“Poseen bajo nivel educativo”
Un estudio realizado por el Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República da cuenta de que 44,9% de los encuestados señala estar en desacuerdo con la afirmación “En general es bueno para el país que lleguen inmigrantes extranjeros a vivir aquí” frente a 39,8% que señala estar de acuerdo. Entre ellos, 66,8% opina que es importante que el inmigrante tengo un buen nivel educativo, lo que parecería, de alguna manera, validar el prejuicio escuchado de que las personas que llegan a Uruguay poseen bajo nivel educativo. Pero, ¿poseen bajo nivel educativo?
Una mirada a los datos que arrojó el Censo Nacional 2011, recogido por el estudio “Inmigrantes internacionales y retornados en Uruguay” del Fondo de Población de las Naciones Unidas, muestra que el número de personas nacidas en el exterior ascendía en dicho momento a 77.003, lo que significaba 2,4% de la población nacional, cifra más baja en comparación con censos anteriores, pero levemente superior al obtenido con la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada (ENHA) 2006, lo que, según el informe, daba cuenta de flujos recientes de inmigrantes.
En lo que respecta al nivel educativo, el estudio resalta que existe evidencia histórica sobre el perfil de los emigrantes uruguayos como un caso en el que los que emigran tienen un nivel educativo superior a la media de la población residente. En cuanto a los que llegan, su nivel educativo es considerablemente más alto que el de la población no migrante. El estudio señala que “mientras el porcentaje de población de 25 o más años con estudios terciarios entre la población nativa no migrante es de 18%, dicho porcentaje asciende a 62% entre los inmigrantes llegados entre 2005 y 2011, a 46% entre los inmigrantes llegados entre 2000 y 2004 y a 23% entre la población nacida en el exterior que fijó residencia en Uruguay antes del año 2000”. Finalmente, concluye que la inmigración permite reducir la pérdida de recursos humanos calificados que emigran de nuestro país. Además, los inmigrantes (que llegaron a Uruguay entre 2000-2011) tienen porcentajes de culminación de bachillerato considerablemente superiores que los de los no migrantes.
Si se observa por nacionalidad el nivel de estudio de la población inmigrante de 25 años o más llegada al país entre 2005 y 2011, de aquellos provenientes había concluido educación terciaria 75% de Estados Unidos y Canadá, 74% los de Centroamérica y el Caribe, 73% los mexicanos, así como también los de Asia, África y Oceanía. Los inmigrantes de países vecinos presentan menor nivel educativo: 64% argentinos y 44% de brasileños tienen educación terciaria.
Otro informe, titulado “Caracterización de las nuevas corrientes migratorias en Uruguay. Nuevos orígenes latinoamericanos: estudio de caso de las personas peruanas y dominicanas”, hace un análisis similar al anterior pero le añade una mirada de género a estos nuevos migrantes en el período 2012-2015. El porcentaje de mujeres migrantes con nivel terciario completo era de 44,1%, mientras que en los hombres era de 48,8%. Si vemos estos mismos datos en ese período, entre los uruguayos 15,7% de las mujeres completaba educación terciaria, mientras que 9,5% de los varones lo hacía. Dicho estudio concluye que la población inmigrante llegada al país entre 2007 y 2015 tiene un perfil más educado. Además: “La porción de inmigrantes con educación terciaria completa dentro de los nuevos orígenes latinoamericanos es la mayor, después de la de aquellos procedentes de Europa o Asia”.
Los últimos microdatos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, recogidos mediante la Encuesta Continua de Hogares en 2016, señala que las personas de 25 años o más con nivel terciario completo son 9,8% de la población. Mientras que aquellos con posgrado completo o incompleto son 2,4%.
En definitiva, los inmigrantes que llegan a Uruguay cuentan con un nivel educativo superior comparado con el de los uruguayos, haciendo que el prejuicio sobre el bajo nivel educativo de los inmigrantes no se correlacione con los datos.
* Estos artículos se trabajaron en un taller abierto organizado por CÍVICO y Amnistía Internacional Uruguay, llevado a cabo en la Facultad de Ciencias Sociales el 21 de agosto. CÍVICO es una organización de la sociedad civil dedicada a la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas.