El presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, al igual que los tres candidatos a la Intendencia de Montevideo, se encargó de recordar en distintas salidas públicas en estas elecciones departamentales y municipales que el voto al intendente tenía que ir acompañado del voto al respectivo municipio. También bajó la orden de que ni los comités ni las coordinadoras recibirían listas de los sectores si no estaban “encartadas” con las de los municipios. A esto se sumó que los sectores con más “estructura” en Montevideo acordaron no sacar las listas a la calle hasta que no tuvieran prontas las de los municipios. Sin embargo, todo eso no alcanzó para que la coalición de izquierda lograra crecer significativamente a nivel de porcentaje de adhesiones en el tercer nivel de gobierno.

El presidente interino del FA en Montevideo, Ricardo Russo, dijo a la diaria que si bien hay conformidad porque se logró recuperar el Municipio F, no hubo “una mejora notoria del encarte” de papeletas municipales. Esta visión, aún preliminar, tomará más forma en el Plenario Electoral Municipal, encargado de la coordinación departamental a varios niveles y también responsable de lograr –antes que asuman las nuevas autoridades– un “proceso de evaluación en el que tendrá que definir aciertos, errores y propuestas concretas para continuar”, indicó a la diaria Susana Camarán, vicepresidenta del FA de Montevideo.

Si bien los números no están del todo depurados por municipio, desde el FA se reconoce que el mayor crecimiento en el porcentaje de encarte de las papeletas municipales a favor de la fuerza política se dio en los municipios F y D. La competitividad en estos dos enclaves era muy alta. En el D, donde fue reelecto el frenteamplista Gabriel Velazco, su victoria en 2020 se había dado por sólo 818 votos. Por su parte, en el F, donde gobernaba el nacionalista Juan Pedro López y ahora fue electa la frenteamplista Matilde Palermo, la diferencia blanca en 2020 había sido de 2.328 votos.

Más allá del crecimiento del FA en ambos municipios, la participación general en estas elecciones, al igual que en anteriores, fue muy baja. En el Municipio D la participación fue del 25,20%. Por su parte, en el Municipio F alcanzó el 28,80%.

Un problema y la posible solución

“Hay un desconocimiento general del municipio porque la mitad de la población –por lo menos– desconoce su funcionamiento”, comentó Russo. Agregó que una de las dificultades es que en Montevideo los municipios son extensos territorios que en su interior incorporan grandes poblaciones.

Esto impacta a la hora de la campaña electoral, ya que, según relató a la diaria el edil electo por la Vertiente Artiguista (VA) y candidato a alcalde por el Municipio E, Pedro Pastorin, se hace muy difícil “hacerse conocer” ante 150.000 personas cuando el FA define las candidaturas municipales dos o tres meses antes de la elección.

“Estamos estudiando la posibilidad de revertir eso adecuando un poco la estructura de los municipios; todavía no hemos tomado decisión, pero estamos conversando y tenemos estos cinco años para ver qué solución le encontramos al tema”, planteó Russo, coincidiendo en el diagnóstico con Camarán y Pastorin sobre la dificultad de hacer efectiva la relación de “cercanía” que en teoría pretende este nivel de gobierno.

“Capaz que tenemos que aumentar el número de municipios, capaz que buscar adecuarlos más a los barrios, que se identifique más la población con lo que se hace a nivel del municipio”, profundizó el dirigente socialista.

Si bien para Camarán aún “está fría” la posibilidad de ir hacia una reestructura del sistema de municipios, ya “transcurridas cuatro elecciones municipales” y “no habiendo cambiado sustantivamente los porcentajes de votación”, se hace necesario “estudiarlo”. La dirigente del Movimiento de Participación Popular reconoció que han llegado “propuestas” a la departamental desde algunas coordinadoras y sectores del FA en este sentido.

“Se han verbalizado propuestas de cambiar los límites de los municipios, de cambiar las competencias de los municipios”, apuntó Camarán. “Aparece en la mesa y seguramente va a aparecer ahora otra vez, y con más fuerza”, concluyó sobre el tema la diputada. Pastorin, en tanto, comentó que las posibles modificaciones se discuten “bastante” a nivel de territorio. Como ejemplo, hizo referencia a los casos de los barrios Buceo, La Unión o La Blanqueada, donde, a pesar del peso de una “cuestión identitaria”, sus territorios se ven atravesados por distintos municipios.

“Es una discusión a tener en cuenta porque en realidad la intencionalidad del tercer nivel de gobierno, que es un gobierno de cercanía, es descentralizar el poder”, remarcó el dirigente de la VA. “Si son ocho municipios nomás para el millón y pico de personas que viven en Montevideo, también te estás quedando corto”, remarcó Pastorin.

La realidad blanca

El edil nacionalista Fabian Bravetti pertenece al Espacio 40 y fue jefe de campaña de Matilde Antía, alcaldesa reelecta en el Municipio CH. Ambos del Espacio 40, pertenecen a una estructura territorial que se reconoce como “fortalecida” en la costa de Montevideo, lo que llevó también a la reelección de Mercedes Ruiz en el Municipio E. Estos dos municipios –los únicos donde ganó la Coalición Republicana, y en particular el Partido Nacional (PN), en Montevideo– fueron los que alcanzaron una mayor participación absoluta de los electores (49,30% en el CH y 44% en el E).

En diálogo con la diaria, Bravetti reconoció que, más allá de la campaña, el sostenimiento de los municipios se dio a través de cultivar “mucha cercanía” desde la gestión, lo que, además de dar conocimiento a quien podría ir a la reelección, genera que haya “un mayor conocimiento de la existencia de los gobiernos municipales”.  A su vez, el edil detalló que en estos territorios –CH y E– se aprovechó la fortaleza de la estructura del Espacio 40 no sólo para el “posicionamiento” de las candidaturas, sino también para la coordinación, desde el inicio de la campaña, con el trabajo departamental del PN.

Esto último concluyó en un “encarte logístico muy grande” donde se trataba de no dar “por perdido ningún voto municipal” cuando se entregaba una papeleta departamental.  Sobre el resto de los municipios, el curul reconoció una capacidad “menor” de “despliegue” tanto del sector como del partido para llevar adelante este tipo de prácticas.

Sobre el “rediseño” de los municipios, Bravetti comentó que el PN no lo está discutiendo “orgánicamente”, pero esto sí se da a nivel de los dirigentes territoriales. “Es una cuestión que vienen planteando ya hace tiempo”, destacó. “Si bien el nivel de conocimiento poco a poco puede ir aumentando, deja mucho que desear y siento que las personas, los votantes, no terminan de conectar con el valor que puede tener un municipio para el cambio en su vida diaria”, agregó.