acerca de si el gobierno del Frente Amplio (FA) encabezado por Yamandú es demasiado blando.

Nosotros no somos ni tibios ni blandos, somos firmes. Las cosas que hay que arreglar se arreglan, las que están mal, hay que enderezarlas y cambiarlas, y las que tienen apariencia delictiva, hay que denunciarlas. Hay una situación en donde al parecer se actuó con mala fe hacia el Estado uruguayo, porque se trajo una garantía que no era solvente. Yo hubiese preferido que los actores del Partido Nacional [PN] salieran a defender la posición del Uruguay y no la posición de la empresa. Parecen más abogados de Cardama que del Estado uruguayo.

¿Y por qué te parece que se dio esa reacción?

Acá hay dos elementos. Primero, es esa idea de “lo miré a los ojos y le creí”, de alguna manera a sus correligionarios se los defiende a toda costa. Creo que es un error, porque incluso la gente podía entender de otra manera si decían “bueno, nosotros procedimos de buena fe y fuimos engañados también, y vamos a acompañar al Estado uruguayo a que se esclarezca”. No entiendo por qué el expresidente se pone a la cabeza de esta situación. No tenía necesidad de hacerlo, agraviando además al presidente de la República, cosa que el presidente no hizo [con él].

Tenemos una fuerte crítica a la administración anterior porque creemos que no hizo los controles necesarios. Acá hay un contrato que establecía que la garantía de fiel cumplimiento tenía que ser de 42 meses y esa cláusula no se cumplió, se aceptó una garantía por 12 meses. El Banco Central, en la oportunidad en que fue consultado, recomendó contratar a un corredor de seguros para mejor asesoramiento. No lo hicieron. Y no consultaron nunca más al Banco Central. En el caso de Eurocommerce, no fueron capaces de dar una mirada sucinta a su página web. Porque nosotros en 24 horas descubrimos que la página web es trucha, que el propietario es un ruso que vive en Rusia, que no tiene ningún trabajador. Y el estudio que contrataron les dijo: “Nosotros controlamos la formalidad, ustedes tienen que ver la solvencia”. Es la tarea del Estado. No lo hicieron. Además, se extendieron los plazos para presentar la garantía de 45 días a 11 meses sin resoluciones, sin actos jurídicos y administrativos.

¿Hubo alguna reunión con Cardama después de la conferencia del gobierno?

No, no hemos tenido reuniones. Los hemos notificado de las decisiones que tomamos. Eso ya se realizó vía expediente y les hemos dicho que estamos dispuestos, por supuesto, a recorrer el camino administrativo que está establecido. Tenemos una firme convicción de que hay que denunciar el contrato. Porque no es accesorio no tener garantía. Tanto no es accesorio que sólo hasta que se constituyen las garantías comienza a regir el contrato. Por tanto, es un hecho principal. Obviamente, la empresa tiene todo su derecho de hacer los descargos que entienda pertinentes, nosotros contestaremos y si se plantea un espacio de mediación formal, por supuesto lo vamos a tener, porque por más que tengamos esta situación en la que a todas luces hay mala fe, el contratista tiene derechos y los vamos a respetar.

En esa notificación, ¿qué fue concretamente lo que le dijeron a la empresa?

Lo que se le comunica a la empresa es la resolución que firmó el presidente de disparar todas las acciones judiciales, por tanto se le informa que hemos hecho una denuncia penal con respecto a la situación de la garantía y que nosotros queremos iniciar el proceso administrativo, tal cual está establecido en el contrato, [que indica] que las diferencias jurídicas se dirimen en los estrados nacionales. Porque acá se ha hablado mucho del acuerdo de inversiones con España, pero el contrato es claro: si hay diferencias jurídicas, se dirimen en los estrados nacionales.

¿Tuvieron respuesta de la empresa?

Todavía no ha contestado formalmente. Sí ha planteado que están interesados en dialogar con el Estado uruguayo, pero hasta el momento no hemos tenido una respuesta formal. Y esto es lo otro: nosotros vamos a ir por el camino formal. La informalidad nos trajo hasta este lugar, actuar con informalidad, y en algunas cosas yo diría con falta de apego a las normas o con irregularidades.

Además de la cuestión de la garantía, ¿para el gobierno hay algún otro elemento que motive la rescisión del contrato? Y vinculado a esto, ¿los plazos para la construcción empiezan a regir a partir de la firma del contrato o de la constitución de la garantía?

