Resta una semana para que termine el ciclo electoral. El próximo 11 de mayo los 19 departamentos definirán quiénes van a ocupar el gobierno departamental por los próximos cinco años, en algunos casos hablaremos de nuevos intendentes y en otros será el momento de la continuidad o la vuelta de viejos conocidos. Pasados 60 días de la asunción del gobierno nacional, el Frente Amplio (FA) muestra su expectativa de volver a recuperar alguna de las intendencias del interior que, en 2020, con la excepción de Canelones, Salto y Rivera, se volvieron totalmente blancas.

Para eso, y con los recuerdos de 2005 intactos, muchos de los que ganaron en la mejor elección departamental de la historia para la fuerza de izquierda vuelven al ruedo. En Florida aparece Juan Francisco Giachetto, en Salto lo hace Ramón Fonticiella y en Treinta y Tres, Gerardo Amaral.

A su vez, otros que marcaron más acá en el tiempo hitos únicos para la coalición de izquierda en sus departamentos volverán a competir. Por un lado, luego de haber sido electo en 2015, Aníbal Pereyra vuelve a tratar de ser intendente de Rocha. Por el otro, en Río Negro, con candidaturas separadas compiten el exintendente Óscar Terzaghi y quien fuera su secretario general en el período 2015-2020, Guillermo Levratto.

Según las últimas encuestas, y lo que marcan los especialistas, son estos últimos los que se encuentran más cerca de retornar al gobierno departamental. Un trabajo de la consultora Ágora publicado en marzo de este año muestra un alto nivel de desaprobación a la gestión del nacionalista Omar Lafluf.

A su vez, la encuesta mencionada señala que la intención de voto del FA en Río Negro llega a 40%, mientras que la del Partido Nacional (PN) sólo alcanza 30%. En tanto, una encuesta de Cifra difundida a fines de marzo por el portal Río Negro Ahora muestra que la fuerza de izquierda alcanzaría 46%, mientras que los nacionalistas quedarían en 22%.

El cambio de signo en Río Negro

Según explicó a la diaria el politólogo experto en gobiernos subnacionales Martín Freigedo, por antecedentes de “alternancia” y por el registro de un “menor margen” de diferencia entre el ganador y el segundo lema más votado en la última elección departamental, Río Negro se suma a Salto, Rocha y Paysandú como los departamentos con mayores posibilidades de que se dé un cambio de signo político.

A su vez, el politólogo y especialista en gobiernos departamentales Antonio Cardarello recordó a la diaria que en Río Negro el intendente electo en la última elección no busca renovar su cargo. Partiendo de las grandes cifras de reelección que tienen los intendentes, el entrevistado puntualizó que para esta elección el PN tenía la posibilidad de presentar diez candidatos en esa categoría. En ese sentido, por la “mala evaluación de sus gestiones”, Lafluf, en Río Negro, y Guillermo López, en Florida, no fueron por ese intento.

Este escenario, más lo que marcan las encuestas, hace que para Cardarello sea “probable” que el FA retorne a la Intendencia de Río Negro. A su vez, el también politólogo especialista en gobiernos subnacionales Gonzalo Puig reafirmó que la coalición de izquierda parece estar “despegándose” del PN, según las tendencias.

Terzaghi, uno de los protagonistas, reconoció a la diaria que en el departamento existe “muchísimo optimismo”. Quien fue el único intendente frenteamplista de Río Negro destacó que existen “grandes posibilidades” de acceder a un “segundo gobierno”.

“Hace dos meses que estamos recorriendo este departamento y eso nos da el tono de la gente; acá hay un tono de enojo, un tono de disconformidad total con el gobierno del PN; tenemos un departamento, me atrevería a decir, detonado”, indicó Terzaghi. “Está el recuerdo de nuestra experiencia anterior y la gente inevitablemente compara; creo que en esa comparación nosotros salimos muy fortalecidos”, agregó.

