Hoy se conmemora el Día Mundial de la Salud, con el lema “Salud universal: para todos y todas, en todas partes”. En Washington, donde está ubicada la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, directora de OPS, y Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y directora de una comisión de alto nivel de OPS para garantizar la salud universal, insistieron en la necesidad de superar las barreras de acceso. El pedido no es menor, puesto que en la región “un tercio de la población enfrenta obstáculos para acceder a la salud”, afirma una nota publicada ayer en el sitio web de OPS. “No es suficiente tener hospitales y centros de salud, estas instituciones deben contar con la combinación adecuada de recursos humanos, infraestructura y equipos, medicamentos y otras tecnologías de salud, para evitar largos tiempos de espera y ofrecer una atención de calidad”, dijo Etienne.

Con la puesta en marcha del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) en 2008, Uruguay avanzó en la cobertura asistencial, pero resta profundizar en la calidad. En consonancia con lo que plantea OPS, el MSP apuesta a fortalecer el primer nivel de atención, que es el que se desarrolla en policlínicas. El ministro de Salud, Jorge Basso, mencionó ayer que hay suficiente evidencia en el mundo que demuestra que el primer nivel “resulta sustantivo para poder resolver la mayor cantidad de problemas asistenciales”. Aclaró que no debe trabajar el médico solo, sino equipos de salud que vean de manera colectiva a los pacientes y que les hagan un seguimiento “en forma ambulatoria”. “El seguimiento implica una actividad proactiva” y evita que la persona “termine en nivel asistencial de mayor complejidad”.

El MSP apostará a que el primer nivel de atención logre “mayor capacidad de resolutividad”, y eso, según Basso, permitirá atacar la sobreutilización de especialistas, que es lo que genera que haya listas de espera para quienes sí requieren esas consultas. Una estrategia para revertir la sobreutililización de especialistas es que el equipo del primer nivel de atención tenga interconsultas con los especialistas para que estos puedan darle “elementos desde el punto de vista técnico, para evitar que en todos los casos se trasladen los pacientes”, precisó el ministro.

El fortalecimiento del primer nivel de atención es una de las grandes apuestas del SNIS, pero hasta ahora las experiencias se han desarrollado con timidez. “Tenemos dificultades en fortalecer el primer nivel de atención”, reconoció Basso. Para cambiar esa realidad, el MSP y la OPS lanzaron ayer una propuesta que busca estimular las “buenas prácticas de resolutividad en el primer nivel de atención”. La iniciativa alentará a las instituciones del SNIS públicas y privadas a presentar “experiencias exitosas, que no son muchas, pero que las tenemos identificadas, y generar un estímulo, una especie de acreditación” que fomente una “sana competencia”, anunció Basso.