Bueno, justamente de ahí viene la resultante de que no es accesoria la garantía. El contrato empieza a tener vigencia una vez que se constituye la garantía. Por eso los plazos empiezan a correr a partir de noviembre de 2024. Por tanto, es cierto que el contrato está dentro de los plazos de los 18 meses, y es cierto que viene con un retraso. Es falso que va un 60% construido. Hay atrasos en el cronograma, debería haber más bloques soldados de los que hay, es parte de las diferencias que existen, pero que son diferencias en ejecuciones normales del contrato. Acá hay una particularidad: Cardama nunca construyó un barco de esta naturaleza; por tanto está construyendo un prototipo, los planos son provisorios, lo que quiere decir que pueden estar sujetos a modificaciones. Incluso en el contrato es extraño que a Lloyds, que es una empresa de renombre y que es la certificadora, le pague Cardama con plata del Estado uruguayo. Si va a certificar que el contratista hace las cosas bien, tendría que ser una relación con el Estado uruguayo, que es el que nos da garantías, no con Cardama.

La oposición ha mencionado precisamente que Lloyds está certificando el proceso de construcción de las patrullas y que es una empresa reconocida.

Lo es. Pero hasta ahora no ha hecho un escaneo de las soldaduras, lo hacen de manera visual. ¿Qué es lo que ha dicho Lloyds? Que al no hacer una radiografía de las soldaduras que van hasta el momento, va a riesgo del astillero si después, cuando lo realicen (el escaneo), está mal soldado. Riesgo del astillero, que es riesgo del Estado uruguayo. Lo que también causó cierta sorpresa en su momento de nuestros veedores de la Armada fue que llegaron el 31 de mayo, y recién el 30 de mayo Cardama había iniciado el trámite en España para la autorización de la construcción de las patrullas. Entonces, es como todo muy de esta manera, y nosotros estamos preocupados por eso.

¿Es como dijo el ministro de Economía y Finanzas Gabriel Oddone, que si mañana llega Cardama con otra garantía, el contrato continúa?

No, no es sólo así. El Poder Ejecutivo tiene la convicción de que hay que ir por el camino de rescindir el contrato. Eso no quiere decir que no haya instancia de mediación en donde, obviamente, en el caso hipotético de seguir con la construcción de las patrullas con Cardama, habrá que rediscutir el contrato, habrá que rediscutir un montón de cosas y habrá que ver que se constituyan garantías reales distintas. Acá resta mucho. Nosotros le vamos a pedir informes a Lloyds, por supuesto. Queremos un informe más completo.

¿Por qué salió Oddone así, hay falta de coordinación en el gobierno sobre este tema?

No, no la hay. Con respecto a Gabriel, fue una pregunta muy concreta [que le hicieron y respondió]: “Si vos tenés un contrato que está vigente que se queda sin garantías, lo que hay que hacer es constituir las garantías nuevamente”. Creo que esa fue la respuesta de Gabriel, que fue genérica, pero que no tiene que ver de alguna manera [con el caso concreto], porque el Ministerio de Economía y Finanzas no ha estado trabajando intensamente en esto, con todos los pormenores. Este es un tema que ha manejado el Ministerio de Defensa y en el cual la Presidencia de la República ha colaborado...

La oposición toma lo dicho por Oddone como una muestra de que hay diferencias en el gobierno.

La oposición se agarra de todo. Yo lo quiero decir con todas las letras: el senador nacionalista Javier García es un mentiroso. He escuchado al senador García decir que a él le consta que dentro del FA hay enojo con respecto a la actitud que se ha tenido, tratando de corroborar esta teoría de que el presidente de la República es manejado. Dijo en un medio de comunicación, lo cual me parece una cosa muy grave, que a él le consta que hay frenteamplistas enojados. Lo que tiene que hacer García, para que yo no lo catalogue de mentiroso, es decir quién le dijo eso. Porque lo que está intentando hacer la oposición es decir “hay fisuras en el gobierno” para tratar de legitimar su teoría. Y toda la teoría y la acción de la oposición es no hablar de por qué dieron una garantía a una empresa trucha. Han centrado la discusión en otro lado y les sirve cualquier cosa para eso, cuando lo que hay que discutir es por qué se permitió dar una garantía a un contrato millonario sin controlarla. Esta es la gran pregunta: ¿por qué? Creo que Lacalle debería responder, y García. Es muy raro que a ti te traigan una garantía y tú no la controles. Miremos el contexto: hay una empresa que ganó por muchos millones de dólares un contrato muy importante, que vino primero con una garantía que no servía, fue a buscar otra, no se la dieron. Siete intentos.

El secretario de la presidencia, Alejandro Sánchez.

El secretario de la presidencia, Alejandro Sánchez.

Foto: Gianni Schiaffarino

¿Por qué te parece que Lacalle Pou salió tan fuerte con este tema?

Es un error que Lacalle saliera a exponerse. Seguramente lo que está buscando es reafirmar su liderazgo dentro del PN diciendo: “Si tocan a los míos, aparezco yo”. Pero no tengo una interpretación política de por qué jugó tan fuerte, ni creo en la teoría de Lacalle de que nosotros estamos destruyendo lo que hizo. Nosotros estamos arreglando los problemas que la administración pasada no resolvió. Yo entiendo que al expresidente le duela que a algunos de sus proyectos, que él los tomó como emblemáticos, les hemos encontrado soluciones mucho más robustas de las que estaban planteadas, pero la vida es así. Lo que no se puede destruir es el humo. Lacalle, siendo presidente, fue a la Asamblea General a decir que iba a construir el saneamiento para 250 pueblos y terminaron siendo 60. Y no se hizo una zanja. Nos dejaron un contrato firmado de saneamiento para 62 localidades, y faltan 100 millones de dólares para financiarlo. Nosotros venimos trabajando hace ocho meses en arreglar todos los problemas que nos dejaron. Se pasaron cinco años hablando de saneamiento, de Neptuno, del Ferrocarril Central, y ninguno de esos temas fue resuelto. Los resolvimos en ocho meses en esta administración. Y yo creo que eso es lo que le duele en definitiva al expresidente Lacalle.

Desde la oposición se dice por un lado que a Orsi “lo arrastraron”, también que tiene “carácter débil”. ¿Cómo ves esas declaraciones?

Yo diría dos cosas. Primero, Orsi es una persona de diálogo, de conformar equipos de gestión, lo hizo durante 20 años en la Intendencia de Canelones y lo está haciendo ahora a nivel nacional. Y es alguien que está convencido de que el diálogo es un buen camino y que los buenos modales también. Y que eso no le resta firmeza a la hora de tomar decisiones. Y hasta ahora, propios y ajenos han interpretado esa actitud como una debilidad. Y sobre lo que han pronosticado –que Orsi no tenía fuerza, liderazgo, capacidad de hacer las cosas–, Orsi ha demostrado todo lo contrario. ¿Con qué? Con trabajo. La oposición desde el día uno ha subestimado a Yamandú y a su equipo. Y lo que le ha demostrado Yamandú y su equipo es que es capaz de trabajar y resolver los problemas, no de andar en el griterío.

También se habla mucho del protagonismo tuyo y del prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz. ¿Estas valoraciones pueden perjudicar a la institucionalidad de la Presidencia? ¿Eso lo ven con preocupación?

Es parte de una preocupación permanente. Pero acá hay una diferencia de base con algunos actores, y es que yo quiero construir un país y una sociedad junto con otras personas que tienen creencias distintas. No pienso que mi proyecto de vida sea construir una sociedad para eliminar a los que piensan diferente a mí. Y en muchos de los discursos que veo de la oposición, hay una connotación, que es muy de este tiempo, de eliminar al otro o a la otra que piense distinto. Porque si yo te estoy agrediendo todo el tiempo, te estoy diciendo que no servís, que sos poco inteligente, ¿cómo podemos construir acuerdos? Creo que no hay un riesgo de institucionalidad porque nosotros tenemos un presidente que conduce, que dirige y que resuelve, y eso lo demuestra en cada momento.

¿Por qué la ministra de Defensa, Sandra Lazo, no estuvo al frente en la conferencia?

Podría haber estado, pero el presidente quería transmitir un elemento concreto y puntual: parece que engañaron al Estado uruguayo, hay una empresa trucha. Eso fue lo que nosotros comunicamos. Obviamente no teníamos que comunicar pormenores que tienen que ver con aspectos técnicos de la defensa, de la construcción de las lanchas, porque ese no era el foco de la conferencia y por eso no estuvo la ministra.

Desde el Partido Nacional se cuestiona que no hayan llamado a las anteriores autoridades antes de la conferencia.