De acuerdo a los datos de Cifra difundidos por Río Negro Ahora, la interna frenteamplista estaría liderada por Levratto con 22%, mientras que la intención de voto del exintendente se mantendría cercana, concretamente en 20%. La misma encuesta apunta que en la interna nacionalista, con un 15%, la líder es la diputada Mercedes Long.

En diálogo con la diaria, Long planteó que según los datos que tiene “va a ser una pelea cabeza a cabeza” con Levratto. Destacó que su grupo es “muy autocrítico” de lo que fue la última gestión de Lafluf. Esa postura hace que, de ser gobierno, no se vuelvan a cometer “los mismos errores”, remarcó.

Reconoció, sin embargo, que en la gestión nacionalista “no todo es negativo” y recordó además que esta debió pagar 5,5 millones de dólares de “un crédito que sacó el gobierno de Terzaghi y Levratto”, lo que “limitó muchísimo la realización de obras”.

El cambio de signo en Salto y el “experimento hermoso” de la Coalición

Freigedo subrayó que, al igual que en Río Negro, el intendente de Salto electo en 2020 –Andrés Lima– tampoco compite por la reelección (en este caso, Lima estaba impedido de ir por la reelección nuevamente). A su vez, el “delfín” del exintendente, su hermano Álvaro Lima, es, para el politólogo, “bastante más débil” como candidato. Partiendo de los datos, Cardarello dijo que “probablemente” el único departamento donde la Coalición Republicana (CR) logre su objetivo de alcanzar la intendencia es en Salto. Una encuesta de la consultora Nómade publicada a principios de marzo habla de que la CR tenía una intención de votos del 53%, mientras que el FA cosechaba el 40,6%.

Sumándose a la lectura, Puig subrayó que es “totalmente probable la victoria opositora” en Salto. Recordó, en ese sentido, que el FA “nunca fue mayoritario” en el departamento, aunque sí el partido con “más apoyo” en los últimos años. En esa línea, destacó que la llegada de la CR y el hecho de que el Partido Colorado (PC) mantenga “fuerza”, permite que el lema común en el departamento tenga “sentido”.

De confirmarse la victoria del nacionalista Carlos Albisu, lo más probable, según el analista, es que el PC tenga, de todas formas, una “presencia grande” en la Junta Departamental. “Va a ser un experimento hermoso, Salto va a ser la primera intendencia con un intendente sin mayorías”, planteó Puig.

Marcelo Malaquina, el candidato colorado, dijo a la diaria que en el departamento de Salto se nota que hay ganas de “cambiar la realidad”. “Vivimos en un departamento que fue en su momento la joyita del norte, y que hoy está en los peores índices”, enfatizó. También mostró seguridad sobre la victoria de la CR, por lo que planteó que “lo que resta es saber” si el intendente va a ser él o Albisu.

Remarcó que su diferencia tanto con Albisu como con los candidatos del FA –Fonticiella, Lima y Gustavo Chiriff (secretario general del actual gobierno departamental)– es que “nunca” ha “ejercido ningún cargo”. “Salto necesita un cambio de 180 grados, no vale con cambiar a 45 o 30 grados, entendemos que hay que cambiar en forma definitiva”, apuntó, reforzando el carácter de su candidatura.

Chiriff reconoció a la diaria que la elección “viene muy pareja” con la CR, aunque dijo que en la “periferia” de Salto, donde milita, se nota más presencia del FA. En cuanto a la campaña, detalló que desde la CR se usa la imagen del exintendente Lima de forma “negativa”, por lo que él, más que discutir, trata de hacer una “campaña propositiva”.

Subrayó que también busca poner sobre la mesa su trabajo como secretario general, con énfasis en su papel “articulador”. Dijo además que trata de hacer saber que en los “últimos años” también le “tocó sostener” a la Intendencia de Salto. “Los lineamientos políticos los daba el intendente Andrés Lima, pero después, muchas veces tenía que dar la cara y sostener la gestión”, enfatizó.

