La negociación no fue fácil ni estuvo exenta de discusiones. “Trabajosa”, fue el término que eligió el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, para describir la reunión que mantuvo este jueves el Grupo Internacional de Contacto (GIC) en la Torre Ejecutiva. “Nosotros somos flexibles, capaces de entender la situaciones y adaptarnos a la realidad”, dijo ayer el canciller en una entrevista con En Perspectiva sobre el rol que tomó Uruguay en la negociación.

Luego de la primera reunión internacional en la Torre Ejecutiva, quedaron instalados dos procesos con el objetivo de encontrar una salida a la situación que vive actualmente Venezuela. El Mecanismo de Montevideo, impulsado por Uruguay, México y la Comunidad de Caribe, que trazó un plan con cuatro etapas: diálogo, negociación, acuerdo, e implementación y materialización del acuerdo; y el GIC, integrado por miembros de la Unión Europea (UE) y países de América Latina, que promueve las elecciones presidenciales anticipadas en el país caribeño.

Lejos de ser dos caminos contradictorios –explicó Nin Novoa durante esa entrevista– son mecanismos “coincidentes”: ambos rechazan el uso de la “fuerza y la intervención armada”; ambos “reconocen que es potestad de los venezolanos encontrar una salida al conflicto”; y ninguno “pone condiciones”. El canciller remarcó que Uruguay mostró su flexibilidad al reconocer la situación en la que está inmerso el país: “Uruguay, viendo que llegamos a un momento en el que hay dos presidentes, dos gobiernos, dice: ‘Esto se dirime con una elección popular’”.

El mandatario explicó que Uruguay no cambió de posición, sino que logró acordar una declaración final sin algunos condicionantes que podrían complicar una eventual negociación entre los actores involucrados. El primer borrador propuesto por la UE tenía cinco precondiciones: liberación de presos políticos, establecimiento de una composición equilibrada del Consejo Nacional Electoral, eliminación de todos los obstáculos para la participación libre e igualitaria de todos los partidos, establecimiento de nuevos registros electorales para que los venezolanos en el exterior puedan votar y la observación internacional del proceso. “Estas cinco precondiciones las sacamos de la declaración final”, acotó.

El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, el jueves 7 de febrero al término del encuentro del Grupo Internacional de Contacto por la situación en Venezuela. Foto: Ricardo Antúnez

El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, el jueves 7 de febrero al término del encuentro del Grupo Internacional de Contacto por la situación en Venezuela. Foto: Ricardo Antúnez

Foto: Ricardo Antúnez

Nin Novoa explicó que Uruguay insistió en mostrarse contrario al “injerencismo”. De hecho, comentó que fue la palabra más utilizada durante toda la tarde del jueves. “Uruguay dijo que no quería injerencia, que no iba a intervenir. Para nosotros el término ‘injerencismo’ se reduce a la imposición de condiciones, y nosotros no creemos en eso. Lo refleja la resolución que habla de una salida pacífica, democrática y de los propios venezolanos”, dijo el canciller en la entrevista.

Desde la cancillería, evalúan que lo más difícil va a ser negociar con el autoproclamado presidente “encargado”, Juan Guaidó. Así lo manifestó Nin Novoa en la entrevista radial: “Si se habla de la ilegitimidad del gobierno de Maduro, francamente tanto o más ilegítima es la autoproclamación de Guaidó [...]. Lo que me preocupa es su intransigencia”, afirmó. Para Nin Novoa, tanto Guaidó como Maduro son “iguales” en ese sentido. Sin embargo, precisó que mientras Guaidó se niega a las elecciones, Maduro “por lo menos habló de elecciones parlamentarias. Hay que convencerlo de que haga las dos”.

Las respuestas

El presidente venezolano Nicolás Maduro se pronunció ayer en una conferencia de prensa sobre lo acordado en la reunión del GIC. Lo primero que cuestionó fue el rol de la UE en las negociaciones: “Les decimos a la UE y a Federica Mogherini [alta representante de la UE para Asuntos Exteriores] siempre: ‘Ustedes no escuchan a Venezuela. Ustedes están sordos. Ustedes sólo tienen el guion de la extrema derecha”. También aprovechó la ocasión para remarcar que la UE está “condenada al fracaso” si sigue escuchando a la oposición venezolana.