Frente a una hipótesis de delito, podrías haber llamado antes o después. Lo importante no es en qué momento llamaste a alguien, sino que le comunicaras a la gente que frente a un hecho de apariencia delictiva, este gobierno no lo va a dejar pasar. ¿Por qué tendríamos que hacer una cuestión oculta de primero hablar con los anteriores para ver si nos ponemos de acuerdo? Otra cosa es decir “bueno, mirá, yo tengo una crítica con respecto a la política de defensa”. Bueno, ahí sí, yo te llamo, mirá que estoy en esto, eso sucede comúnmente. Yo llamé posteriormente a [el exministro de Defensa] Armando Castaingdebat para comunicarle dos cosas: que esto no es una cuestión personal y que acá hay un problema grave. O sea, esto no es una chicana política.

Presupuesto: los diputados ya “rascaron la lata”

¿Qué balance hacen de la aprobación del presupuesto en Diputados?

El gran signo de interrogación que le pusieron a Yamandú Orsi fue: ¿tendrá presupuesto? Y la realidad es que tenemos media sanción del presupuesto en un escenario de dificultades, y la coalición terminó aviniéndose a nuestra política económica.

Ellos dicen que ustedes se avinieron a la suya.

No, lo que está claro es que nosotros tenemos un proyecto de presupuesto con una línea económica bastante distinta a la del gobierno anterior y que ellos terminaron votando el presupuesto nacional. Acá lo que pasó es que la oposición nos votó el presupuesto. Y eso es una señal clara de que lo que estamos haciendo en el presupuesto lo estamos haciendo bien, a su juicio y a nuestro juicio también.

Estamos muy contentos porque hubo una labor de los legisladores encomiable, trabajaron muy bien, se negoció con mucha franqueza y lograron algo que era impensable. Esto empezó con algunos actores del PN diciendo: “Al FA ni un vaso de agua” y terminó con el 80 y pico por ciento de los votos de la Cámara de Representantes [aprobando] en general el presupuesto. Ahí hay un logro de convencimiento y de negociación. Esa es la base del acuerdo del presupuesto, y son muy conscientes los senadores y las senadoras del FA de que en caso de que tenga modificaciones, como siempre sucede, la base de la construcción del acuerdo no se va a modificar, sí otros elementos. Uno puede ser el del secreto bancario, o puede haber otros elementos de reasignación de gasto, aunque la verdad es que los diputados rascaron la lata e hicieron una reasignación bastante importante de recursos, por tanto el margen para la redistribución en el Senado es muy acotado. Porque además tenemos el escenario de que no podemos modificar lo que acordamos, porque los acuerdos están hechos para cumplirse.

Los gremios de la educación están reclamando mensaje complementario, ¿eso ya está descartado?

No va a haber un mensaje complementario. Yo me reuní hace pocos días con la Intergremial Universitaria y les transmitimos que nosotros no podemos enviar un mensaje complementario porque no nos guardamos nada. Estamos en un escenario donde el déficit fiscal es mucho mayor al previsto. Hicimos un gran esfuerzo, lo que buscamos es hacer una consolidación fiscal por la vía de los ingresos y no por la vía del gasto. Seguramente si gobernaba la derecha la forma de hacer esta consolidación fiscal hubiese sido por el gasto. Yo entiendo el reclamo de la Universidad, creo que es válido, y obviamente lo que aspira la Universidad a tener de recursos no es lo que ha obtenido. Sí obtiene más recursos de los que obtuvo en el quinquenio pasado.

¿Cómo viste las críticas del PIT-CNT a algunos aspectos de la política económica y del presupuesto en el marco del paro del miércoles?

Yo escuché al PIT y uno de los reclamos es que los salarios altos no tienen garantía de crecimiento. Bueno, nosotros establecimos durante toda la campaña electoral que la prioridad son los 600.000 compatriotas que viven con menos de 25.000 pesos por mes. La prioridad está en los salarios sumergidos. Nosotros garantizamos que para el conjunto de salarios no haya pérdida de salario real, que nadie pierda poder de compra. Ahora, usted tiene que entender que ganando 180.000 pesos no puede tener un crecimiento del salario cuando tenemos 600.000 compatriotas que ganan 25.000 pesos por mes. Es lógico y razonable que los sindicatos peleen por tener más recursos. Ahora, nuestra prioridad son los salarios sumergidos. Y creo que esa es una lógica política con la que el PIT-CNT está de acuerdo en términos generales, aunque ayer yo escuché parte del discurso donde decían: “Bueno, acá no se garantiza que los salarios altos crezcan”. Y no, porque priorizamos a los pobres. Y esa discusión me parece tremendamente franca y en términos de izquierda: priorizo los pobres, priorizo los niños. Pero obviamente hay distintas miradas y a veces en lo táctico [con el PIT-CNT] tenemos diferencias y en lo estratégico tenemos coincidencias. A veces la tarea de la sociedad civil, en este caso del movimiento sindical, es discutir lo que es necesario. El gobierno tiene la responsabilidad de gestionar, entre la realidad y lo que es necesario, lo que es posible. Y eso siempre es una tensión, cómo corremos la frontera de lo posible un poco más. Son roles distintos.