Los otros departamentos con competencia

Entre los departamentos que Freigedo señala con más posibilidad de “alternancia”, aparecen también Rocha y Paysandú. En el caso del primero, para el especialista hay “muchas posibilidades” de que el actual intendente, Alejo Umpiérrez, sea reelecto. Reconoció, no obstante, las dos “candidaturas fuertes” que tiene el FA, en referencia a Aníbal Pereyra y Flavia Coelho.

Cardarello coincidió con que Rocha es de las intendencias que se ha distinguido por la alternancia, pero subrayó que a partir de los sondeos existe un “favoritismo” para el exintendente Umpiérrez. Indicó que todo depende de cómo voten los otros partidos con los que a nivel nacional el PN conforma la coalición, y mencionó que una buena votación del PC y Cabildo Abierto puede hacer que “la elección se torne más competitiva”, llegando el FA con más chances.

Freigedo apuntó que en el caso de Paysandú toma fuerza la reelección de Nicolás Olivera, algo que de confirmarse lo pondría como el segundo intendente sanducero en ser reelecto desde la vuelta a la democracia; el anterior fue Jorge Larrañaga en la década del 90. “Es muy probable que Olivera sea nuevamente intendente porque, pese a los antecedentes, las encuestas muestran que la diferencia entre el PN y el FA es de más de diez puntos”, remarcó el especialista.

En el caso de Soriano, Freigedo indicó que la encuesta de Ágora que da al FA a dos puntos del PN muestra también que “el mayor descontento que existe hoy en Soriano es con el tema de la corrupción”. No obstante, el experto consideró que “ese descontento no va a dar como para que haya un cambio en el gobierno”. “El candidato más fuerte y con mayor probabilidad de ganar sigue siendo [Guillermo] Besozzi, pese a su situación”, agregó.

Para Puig, en cuanto a datos “la sorpresa es Lavalleja”, un gobierno de “no alternancia” y típicamente un “departamento blanco”, donde, según las encuestas, “estaría peleado”. Otro de los casos que aparece es el de Florida, donde, de acuerdo a Freigedo “hubo un rechazo a la gestión” de López que “le abrió las puertas” al FA. Sin embargo, las mediciones que se conocieron fueron “previas” a la entrada en juego del exintendente Carlos Enciso.

“Una vez que confirma Enciso la candidatura, eso cambia totalmente el escenario; de hecho hay casos de líderes colorados e incluso del FA que se fueron detrás de su candidatura”, explicó el politólogo. “La aparición del líder del departamento durante tanto tiempo hace que la posibilidad de alternancia sea muy baja”, agregó.

Sobre San José, Freigedo se refirió al “descontento con la gestión” de Ana Bentaberri y además a la “interna” que se le generó con el otro candidato blanco, Rubén Bacigalupe. Además, reconoció que el FA “ha hecho un trabajo de construcción de candidaturas mucho más serio”, aunque subrayó que “estos factores no van a ser determinantes” para la victoria en el departamento en esta elección, dado su carácter de poca alternancia.

En Canelones

Para Cardarello, el primer factor que pesa en que el candidato único del FA en Canelones, Francisco Legnani, parezca estar quedándose con tranquilidad con el gobierno departamental es que la gestión de Yamandú Orsi “terminó con niveles de aprobación muy altos”. También indicó que “tener por primera vez en 80 años a un presidente en ejercicio que proviene de Canelones” genera “una sensación de cercanía con el presidente y con el partido político”. Puig, por su parte, se detuvo en que “los retadores” de Legnani no son “candidatos de peso” que “realmente traduzcan simpatías al electorado”. Agregó además que el candidato frenteamplista “parece tener un conocimiento muy grande de cómo funciona la Intendencia de Canelones”, lo que genera “seguridad” en el electorado.

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