Los días posteriores a la muerte de Ana Claudia fueron de reacciones y más reacciones.

Entre la avalancha de comentarios que se dispararon en las redes sociales, hubo también reflexiones de personas cercanas a los protagonistas del hecho. Martín Alexandre, un joven psicólogo que fue amigo del agresor, abordó el caso desde lo particular pero con una proyección al problema estructural. “No podré presentarlo como víctima, sabiendo que todos lo odiarán y tildarán por asesino. Sin embargo, para mí sí fue una víctima, un tipo que sufrió un daño mental y como desencadenante de su patología también hubo otras víctimas”, señaló, comentando que es “difícil escribir de forma clara cuando se trata de la muerte; sólo sé que mi amigo no era un mal tipo y que como él hay otros que necesitan ayuda”. Contó que años atrás, cuando tenían un contacto asiduo, le conoció diferentes tipos de “acciones desmedidas” en las que “sus enojos y palabras excedían lo que es simplemente saltar la térmica”. “Jamás le hubiera dado un arma, y lo asocio como víctima de un sistema mal organizado en un país mal pensado sobre el que gobierna la necesidad a la hora de trabajar y dar trabajo. Y Uruguay tiene todo para no ser así. Pero, todo esto que digo, ya en esta historia no importa, porque no aporta”.

La misma dimensión fue tratada, desde otro lugar, por Roberto Cardozo, secretario general del Sindicato Único de Policías del Uruguay. Por aquellas horas denunció que faltaba “atención psicológica a los trabajadores policiales”, lo que consideró “un problema grave”. Las autoridades no “se han ocupado en tratar de llenar vacantes con psicólogos para así brindar una buena atención a todos los trabajadores”. “Después que se ingresa al Instituto Policial no hay ningún control. En mi caso, con 29 años de servicio, el único psicólogo que vi fue cuando ingresé. Tampoco hay [apoyo psicológico] cuando se necesita ayuda, tal como la van a necesitar ahora los trabajadores [de la Seccional 2ª] de Fray Marcos. No hay compromiso de las autoridades en tratar de solucionar un tema grave, como lo es la parte psicológica del trabajador policial”.

El jefe de Policía de Florida, José Enrique Chavat, dijo a la diaria que actualmente son tres los psicólogos con los que cuenta la jefatura, aunque admitió que estos realizan evaluaciones en la medida en que van surgiendo casos.