Hubo también algún enojo con Oddone por lo que dijo de las elecciones en Argentina, ¿cómo viste esas críticas y los dichos de Oddone?

Nosotros tenemos un gran ministro de Economía, alguien al que yo respeto mucho por su solvencia técnica, su capacidad y su liderazgo, en términos de liderar una política económica en este escenario, un escenario que la izquierda nunca tuvo. No tenemos un boom de los commodities, no tenemos una región que haya girado a la izquierda, más bien parece lo contrario. La votación que tuvimos en Argentina es todo lo contrario. Hemos perdido en Bolivia, está difícil la situación en Colombia. Hay un giro muy fuerte hacia la derecha. Creo que los progresismos y las izquierdas tienen que ser muy conscientes del momento que estamos viviendo.

Creo que Gabriel lo que terminó valorando es: ¿qué hubiese pasado si sucedía lo que pronosticaban todos los analistas políticos en Argentina, que si el gobierno votaba menos de un 30%, había caos? A Uruguay, país pequeño que depende mucho de lo que suceda en Argentina, el caos no nos conviene. ¿Eso habla de las preferencias ideológicas de Gabriel Oddone? No. Él lo que hizo fue expresar una mirada técnica, y este es el problema de nuestro ministro de Economía. Que tiene gran liderazgo, gran capacidad, pero no viene del ámbito de la política, y muchas veces la segunda pelota de cómo se pueden interpretar políticamente sus comentarios, a veces le ha jugado una mala pasada.

¿En este caso se puede separar lo técnico de lo que significa políticamente el gobierno de Javier Milei?

Se puede separar. Gabriel viene del mundo de la consultoría, donde hacés informes en teoría objetivos sobre lo que sucede y eso no tiene repercusiones de representación. Este es el problema. No es que no se pueda separar lo técnico de lo político, sino que cuando vos das una opinión técnica, no hay una repercusión en términos de lo que tú representas simbólicamente. Y cuando tú estás en un cargo de gobierno, tiene una repercusión inmediata. Entonces, a veces eso le ha jugado una mala pasada, en esta o en otras oportunidades, en el sentido de que el ministro de Economía pareciera ser que estaba contento con que había ganado Milei. Y yo te puedo asegurar que no está contento, porque Gabriel es de izquierda y lo está demostrando con el presupuesto nacional, una política centrada en defender los bienes públicos y en construir además más y mejores bienes públicos para los más pobres.

Caso Danza: el informe de la Jutep será “muy importante” para “tomar decisiones”

Sobre los cuestionamientos al presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Álvaro Danza, Sánchez opinó que la oposición “se ha agarrado de este tema encarnizadamente”, “vieron un cachón y lo agarraron”. Afirmó que antes de asumir, el presidente de ASSE se asesoró jurídicamente y le informaron que sus actuales empleos privados y públicos no eran incompatibles con su cargo de presidente del organismo, y si bien reconoció que Danza hace “algunas horas de policlínica”, a los médicos les gusta “hacer el seguimiento de sus pacientes” y además necesitan “continuar en las actividades” por un tema de actualización profesional.

“Ahora se le argumenta una serie de cuestiones. Lo que nosotros decimos es: esperemos el informe de la Jutep [Junta de Transparencia y Ética Pública]”, señaló. Acotó que si bien para el Ejecutivo ese informe no es vinculante, “es muy importante” para “tomar decisiones hacia adelante”, y afirmó que “si la Jutep dice que tiene que dejar algunas de sus actividades, es un tema que hay que analizarlo”. Destacó que en estos ocho meses de gestión Danza ha hecho un trabajo “fantástico” y los usuarios de ASSE “perderían mucho” si “no sigue al frente” del organismo.