Formado en geología, radicado en Sudáfrica desde hace cuatro décadas, autor de una obra que define como “existencial y psicológica”, el estadounidense Roger Ballen es uno de los fotógrafos vivos más prestigiosos, gracias a su peculiar uso de la ficcionalización, que lo aleja del registro directamente documental pero con la que a la vez pretende reflejar situaciones contemporáneas.

Desde mediados de enero, el Centro de Fotografía (18 de Julio 885) expone en su sala del subsuelo la retrospectiva The Place of Ballenesque, que va hasta el sábado de la semana que viene y reúne objetos en desuso, animales abandonados y sujetos catalogados como “raros”. Al mismo tiempo, en el Centro Cultural Kavlin de Punta del Este (Calderón de la Barca esquina Shakespeare) se expone Ballenesque, en la que el autor trabaja con ambientes ambiguos.

Hoy a las 20.00 Ballen, nacido en Nueva York en 1950, estará en el Centro Cultural Kavlin, y el miércoles en Montevideo, en el Centro de Fotografía, donde mantendrá un diálogo con la artista y curadora Verónica Cordeiro. Además, ese día y el siguiente estará brindando un taller para fotógrafos, artistas visuales y estudiantes de arte (los cupos ya se completaron).

La fotografía de Ballen, que se distingue por el formato cuadrado y el empleo del blanco y negro, ha merecido diversas reflexiones por parte del propio autor. “Mi propósito en mi trabajo de los últimos 40 años ha sido, a fin de cuentas, definirme a mí mismo. Fundamentalmente, se trata de un viaje existencial y psicológico. A menudo me pregunto si la cara que veo en el espejo es mía, y de dónde vienen mis pensamientos. ‘Realidad’ me parece una palabra sin sentido, porque es inabarcable. Prefiero expresar el enigma que esconde esa palabra antes que considerar su naturaleza fundamental. Mis composiciones son muy formales. Son simples, claras. Pero dentro de ellas hay un teatro, una complejidad que refleja, de algún modo, la condición humana”.

También hace una peculiar distinción entre oscuridad y sombra: “La sombra es mejor que la oscuridad. porque para mucha gente la oscuridad connota maldad, y yo creo que es lo opuesto”.