Luego se mostró favorable a la iniciativa del Mecanismo de Montevideo y aseguró que Venezuela “suscribe plenamente” los objetivos del grupo. Maduro opinó que se trata de un mecanismo “diplomático” para el diálogo, definido con “bastante precisión” y “cuidado político” y aseguró estar listo para participar en las cuatro etapas delineadas.

Por otro lado, se manifestó en contra del “contenido del documento” del GIC. Si bien dijo que rechazaba “la parcialización y la ideologización del documento del grupo de contacto”, también remarcó que está dispuesto a recibir a “cualquier enviado del grupo” y establecer “contacto visual, contacto físico, contacto mental”.

En un acto en la Universidad Central de Venezuela, Guaidó se refirió a la declaración del GIC y dijo: “Un agradecimiento entonces a Uruguay”, informó Efe. “Fueron buscando ganar tiempo y encontraron que Uruguay se suma al lado de la democracia, que habla de elecciones libres, de respeto a la Constitución, al Parlamento”, manifestó. De todos modos, Guaidó sostuvo que no participará en “falsos diálogos” o “jugarretas que no lleven al cese de la usurpación”.

Juan Guaidó, ayer, durante un discurso en la Universidad Central de Venezuela.

Juan Guaidó, ayer, durante un discurso en la Universidad Central de Venezuela.

Foto: Federico Parra, AFP

Dos lecturas

Andrés Raggio, politólogo y docente del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, evalúa que el Mecanismo de Montevideo se centró “en el conflicto”, ya que “reconoce dos partes y promueve el diálogo” mientras que la declaración del GIC se “centró en la crisis” y, por lo tanto, en la necesidad de “urgencia”. El grupo internacional, sostiene Raggio, no ofrece “movilidad a una de las partes” (a Maduro), por lo que hace “potencialmente inviable” una negociación. Asimismo, entiende que el llamado a elecciones “solamente presidenciales” implica que el grupo en cierto modo se “inclina hacia una de las partes y le hace perder credibilidad”.

Con ese escenario planteado, Uruguay, que es el único que participa en ambas iniciativas, queda parado en un punto “contradictorio”, porque “juega una posición distinta de la que se planteaba hasta ahora, concretamente con el hecho de pedir elecciones presidenciales y no totales”, explicó.

Otra es la lectura del historiador Gerardo Caetano sobre la creación de estos dos mecanismos. Si bien sostiene que la declaración del GIC no es “para nada la panacea”, es una resolución internacional que logró ciertos “equilibrios difíciles” y que plantea un objetivo concreto: “La exigencia de elecciones totales libres, creíbles y transparentes, en el menor tiempo posible, con el imperativo de la ayuda humanitaria inmediata y sin manipulación política”. Por otro lado, marca que parece ser “bastante mejor” que la plataforma “abstracta” del Mecanismo de Montevideo (ver entrevista).

“Fuera de lugar”

Haciendo gala de su investidura de presidente de la Cámara de Representantes, el nacionalista Jorge Gandini participó este jueves en un acto contra Maduro. “Me gustaría estar aquí como diputado, pero no puedo evitar la investidura que me acompaña. Estoy aquí como presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay”, dijo el diputado, según informó ayer la diaria.

Desde el Frente Amplio, varios diputados cuestionaron la actitud que tomó el nacionalista. El socialista Roberto Chiazzaro aseguró que era una actitud “totalmente fuera de lugar”, porque en su calidad de presidente de la cámara baja representa a “todos los diputados”. “Es absolutamente inapropiada su actitud”, acotó. El diputado Gerardo Núñez, del Partido Comunista, destacó que no es la “primera vez” que Gandini hace uso de la institucionalidad parlamentaria para su propio rédito político partidario, y puso como ejemplo la carta que le envío por el Twitter oficial del Parlamento a Guaidó. “Gandini puede ir a título personal, pero no en calidad de presidente de la cámara”.